domingo, 20 de septiembre de 2015

Para atrapar un cocodrilo Capitulo 5



Si a Min no le gustara tanto el gran cambia-formas oso, habría dejado que su puma interno rasgara al hombre. ¿Cómo se atrevía a tocar a Jun?

Su Jun.

Un ruido gruñendo por lo bajo rodó por su pecho, impactando en Min. Su puma interior estaba tratando de salir para poder destrozar a la competencia. Min tomó una respiración larga y profunda para calmar su bestia.

—¿Vas a hacer yoga? —Hongki preguntó con curiosidad.

—Realmente me gusta el yoga.


—Déjame ir, Kiki. —Dijo Jun en voz baja.

—Oh, lo siento. —Hongki abrió los brazos y dejó al hombre suelto.

Jun le dio a Hongki  unas palmaditas en el brazo. —Gracias, amigo. ¿Por qué no vuelves a la pintura? Te dejaré saber si hay un problema con Anderson.

—Bien, Junnie, si estás seguro. —Hongki asintió con la cabeza a Min y caminó fuera de la cocina.

Min no se relajó hasta que ya no pudo oler más al cambiaformas oso. La competencia por el afecto de su pareja de cualquier tipo en este momento le podría empujar al límite. Hasta que consiguiera a su compañero, él no estaría a gusto viendo como él tocaba a otras personas.

—¿Por qué le abrazabas? —Maldita sea, había pensado ser más suave. En realidad no era asunto suyo. Sólo se detuvo porque el hombre que él puso para que vigilara a Jun le llamó y le dijo que su novio se había metido en un bar conocido de moteros y se había ido con otro hombre.

—Porque somos buenos amigos y quería un abrazo. —El ceño de Jun expresó su molestia. —¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que tenías que trabajar.

—¿A quién trajiste a casa? —Preguntó Min. Sabía que lo estaba soltando todo sin pensar. Su tono acusador probablemente no ayudaba en nada, pero no podía evitarlo. Había planeado acercarse a todo eso de manera más suave, pero encontrar a Jun en los brazos de otro hombre y oír que había recogido a un hombre diferente había quitado su determinación de ser suave.

—Traje a casa un cambia-formas halcón que necesito interrogar. ¿Cómo sabías que traje a alguien a casa? —Jun entrecerró los ojos mientras a cambio interrogaba a Min.

—Porque te mandé segur, por eso. No pensaste que iba a dejar que te pasearas por la ciudad sin protección cuando una banda de cambia-formas de agua salada están detrás de tu culo, ¿verdad? —Min no podía mantener la indignación en su voz.

Jun sonrió. —¿Estabas preocupado por mí?

—Por supuesto que lo estaba. Viniste a mí la noche anterior todo maltratado. No voy a correr el riesgo de que vaya a suceder de nuevo. —Haría todo lo posible para asegurarse de que no volviera a suceder. Nadie podía tocar a su compañero y vivir.

—¿Por qué no vas al comedor con los otros? Aquí, lleva esto. Voy a traer el té.

<<¿Otros?>>

Rápidamente aceptó el plato que Jun le entregó y se dirigió hacia donde se acordaba que estaba el comedor.. Su pregunta no formulada fue contestada pronto cuando siguió a Jun al salón para encontrar a Kyu y un hombre que era igual a la descripción de la persona que Jun trajo a casa. Por la forma en que Kyu estaba echándose sobre el recién llegado, Min no tenía nada de qué preocuparse. Una aspiración rápida le dijo al desconocido que era un cambia-formas halcón.

—GeunSuk, este es Park Jung Min, Min este es GeunSuk.

—¿No tienes apellido? —Preguntó Min.

GeunSuk se encogió de hombros. Si tuviera uno, en general él no estaría compartiendo la habitación. —GeunSuk fue atacado por los mismos porosos que me encontré ayer por la noche, o al menos eso creo. Lo traje aquí para que Kyu le curase y para hacerle preguntas. —Explicó Jun.

—¿Entonces por qué no llamaste a Kyu ayer por la noche? —Preguntó Min. No es que no apreciara que Jun le hubiera buscado, pero hubiera tenido más sentido ir a su casa.

—Kyu tenía una cita y no quería echarla a perder. — Explicó Jun.

Por la expresión en la cara de GeunSuk, eso no era una respuesta aceptable.

—¿Con quién tenías una cita? —Preguntó GeunSuk. El ceño fruncido en su rostro debería haber hecho que Kyu se replanteara el responder a la pregunta. Si al cambiaformas águila le importaba un poco la persona que vio la noche anterior, para Min era evidente que sería mejor no hablarle de los detalles a GeunSuk.

—Un tipo que conocí en un sitio web de citas. —Dijo Kyu casualmente.

—¿Cómo te fue? —Preguntó GeunSuk.

Min echó un vistazo al cambia-formas halcón y prácticamente podía sentir la animosidad que rezumaba fuera de él. Si Kyu tenía dos células en el cerebro chocando entre sí, negaría el haber pasado un buen rato, incluso si se trataba de la mejor primera cita en la historia de las citas. Min no sabía sobre el cambia-formas y el águila, pero era supuestamente brillante y hacía suspirar a los hombres.
No hacía falta más que un poco de observación para darse cuenta de que el cambia-formas halcón
sentía algo por Kyu.

Kyu se encogió de hombros. —No hubo ninguna química y el hombre era un ser humano. —El tono desdeñoso de Kyu hizo que GeunSuk se relajara claramente de nuevo.

—Bien. —GeunSuk sonrió.

—Háblame de los porosos. —Exigió Jun.

El cambia-formas cocodrilo hizo rápidamente un bocadillo mientras esperaba su respuesta. Eso explicaba por qué GeunSuk estaba allí. Min perdió el interés una vez que se dio cuenta de que el cambia-formas no iba detrás de su cocodrilo. Ahora podía volver su atención hacia el aspecto más importante. El rastrear a esos malditos porosos.

GeunSuk sacó aparte el trozo de pan que había puesto en su plato. Sus dedos traicionaban los nervios que no se reflejaban en su voz. —Hasta donde yo sé, llegaron a la ciudad la semana pasada. No había oído nada de ellos hasta entonces. Entraron en mi bar, como si fueran los dueños del lugar y exigieron dinero para protegernos.

—¿En serio? —Min nunca había oído hablar de un grupo de cambia-formas tratando de sacudir a otro grupo de cambiaformas de una manera inferior. Era simplemente grosero. Exigir protección era declarar al otro cambia-formas incompetente e incapaz de cuidar de su gente, lo último en insultos de cambiaformas.

GeunSuk frunció el ceño. —Por supuesto, en serio. ¿Por qué iba yo a hacer algo como eso? —Kyu puso su mano sobre el hombro de GeunSuk como si tratara de eliminar parte de la creciente tensión que había allí.

—Lo siento. Nunca oí hablar de algo tan estúpido en mi vida. ¿Es que en realidad piensan que les vas a pagar? Ustedes incluso no permanecen en la ciudad por mucho tiempo. Sólo eres el propietario de aquel bar porque es conveniente. —Dijo Jun.

Él sabía que los cambiadores halcones dejaban cada año la ciudad durante la migración.

—Como les dije a mis chicos, me estoy jugando el todo por el todo a partir de ahora. Mis días de viajes están de más. —Dijo GeunSuk con firmeza.

Kyu hizo un ruido que Min no entendió.

—¿Cuando dijiste no a la protección, te golpearon? ¿Por qué no te protegieron tu pandilla? —Esa fue la parte más desconcertante para Min. La mayoría de las bandas estaban muy unidas, como tejidas punto. Para Min era un poco sorprendente que se diera un paso atrás mientras un grupo de cocodrilos lo golpeaban.

GeunSuk se movió incómodamente en su silla.

—Están enojados conmigo porque voy a dejar la banda. Están luchando entre ellos para encontrar un nuevo líder. Ayudarme les hubiera hecho ver como débiles.

—Bastardos. —Dijo Kyu. Las palabras sonaban extrañas viniendo de un hombre con mirada angelical, pero, por lo que Min había aprendido, el águila de rostro dulce tenía un certificado de francotirador de buena precisión. Las miradas engañaban de muchas maneras.

—¿Qué sabes sobre la base de los cocodrilos? —Preguntó Min, tratando desesperadamente de mantener a GeunSuk en el hilo de la conversación. El halcón fácilmente se desviaba de su conversación cuando parecía que Kyu estaba interesado en lo que estaba diciendo.

—Los oí hablar de su nave. Sonaba como que la tenían en uno de los contenedores. Si no llegaban al radar, podrían pasar de contrabando prácticamente cualquier cosa. —Dijo GeunSuk. Min estaba de acuerdo. —Hay sólo unos pocos lugares donde puedes conseguir un barco de contenedores y lo descarguen para ti. Tendrían que sobornar al operador de grúa para que los contenedores fueran retirados de su buque, pero, si tienen una mano dentro del bolsillo, sería posible.

—O si han amenazado a las personas adecuadas. —Dijo GeunSuk. —Parecen ser el tipo de personas que utilizan el palo en lugar de la zanahoria. Tendrían en cuentan aquellas personas que tienen demasiado miedo como para decir algo.

—Su error. —Dijo Min. La emoción de la caza corría por sus venas. Amaba descifrar un misterio. —Voy a enviar a algunos de mis chicos para investigar donde pueden estar escondidos los cocodrilos. Los buques portacontenedores no son pequeños. No pueden estar escondidos en cualquier lugar.

—Eso sería genial. Sería bueno tener también una idea de cuántos porosos hay aquí. Si no son más que una vanguardia, entonces podríamos ser capaces de asustarlos antes de que puedan incursionar en el mercado. Ya Tenemos bastantes con nuestros propios delincuentes y traficantes de drogas. No necesitamos que traigan más. —Gruñó Jun.

—Entonces, eso es todo. Voy a llamar por ahí. Jun averigua lo que vamos a hacer cuando nos encontramos con ellos y ustedes dos, decidid cómo queréis ayudar.

—¿Quién te puso a cargo? —Replicó GeunSuk.

Min no lo dudó. Tenía que golpear cuando podía. — Jun lo hizo cuando aceptó ser mi compañero.

La boca de Jun se quedó boquiabierta.

Min decidió que era el momento perfecto para irse. Le dio un beso rápido a Jun y salió de la mansión antes de que Jun pudiera negar que alguna vez dijo tal cosa.

Min ni siquiera logró llegar a su coche antes de que Nam Soo lo interceptara.

—Haz daño a ese chico y tendré una nueva alfombra de piel de puma en mi habitación. —Dijo Nam sin molestarse con las sutilezas de un saludo.

—Es bueno verle de nuevo, señor. No tengo ningún interés en perjudicar a Jun. Lo quiero como compañero.

Nam frunció el ceño. —¿Crees que un puma y un cocodrilo pueden ser compañeros?

—Creo que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para que eso ocurra. —Respondió Min. Quería decirle al padre de Saeng que se jodiera, pero el hecho de que Jun consideraba al hombre como su padre, le detuvo. Bueno, eso, y la verdad, Nam era un hombre temible. Si los ojos eran verdaderamente las ventanas del alma, entonces Nam los tenía permanentemente cubiertos de hielo, hasta que ninguna emoción podía cruzar la tundra invernal de su ser.

—Bien. Junnie es un buen chico. Un poco salvaje, pero me imagino que es el cocodrilo que hay en él. Tiene que morder de vez en cuando para comprobar que todavía se menea. Si lo amas, no dejes que la presión le asuste.

Min apenas impidió que su mandíbula se cayera. Eso era realmente un buen consejo. —Gracias, señor, lo tendré en cuenta.

—Harás eso. —Nam se alejó y desapareció por el lado de la casa. Si el hombre hubiera desaparecido, mientras que Min aún había estado observando, no le habría sorprendido, tampoco.

Nam era extraño con cierto garbo. Por suerte, su hijo no tenía la misma habilidad.

Min despiadadamente suprimió la necesidad de ceder y llamar a Hyun.

Echaba de menos a su jefe y mejor amigo con una ferocidad sorprendente. Nunca habían estado antes separados durante tanto tiempo. Por suerte, tenía a Jun para mantenerle distraído.

Sacó su teléfono, Min empezó a llamar. Tenía que encontrar a los malditos cambiadores de cocodrilo antes de que causaran algún daño real.



Continuara............

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