viernes, 12 de diciembre de 2014

Barcos en la noche. Capitulo 9


—Así que, ¿cómo estuvo la cita? —preguntó Jun. Estaban todos pasando el rato en la sala de Saeng, trabajando en la canción para la película de Hyun.

Saeng sacudió la cabeza vigorosamente, mirando significativamente a Kyu, quien estaba sentado a su lado en el sillón y actualmente ocupado viendo a través de las hojas de la canción. Aún no había mencionado salir con Hyun a los otros miembros de la banda y no sabía cómo empezar el tema.

—¿Qué cita? —preguntó Kyu, había curiosidad evidente en su cara mientras los miraba a ambos.


Jun se encogió de hombros cuando Saeng lo miró.

—¿Y por qué siempre soy el último en saber las cosas? —agregó Kyu, poniendo una fingida expresión herida.

—No es… quiero decir… ni siquiera sé si es serio —murmuró Saeng.

—Oh, es serio. —Kyu regresó a mirar las hojas de la canción, agarrando un lápiz y escribiendo algunas sugerencias en los márgenes.

—¿Qué quieres decir, con que es serio? ¡Ni siquiera sabes con quien estoy saliendo!

—Si no fuera serio, no te preocuparías por decirme del chico que follaste, oh, te ruego me disculpes, del chico que te folló.

—Oh, Dios. ¿Acaso todo el mundo sabe cuál es mi posición sexual favorita o algo? —Saeng colocó su cara en sus manos.

—Vamos, vamos ahora —dijo Jun, estirando una mano para darle una palmadita en el hombro.

—Cállate. Todo es tu culpa —murmuró Saeng.

—¿Así que vas a decirme quien es el chico? —preguntó Kyu.

—Hyun Joong—respondió Jun por él con bastante claridad.

—¡Oh, por el amor de Dios, Jun! —Saeng levantó su cara y fulminó con la mirada a su amigo.

—¿Qué? Te estaba tomando una infinidad, decirlo.

—¿Estás saliendo con Hyun? —Kyu miró a Saeng para confirmación.

—¿Umm…sí? —replicó Saeng.

—Oh, bien por ti entonces, mi hombre. —Kyu le sonrió ampliamente, dándole una fuerte palmada en su espalda antes de volver a escribir en las hojas de la canción.

—¿Eso es todo? —dijo Jun casi gritando—.Dijo que estaba saliendo con Hyun Joong y tú dices ¿bien por ti?

—¿Qué? ¿Esperabas que abriera una botella de champán o, aún mejor, bailar desnudo alrededor del cuarto? Buen Dios. Nuestro Saeng está saliendo con una estrella de cine, sí, reconozco eso. Bien por él. ¿Podemos volver a la canción ahora?

—Te amo, Kyu—dijo Saeng, sonriendo a su amigo quien era el más conectado a la tierra de los tres.

—Te amo también, Saeng—replicó Kyu, devolviéndole la sonrisa.

—Y nadie me ama a mí por supuesto. Típico —resopló Jun.

Cuando nadie respondió, Jun se levantó y dejó la sala, en dirección a la cocina, murmurando algo acerca de estúpidos amigos quienes no sabían cómo apreciarlo.

Ambos Kyu e Saeng se miraron entre ellos unos pocos minutos más antes de echarse a reír.


—Así que Kyu y Jun saben.

Hyun miró a Saeng, sus ojos asomándose por encima de la cubierta del DVD y la sinopsis que había estado leyendo en la parte posterior. —Está bien… Morderé. ¿Saber qué?

—Sobre nosotros —replicó Saeng.

—Está bien. —asintió Hyun antes de regresar su atención a la cubierta posterior del DVD.

—Está bien —repitió Saeng antes de agregar—. ¿Así que realmente estás bien con personas sabiendo lo de nosotros?

Hyun colocó el estuche del DVD sobre la mesa.

—Sí, estoy bien con eso. ¿Por qué? ¿Creíste que tendría un problema con eso o algo? No estoy en el closet, Saeng. Nunca lo he estado. Tan solo no me gusta hablar con la prensa sobre mi sexualidad, eso es todo. No es asunto de nadie sino mío.

—Bien, bien. —Saeng asintió entusiastamente, no sabiendo que otra cosa decir.

—Así que, con eso arreglado, ¿podemos ver esta película ahora? —preguntó Hyun.

—Um, sí, por supuesto. Iré a traer las palomitas. —Saeng se levantó del sofá, a punto de moverse hacia la cocina, cuando Hyun habló.

—¿Hiciste palomitas? —sonrió.

—Sí, las hice. Vamos a ver una película. Por lo tanto debemos tener palomitas. Es sólo una de esas de microondas. —Saeng se encogió de hombros.

—Gracias, Saeng. Amo las palomitas. —dijo Hyun suavemente. Saeng sabía que Hyun amaba las palomitas después de ver al hombre comer la mayoría del contenido del cubo en su cita del carnaval.

Asintió antes de apurarse a la cocina, sin esperar a que Hyun lo viera ruborizarse. Era asombroso como unas pocas palabras de Hyun podían hacerlo enrojecer como un colegial.


Una hora después ya no estaban prestando atención a la pantalla de televisión. Durante la película habían gravitado entre sí. Era difícil para Saeng no apoyarse en el duro cuerpo de Hyun, el cual estaba irradiando calor como un horno. Eso guió a toques burlones y lentos, persistentes besos. Y ahora, de alguna forma, Saeng yacía flojo en su espalda mientras Hyun se estiraba encima de él, sus cuerpos tocándose mientras sus lenguas continuaban buscándose una a la otra. Hyun estaba besándolo suavemente, luego un poco duro… lento, y ahora rápido. Chupaba el labio inferior de Saeng, mordiéndolo gentilmente antes de dejarlo ir. Saeng dejó salir un gemido necesitado mientras sus frentes descansaban una contra la otra, sus ásperas respiraciones entremezclándose.

—Probablemente deberíamos llevar esto a la recámara —jadeó Hyun.

—Sé más obvio, Hyun. Veo lo mucho que quieres entrar en mis pantalones —dijo Saeng, su voz saliendo entre profundas bocanadas de aire.

—Estás diciéndome que esto —Hyun gruñó mientas molía sus caderas con las de Saeng—, ¿no nos ordena a ambos entrar en los pantalones del otro?

—Oh, Dios —gimió Saeng mientras sentía la fricción de sus rígidas pollas frotándose una contra la otra—. No dejes de moverte, Hyun. Oh, Dios. —Saeng se retorcía contra la dura polla de Hyun, gimiendo más fuerte cuando la sensación causó que sus ojos se volvieran hacia atrás en placer.

—Joder, Saengie. Tan caliente. —Hyun lamió un hilo de sudor a lo largo del cuello arqueado de Saeng.

Ambos continuaron frotándose uno contra el otro mientras pasaban los créditos de la película en la pantalla de la televisión. Los únicos sonidos en la habitación eran jadeos y respiración agitada, y el único movimiento era el follar sincronizado, diseñado para lograr el éxtasis tan rápido como fuera posible. Saeng se vino con un grito, su caliente semen inundando su ropa interior. Unos pocos minutos después mientras trataba de recuperar el aliento, se dio cuenta de que Hyun había logrado su orgasmo, también. Oscuras manchas ahora se extendían a través de los frentes de sus pantalones. 

Saeng rio. —¿Somos una pareja de adolescentes o qué?

—Estoy sorprendido de que aún puedas hablar —dijo Hyun, su voz ligeramente ronca.

—Bueno, necesitamos tomar una ducha pronto. Puedo sentir el semen secándose y no es exactamente cómodo —Saeng hizo una mueca mientras se movía.

—Oooh, sexo en el baño. —Hyun instantáneamente se animó, su polla crispándose con el pensamiento.

—Sí, bueno, lo que sea —replicó Saeng mientras sentía su propio eje dolorido contrayéndose en respuesta.


Continuara................

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