miércoles, 31 de diciembre de 2014

Para tener un Humano Capitulo 7


Les llevó poco tiempo coger el ascensor desde el aparcamiento hasta el apartamento de Hyun y en seguida entraron en su estéril casa. Saeng reprimió un estremecimiento a causa de la personalizable morada.

-Voy a recordarte la promesa de una cena en tu casa -comentó Hyun como si sintiera la aversión de Saeng a su apartamento.

-Comparto un lugar con mi banda. A ti no te gusta la gente -comentó Saeng, tratando de poner a Hyun un poco en su sitio. Se preguntó si Hyun se ofendería si Jun pudiera hacer su propio programa de diseño, aunque Jun se arrancaría cada uno de sus dientes de cocodrilo antes de admitir que podía hacerlo.


-Hmmm. Tal vez no, pero aún así me gustaría ver dónde vives. No te avergüenzas de mí, ¿verdad? Tus compañeros de banda parecían tener sentimientos encontrados hacia mí. -La inseguridad en los ojos de Hyun sorprendió a Saeng.

Se tocó la mejilla un momento, como si estuviera considerándolo. -Hombre magnífico, alto, moreno, con un negocio de éxito. Puedes ser lo suficientemente aceptable. Quiero decir, estoy raspando el fondo del barril, pero supongo que servirás -sugeriría contratar a Kyu y rehacer el lugar. En todo su conjunto.

Hyun rió. -Toma asiento. ¿Quieres un trago? -Podía ser un buen anfitrión. Saltar al hombre de inmediato, probablemente sería de mala educación.

Saeng se sentó en el sofá, con las piernas bien abiertas y mostrando su erección. Hyun se humedeció los labios.

-Voy a tomar un poco de agua -dijo Saeng. -El agua, no puedo hacer eso.

Hyun retiró su mirada de la polla de Saeng para encontrarse con los ojos de su pareja. La lenta sonrisa de Saeng calentó a Hyun y alivió sus preocupaciones. -¿Estás de acuerdo con esto, ¿no?

-Por supuesto. Me alegra que hayas venido esta noche. Me preocupaba el que te echara de menos si tu llamada tardaba -confesó Saeng.

-¿Cómo no iba a hacerlo? -Min iba a darle un ataque cuando se enterara que Hyun había puesto fin a la llamada del cliente con el fin de asistir al concierto de Saeng. Él prefería perder a todos los clientes que tenía antes que decepcionar a su compañero. Hyun miró a Saeng. No podía recordar la última vez que alguien le cogía con la guardia baja. Saeng levantó su camiseta, dejando al descubierto un enorme tatuaje con un águila, un oso y un cocodrilo diseñados en un círculo.

-No lo tenías la última vez.

Saeng sonrió al tatuaje. Se pasó la mano por la marca intrincadamente detallada. -He estado esperando a tener el dinero para hacerlo. Quería una foto de mi familia.

Hyun soltó un bufido. -Tu familia es un águila, un oso y un cocodrilo. Tienes una familia muy rara. -Sabía que representaba la banda de Saeng, pero tenía que admitir que la falta de un felino en el tatuaje le dolía un poco. Una vez que se aparearan oficialmente, podría muy bien añadir un jaguar gigante en el cuerpo de su amante. Puede que cubriera toda la espalda. La mirada fría que recibiría por sus bromas hubiera hecho honor al cocodrilo.

Saeng se puso de pie y, a pesar de que apenas llegaba a la nariz de Hyun, su animosidad hubiera puesto orgulloso a un tigre de dientes de sable. -Tú has conocido a mi banda -le informó Saeng. -Ellos son mi familia. Bueno, ellos y mi padre.

Hyun sostuvo sus manos, en un gesto de rendición. -Lo siento. No me di cuenta que ustedes estaban tan unidos. Sé que son compañeros de banda y viven juntos, pero por lo general, las especies completamente diferentes de cambia-formas no se unen a un grupo. -Su relación fascinaba a Hyun. Otra razón por la que quería ver la casa de Saeng, para comprender la interacción entre sus amigos.

-Tenemos circunstancias especiales. He conocido a todos desde que era un niño. Es una larga historia -dijo Saeng.

-Me encantaría escuchar y compartir un poco de tiempo -dijo Hyun antes de ir a la cocina y regresar con un vaso de agua. Obtener información de su amante era difícil. Carey era como una caja fuerte de alta seguridad con un código de cifrado triple.

-Voy a compartir un poco de tiempo cuando todas las células de mi cerebro no hayan viajado al sur -ofreció Saeng. Aun a sabiendas de que Saeng lo hacía a propósito para distraerle, eso no le detuvo para enviar a su manera una mirada caliente a Saeng. Colocó cuidadosamente el vaso de agua sobre
la mesa antes de sentarse junto a él en el sofá.

-Estaré encantado de ayudarte con tu pequeño problema -ronroneó.

-¿Pequeño? -Saeng levantó una ceja, retándole a continuar. Hyun sonrió. Su compañero tenía un punto, no había nada pequeño sobre la erección presionando por falta de espacio dentro de los pantalones apretados de Saeng.

-¿He dicho eso? Me refería a un problema enorme -lo tranquilizó Hyun.

-Eso es lo que pensé que querías decir -dijo Saeng. Hyun sonrió.

Estaría encantado de volver a casa para encontrar a este hombre medio desnudo en su cama todos los días. Saeng tomó un sorbo de agua antes de empujar fuera sus zapatos y quitarse los pantalones. Completamente desnudo, se recostó en el sofá con un “cómeme” en sus ojos.

Hyun nunca había recibido una mejor invitación. -Hermoso. -No importaba cuántas veces Hyun lo veía desnudo, Saeng le sonrió. Lo había hecho bien. El hombre le pertenecía. Ahora sólo tenía que encontrar la manera de integrar en su mundo a un humano, sin que toda su manada se volviera loca por ello. Tener trabajando a Saeng con la manada había ayudado a algunos de ellos. Familiarizándose con un ser humano en medio de ellos les quitaba un poco el miedo inculcado por sus padres. Los seres humanos no siempre habían sido amables con los cambia-formas y todavía les quitaba el
aliento. Saeng era como una marca en su mundo, y muchos miembros de su manada tenían malos recuerdos de infancias torturadas y cuchillos, o de pistolas que llenaban encuentros aterradores. La personalidad y alegre amabilidad de Saeng había hecho mucho por allanar el camino a mejores
relaciones entre humanos y cambia-formas, pero todavía tenían mucho camino que recorrer.

Empujó lejos los pensamientos de su manada, y Hyun rápidamente se quitó la ropa ante la mirada interesada de Saeng.

-Eres la persona más fascinante que he conocido -susurró Hyun mientras subía en el sofá, poniendo una rodilla a cada lado de las caderas de Saeng. -Y eres todo mío -tarareó.

-Me tenías desde antes -le recordó Saeng.

-Sí, pero ahora no te puedes escapar -Hyun sonrió triunfalmente. A su gato interno le encantaba jugar y como Saeng estaba acostumbrado a estar alrededor de cambia-formas, sabía que el joven no se asustaría si las garras y colmillos aparecían.

-¿Quién dijo que yo quería escapar? -Saeng pasó su lengua por los labios mientras miraba a Hyun con los ojos llenos de lujuria.

-Mmm, yo no. -Hyun se instaló en el regazo de Saeng, complacido cuando su humano fácilmente aguantó su peso. Ayudaba que Saeng fuera lo bastante fuerte para ser un humano. Aunque a Hyun le gustaba ser el agresor, le gustaba incluso más que Saeng no fuera una flor frágil.

-Bésame -insistió Saeng.

-Chico agresivo -bromeó Hyun. Deslizó la lengua por los labios de Saeng hasta que le permitió entrar en el interior. Un calor se reunió a través de su cuerpo, haciendo que su polla se endureciera.

Gimiendo, se frotó contra el cuerpo de Saeng, dejando que sus erecciones chocaran y se moliesen juntas.

Él cubrió su puño alrededor de la polla de Saeng, bombeando suavemente.
Deslizó el dedo a través de la punta, extendió el líquido pre-seminal en la parte superior antes de lamer su dedo para saborearlo.

-Vamos por el lubricante. Este es un lugar que no quiere rozaduras.

Saeng rió. -No puedo discutir por eso. Deberías tener un tubo por aquí.

-Si vienes más a menudo, lo consideraré -coincidió Hyun. Se deslizó del regazo de Saeng, y sin previo aviso, levantó a su compañero y lo lanzó por encima de su hombro.

-¡Hey! ¿Qué es lo que haces, tratándome como a un saco de patatas? - protestó Saeng.

Hyun abofeteó las patatas de Saeng. Algo de Saeng confortaba su espíritu. No importaba la cantidad de estrés que tuviera durante el día, sólo ver la cara de su compañero hacía que todo fuera mejor.

Trabajar con él sólo acababa de aumentar su felicidad.

Hyun dejó caer a Saeng sobre la cama. Se quedó inmóvil cuando la belleza del momento lo agarró por el cuello. El amor le quitó el aliento. -Me gusta. - Frenó las palabras brutales. A Saeng no le gustaría todavía escuchar esas tres palabras. Cuando se trataba de sentimientos, su ser humano estaba
más inquieto que un gato en una habitación llena de cachorros.

-¿Vas a quedarte ahí todo el día o vas a joderme correctamente? -se quejó Saeng.

-¿Correctamente? -preguntó Hyun. -No, pienso follarte muy mal. -

Agarró el lubricante del cajón. -Date la vuelta. Quiero joderte duramente y no quiero tener que doblarte por la mitad.

-Pero soy muy flexible -Saeng bromeó.

-Sé que lo eres. Ahora date la vuelta -Hyun utilizó su voz de mando, al que respondían de inmediato todos los gatos de su manada.

Saeng levantó una ceja. -¿Acabas de intentar ser mi alfa?

Hyun suspiró. -Justo antes de darte la vuelta completamente arruinas mi estado de ánimo. -Al dar ese mensaje le dio la atención que merecía.

Saeng puso los ojos en blanco. -De alguna manera dudo que pierdas el interés. -A pesar de sus palabras, Saeng se volvió boca abajo y movió el culo. - ¿Agitando esto ayuda a resucitar tu interés?

-Sin duda, tu culo podría ser la próxima Viagra, capaz de poner el pene duro a un hombre con un sólo movimiento.

Saeng miró por encima del hombro a Hyun. -No sé si debería sentirme halagado o consternado por las imágenes que acabas de poner en mi cabeza.

-Siéntete halagado -dijo Hyun. Preparó a su amante con cuidado antes de hacérselo a sí mismo. Sin más aviso, empujó su polla dentro del agujero bien lubricado de Saeng, saboreando el primer momento de la introducción. En el segundo que entró en Saeng, hizo una pausa para deleitarse con la interacción inicial cuerpo-cuerpo. Había tenido muchos amantes en su pasado y jamás ninguno de ellos se habían sentido tan bien como Saeng. Cuando se conectaban, era como si sus almas se unieran.

Inclinándose hacia adelante, envolvió su cuerpo enteramente alrededor de Saeng, en torno a su amante con su calor. En resumen, daba movimientos lentos de ensueño, se deslizaba dentro y fuera de Saeng, acariciando cada trozo de piel, cada segundo de calor en torno a su polla y cada suspiro que
sacaba de su compañero, era como una dulce música.

-Uno se siente tan increíblemente envuelto. Quiero seguir aquí para siempre -susurró Hyun en el oído de Saeng.

-Podría hacer que el tiempo en la oficina fuera un poco incómodo - Saeng respondió con un enganche de su aliento.

-Mmm, voy a correr el riesgo -Hyun hundió sus dientes en la marca, lo que reforzaba su afirmación. -Eres mío. Cuanto más pronto estés de acuerdo, más rápido podremos comenzar a planificar nuestra vida juntos.

-Pero no hay presión -Saeng se apretó alrededor de Hyun, haciéndole sentir más la sensación. -Y deja de morderme.

-Más presión -se quejó Hyun. -Y te voy a morder hasta que todo el mundo sepa que estás reclamado. -La idea de que todos supieran que Saeng le pertenecía, incluso cuando bailaba semidesnudo en el escenario, brillaba como un sueño seductor.

Hyun envolvió una mano alrededor de la polla de Saeng, le bombeó hasta su finalización. Con un grito, Saeng llegó y disparó en la mano de Hyun. El olor y el tacto de Saeng le envió al límite. Su polla palpitaba por su liberación, inundando a su amante con su olor y reforzando su afirmación de apareamiento. Saliendo cuidadosamente de su compañero, Hyun se derrumbó a su lado. Puso a Saeng en sus brazos mientras salía de la confusión.

-Lo limpiaré en un minuto -dijo Hyun.

-Necesitamos pañuelos nuevos -murmuró Saeng.

-Descansa. Traeré algunos -Hyun lo tranquilizó.

-Está bien. -Saeng aceptó, ya con sueño en su voz.

-Mi compañero -susurró Hyun, acariciando la nuca de Saeng.

-Tuyo -coincidió Saeng.

Hyun despertó sonriendo con Saeng acurrucado entre sus brazos. Saeng había accedido a ser suyo. Su compañero podría haberlo dicho en el calor de la pasión, pero Hyun lo mantendría en su acuerdo. Bastaría una rápida llamada a Linda para concertar una reunión con la manada la semana próxima. Se podría planificar una ceremonia de apareamiento al mismo tiempo. Incluso se podría extender la invitación a los amigos y al padre de Saeng si quisiera. Hyun se preguntó qué clase de persona había criado a su compañero, el cual era bastante complicado.

Hyun apartó el pelo de la cara de Saeng mientras dormía. Para una persona que siempre estaba en estado de alerta cuando estaba despierto, Saeng dormía profundamente, como un niño seguro en la cama. Hyun esperaba que Saeng se sintiera siempre seguro a la hora de dormir con él.

Con un rápido beso en la mejilla de Saeng, Hyun se deslizó fuera de la cama, y entonces se puso los pantalones vaqueros. Llevó sus pasos en silencio cuando salió de su habitación para hacer un poco de café. No había razón para despertar a su amante, que no tenía trabajo en ese momento. Eso le recordó a Hyun que todavía necesitaba hablar con Min sobre Sungmin.

-Buenos días, Sr. Kim. -dijo una voz extraña. En respuesta, las garras de Hyun salieron de sus dedos frente al intruso en su casa. Un hombre con cabello negro y robusto con los ojos más fríos que jamás había visto, estaba sentado contra él. Una pistola descansaba a su lado, a la vista. Vestía en un traje suave con zapatillas de deporte de marca, pantalones de color caqui y un polo beige, el hombre no se destacaría en una multitud. Una persona promedia no recordaría al extraño dos segundos después de que pasara por la calle.

Hyun sentía frío, por la facilidad con que el hombre podría mezclarse en una multitud, de todos modos sólo era un día normal para el hombre que cómodamente tocó el arma de su lado.

-¿Quién eres? -Hyun estaba bastante satisfecho de que su voz no temblara. Tenía que sacar a este tipo de aquí antes de que Saeng despertara.


Continuara...........

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