jueves, 16 de octubre de 2014

Un hombre lobo en el Zoo .Capitulo Final !!


—Ellos liberaron el lobo esa mañana.

Jun se volvió hacia Bum, frunciendo el ceño.

—¿Qué lobo?

—El que Min puso en la jaula para sustituir a Kiseop. Por lo visto, había sido comprado por una compañía ilegal. En realidad no era un rescate, no había vivido en estado salvaje. Fue secuestrado justo aquí en el Parque Nacional.

—Bum, me he perdido completamente. ¿Qué?

KiBum sonrió.

—No lo sabías, ¿verdad? Bueno, yo escuché hablar al Director Ski con el detective.

—¿El Detective Kyu Jong? —Preguntó Jun, recordando al enorme shifter tigre.

—Sí. ¿Le conoces?

Jun asintió con la cabeza.

—Sí. Fue en la noche de póker. De todos modos, —dijo él agitando una mano— continua.

—Bueno, —susurró acercándose.

—Evidentemente, hay cazadores furtivos en el Parque Nacional, y mientras Kiseop corría confuso, ellos lo atraparon y lo vendieron al zoo. Min y algunos otros lo reemplazaron con un lobo real del bosque, que acababa de encontrar esa mañana.

Sonriendo Jun dijo—: Eso explica porque eras tan protector con él. Puede que no le hubieras conocido entonces, pero era tu compañero.

—Ja, Ja. Muy divertido. —Bum lo miró.

Vio la diversión en sus ojos.

—¿Han encontrado a los cazadores?

—No es lo que he oído. —La alegría se fue de sus ojos—. Me hiela que haya gente que pueda hacer eso a los animales. Si alguna vez los conozco, les daré mi opinión.

—Calma —Jun arrastró las palabras.

Kibum rodó sus ojos.

—Tal vez cuando veamos a nuestros compañeros esta noche, sepamos más. —Bum se mordió sus labios y frunció el ceño.

Jun levantó una ceja preguntándose que la estaba molestando ahora.

—Kiseop planea decir a papá lo nuestro, ahora que me ha reclamado, queremos vivir juntos, odio tener que dejarlo todas las noches.

—Sí, puedo entenderlo. No me gustaría tener de dejar a Min todas las noches.

—¿Estan viviendo juntos?

El shock en la voz de Bum le hizo reír.

Jun se encogió de hombros.


—Hemos estado en mi casa o en la suya, o en casa de Kiseop con los miembros de la manada, exponiendo sus habilidades al póker. Todo lo que realmente queda es tomar nuestras cosas y elegir un sitio. Hemos hablado de algo más cerca a la manada. No me importa conducir más tiempo.

—Wow, eso es increíble.

—Bueno, no es como si pudiéramos casarnos. No es legal en este estado. —Sonrió Jun—. Pero compañeros es suficiente.

Bum le sonrió y lo abrazo.

—Nunca te había visto tan feliz hermano. Se ve bien en ti.

—Gracias.. Lo hace, ¿verdad? —Jun la adelanto yendo hacia la puerta—. Vamos a pasar esta noche sin levantar un alboroto, no voy a decirles que soy gay todavía. —Le guiñó un ojo y salió por la puerta.




—Por mucho que odio pedirte esto, por favor, ten las manos quietas mientras estemos aquí.

La frente de Min se disparó.
—Precioso, ¿qué estás diciendo? ¿Qué no puedo controlar mis manos?

Jun le sonrió.
—Oh, sé exactamente lo que puedes hacer con las manos, y el plan es hacerlo esta noche. —Su sonrisa vaciló—. Pero Kiseop necesita apoyo a la antigua usanza. Así que esta noche solo somos amigos.

Min vio la tristeza en los ojos de Jun antes de que pudiera ocultarla.

—No es como esperar que les diga que eres mi pareja cambie las cosas entre nosotros al final, ¿verdad? —Ahuecó el rostro de Min y tiró de él hacia adelante.

Min besó suavemente a su compañero.
—Por supuesto que no. Solo que no lo entiendo, tienes un gran corazón, poner a tu hermano por encima de tu felicidad. Sé lo mucho que queremos compartir la verdad, pero haremos esta noche especial para ellos. —Volvió la cabeza y le besó la palma de su mano—. Y puesto que estarás en mi cama esta noche, no me importa lo demás. —Min sonrió, llenándolo de calor—. Te amo Junnie.

Los ojos de Jun se agrandaron.
—¿Me amas? —Susurró en voz baja.

—Oh, sí hermoso. —Respondió sin dudas—. Amo todo de ti. Tu gran corazón, tu consideración, tu curiosidad natural y tu muy sexy culo. —Sacó a Jun del asiento del coche y lo sostuvo cerca—. Pero lo que más me gusta de ti, es que eres mío. 

—¿Sí? —Murmuró con voz ronca Jun.

—Oh, sí. —Respondió antes de sellar sus labios con los de Jun. Se adentró profundamente disfrutando del sabor picante de su compañero mezclado con pasta de dientes recién usada. Después de un momento se retiró—. Pero si no salimos de aquí no me hago responsable de mis acciones. —Jun se echó a reír cuando lo siguió desde el coche.

Min entró dentro sin molestarse en tocar.

Min no podía dejar de mirar el culo del hombre cuando lo llevó a través de la gran sala. Su visión periférica le mostró una biblioteca a su izquierda, pero Jun giró a la derecha, entrando en una sala de estar. Bum y Ki estaban sentados en una otomana frente a dos personas más mayores. Pudo ver de dónde venían los ojos de Jun, pero los de su padre eran demasiado fríos y calculadores. La nariz y los labios de su madre suavizaban su cara. Dios, su Jun era precioso. 

—Hola, mamá. Papá. —La pareja se levantó y abrazaron a Jun, éste se volvió y colocó una mano en el hombro de Min—. Me gustaría presentaros a mi buen amigo y hermano de Ki, Jung Min. —Miró a Min y sonrió—. Mis padres.

—Encantada de conocerte, Min. —Su madre se adelantó y tomó su mano entre la suya. —Ella miró a Kiseop antes de volver a mirarle

—¿Y tú sabes de mujeres maravillosas, Min?

Ah, mierda, el hombre lo sabía. Podía oler la ira y el disgusto que irradiaba desde el padre de Jun. Min miró a Kiseop, que se había endurecido por el comentario. 

Min sonrió y se volvió a centrar en el padre de Jun.

—Bueno, he conocido unas cuantas, si, pero creo que no es realmente una conversación apropiada señor. Un caballero no besa y lo cuenta.

—No, pero tu estas dispuesto a joder y contarlo, ¿verdad? —Se burló.

—Papá.

Min no pestañeó cuando Jun y su madre gritaron a la vez. Apretó la mandíbula.

—No tengo ni idea de lo que está hablando. —Respondió de manera uniforme.

Su padre cruzó la habitación hacia la chimenea y agarró el atizador antes de darse la vuelta.
—Quizá no joder y contarlo, pero tu amante lo hace. 

Con eso Min parpadeó, incapaz de mantener la sorpresa en su cara.
El padre sonrió fríamente.

—Eso es cierto. Tu amante Yunho me lo dijo, como lo dejaste para tratar de seducir a mi hijo. Bueno, los de tu clase no sois bienvenidos aquí. Se lo permito a Bum, pero solo es capricho de una niño que no sabe lo que quiere, Jun es diferente. Y si no dejas a mi hijo en paz, me aseguraré que te arrepientas. Hundiré tu empresa de contabilidad. ¿Me escuchas? 

No podía evitarlo. Se rió de buena gana, no podía detenerse incluso cuando el padre de Jun fue hacia él con el atizador y todos los demás en la sala le estaban mirando como si se hubiera vuelto loco.

—¿Yunho? ¿Ese llorica, arrogante excusa de hombre? —Negó con la cabeza—. De verdad necesitas como aprender a oler una mentira mejor, porque no tocaría a Yunho ni con un palo de diez metros.
El padre de Jun sopesó el atizador.

—No importa si follaste con él o no. Te he seguido, te he visto pasar tiempo con mi hijo. Buenos amigos, mi culo. Ahora vete. 

—Espera. —Ordenó Jun, su voz tranquila cuando se interpuso entre Min y su padre.

Jung Min le lanzó un gruñido y apretó su mano para suprimir la necesidad de retirar a su compañero del peligro.

—Si le echas, le seguiré. —Dijo Jun con firmeza. Se volvió hacia su madre—. Mamá te amo, pero amo a Min también. Es mi futuro. Por favor entiende. Lo amo. 

Olió su confusión, su madre no entendía nada de lo que estaba pasando. Vio como la cara de su padre enrojecía.

—Si sales por esa puerta, muchacho, te desheredo. —Le amenazó su padre—. No voy a tener dos maricas mancillando el apellido Kim.

Jun resopló y sacudió la cabeza.
—Nunca quise tu dinero, papá. Nunca. Y no necesito nada de ti. —Se giró y agarró el brazo de Min—. Vamos.

A pesar que Jun había dicho lo que esperaba, todavía le dolía que su compañero perdiera a sus padres por su culpa. Jun llegó hasta él y le tocó su mandíbula.
—Está bien, bebé.

Por el rabillo del ojo, Min vio a al padre de Jun moverse. Se dio la vuelta poniéndose a sí mismo entre su padre y su compañero, y el atizador cayó sobre su cabeza. El golpe le hizo tambalearse, sacudió la cabeza, tratando de limpiar los golpes en el cráneo. Escuchó un gruñido tras él cuando Kiseop saltó atravesando la habitación y abordó al hombre airado, luchando contra el iracundo hombre, quitándole el atizador y haciéndolo caer.

Min se acercó a la pareja que luchaba y tocó el hombro de su hermano.
—Déjalo.

Ante la mirada de sorpresa de Ki, negó con la cabeza.

—Son malentendidos de familia. —Murmuró.

Min vio el brillo salvaje en los ojos castaños de Kiseop y conoció que su lobo estaba cerca de la superficie. Negó con la cabeza diciendo en voz baja.

—Déjalo estar hermano. No vale la pena.

Kiseop se levantó lentamente, liberando al hombre. Retrocedió con recelo hasta su propio compañero, viendo como el padre farfullaba levantándose.

—Relájate. Me voy. —Min gruñó—. Pero si amenazas otra vez a Jun no te perdonaré.

Los ojos del padre se agrandaron por la sorpresa y una nueva ola de ira enrojeció su rostro.
—Fuera. —Gruñó.

Kibum saltó del sofá, de pie junto a Kiseop, que automáticamente pasó un brazo alrededor de el y la atrajo hacia él.

—Todos nos vamos, padre. —Dijo Kibum fríamente. Su voz se suavizó cuando Bum se dirigió a su madre—. Lo siento mamá. Estaremos en contacto.

Jun abrió la marcha del edificio dejando un par de palabras a sus padres.

—¿Estás segura que quieres hacer esto, Bummie? —Le preguntó su compañero en voz baja.

Min la escuchó suspirar detrás de ellos.

—No, pero no nos han dejado otra opción, ¿verdad? No podemos seguir inclinándonos ante un padre y sus ridículos caprichos, y me niego a perder a mi hermano y mi pareja. 
Oyó la sonrisa detrás de sus siguientes palabras.

—Además, mamá le hará cambiar de opinión. Si la conozco no le permitirá perderse nada.

Cuando llegaron a los coches, Jun tomó el brazo de Min.
—¿Estás bien?

—Por supuesto, precioso. Un were aguanta más que un ser humano, sin ofender. —Dijo con un guiño—. No estoy sangrando. Estaré bien. —La preocupación le llenó por la palidez de su compañero—. ¿Y tú? ¿Estás bien?

Jun asintió con la cabeza.
—Solo preocupado por ti.

Sonriendo le acercó y juntó sus labios, su lengua se deslizó al interior, tranquilizando a su compañero. Una garganta se aclaró tras él llamándole la atención. Se giró volviéndose encontrando a Kiseop con el ceño fruncido.

—Necesitamos contárselo a Hyun. Tiene que saber lo que hizo Yunho.

A pesar de todo, lo que Min realmente quería era ir a casa y enterrarse en el culo de Jun, sabía que Kiseop estaba bien.

—Iremos justo detrás de ti.



Jun siguió a Min dentro de la cabaña rústica, ingresando en los suelos de madera que los shifters parecían preferir. Min había dicho que era porque las uñas se enganchaban en las alfombras. Se había reído en su momento, pero cuando pensó en ello más adelante, la lógica tuvo sentido. Siguió el ejemplo de Kiseop y Min  inclinó la cabeza dejando al descubierto su cuello a los grandes hombres. 

Para su sorpresa, Hyun se rió entre dientes.

—Gracias, Jun. —Se volvió hacia KiBum—. Es bueno conocerte por fin, Kibum. Lo siento, he interrumpido muchas de tus citas. 

Bum sonrió.

—Es un placer conocerte también. Es bueno por fin poner una cara al nombre. 

Hyun asintió con la cabeza bruscamente y se volvió para mirar a Kiseop.

—Todos parecéis agitados. ¿Qué pasa? 

—Yunho de nuevo, Alfa. —Dijo Kiseop—. Trabaja con el padre de Jun, y ha repartido unos rumores preocupantes.
Hyun frunció el ceño.

—¿Qué tipo de rumores?

Kiseop se volvió hacia Jun, y se dio cuenta que el compañero de su hermano esperaba que él lo explicase.
—Yunho le dijo a mi padre que él y Min eran amantes, y que Min lo dejó para seducirme. Mi padre no sabía que era gay, por lo que se enojó. Trató de herir a Min con un atizador de hierro.

El Alfa le miró durante varios segundos, como si esperara más.

Jun se quedó en silencio.

Finalmente se levantó y salió de la habitación.

Jun miró a Min que le palmeó la mano tranquilizándolo.

Hyun apareció un momento después con un teléfono aferrado al oído.

—Sí, Kyu. Necesito que me traigas a Yunho. Ahora, correcto. —Hyun colgó el teléfono y sonrió al grupo—. Estaba a punto de preparar la cena ¿Alguien está interesado en unos filetes? 

Jun miró la posición del Alfa en la parrilla a través de la ventana de la cocina unos pasos detrás. Miró sobre su hombro y Kibum miró detrás envolviendo sus pasos alrededor de él y puso su cabeza en su hombro. Bum siguió su mirada y vio a Hyun. 

—No es lo que yo esperaba. —Murmuró en su oreja.

Asintiendo con la cabeza, Jun se volvió con el mirando al gran hombre tomando un trago de cerveza y tapando los filetes. 

—Está solo.

—Entonces tenemos que encontrarle a alguien. —Dijo en voz baja.

—No trates de jugar al casamentero con el Alfa, Bummie. —Dijo Kiseop desde el otro lado del mostrador. Sonrió por sus expresiones disgustadas y luego se puso serio—. El pobre hombre tiene suficiente con la gente, para que lo hagáis vosotros también.

Kibum levantó la mano.
—Lo tengo. No te preocupes por nosotros. Nos quedaremos fuera. —Entonces el miró disimuladamente a Jun.

Sus ojos se abrieron. Conocía esa mirada, el quería hacer algunas investigaciones dentro de la vida personal del Alfa.

—No. ¡No lo haré! Por supuesto que no.
Agarró la ensalada y se dirigió a la mesa. Al pasar a Kiseop le dijo entre dientes.

—Vigílalo. Tiene un as bajo la manga. Va hacer que te avergüences. —La mandíbula de Kiseop cayó, pero Jun no perdió tiempo y escapó dejando a un jadeante hermano tras él.
Diez minutos más tarde, Hyun hizo una pausa mientras echaba los filetes en la parrilla para olfatear el viento.

Jun miró a los hermanos hacer lo mismo.
—Está aquí. —Susurró Min justo antes de que Yunho.

Hyun sacó el último de los filetes y los puso en un plato en la mesa de picnic.
—Kyu, gracias.

El hombre inclinó la cabeza sumisamente y se detuvo cerca de la mesa. Hyun volvió su atención a Yunho.

—Parece que tenemos un problema Yunho. Cuando te dejé la semana pasada te prohibí expresamente que te acercaras a Min. 

—Pero no me he acercado a él. —Farfulló Yunho.
Levantó una mano y chasqueó la boca, cerrando la boca de Yunho.

—No, Yunho, pero has hecho algo peor, le has calumniado. —Hyun frunció el ceño—. ¿Por qué Yunho? ¿Por qué haces eso?

La boca del hombre se abrió y cerró varias veces antes de que se las arreglase para conseguir sacar cualquier palabra.

Cuando lo hizo la mandíbula de Jun se abrió en estado de shock.

—Min es mi compañero. He esperado años a que se diera cuenta de eso. —Gritó antes de girar y apuntar a Jun con el dedo—. Y luego viene este humano y trata de robármelo. —Yunho se volvió hacia Hyun—. Se lo dije al padre del humano porque sabía que podía mantenerlos separados. Entonces Min no se distraería más.

Jun miró a Hyun por temor a su respuesta. ¿Estaría de su parte? O de lo contrario ¿diría que el otro lobo era la pareja de Min? Vio como la mandíbula de Hyun se apretó y un punto pulsaba en su cuello.

Cuando habló, su voz salió con un gruñido.

—Min ha elegido a su pareja, Yunho. Jun está reclamado. El reclamo de compañero se ha completado.
Vio como los ojos de Yunho se abrieron con horror. Levantó la nariz al viento e inhaló. Los ojos de Yunho se dilataron reconociéndolo, centrando su mirada en Jun.

—No. —Susurró—. ¡No!

Jun miró con cautela, ocultándose instintivamente de los salvajes ojos de Yunho. Fue entonces cuando se dio cuenta que algo en el hombre se había roto. El hombre se estremeció y Jun reconoció los signos del cambio. Comenzó y terminó tan rápido que Jun supo que solo habían sido un par de segundos, la ropa estropeada cayó alrededor de Yunho cuando se lanzó hacia él en forma de lobo. Jun instintivamente cubrió los brazos sobre su rostro y cerró los ojos, pero nunca recibió el impacto. 

Al abrir sus ojos, observó a dos lobos cruzar el patio.

—Min. —Dijo entre dientes reconociendo al lobo negro. Ambos animales se mordieron y arañaron, se agacharon, bailaron alrededor del otro. Ambos eran aproximadamente del mismo tamaño, y Jun no podía decir quién era el ganador por toda la sangre y la piel que voló.

Miró a su alrededor y vio a Kiseop y Hyun observando atentamente, los ojos fijos en los combatientes.

—¿Qué estáis haciendo? Detener la pelea. —Antes de que pudiera moverse Kiseop le agarró del brazo.

—Quédate quieto. Solo lo distraerías. Te está protegiendo.

Con mirada de asombró, le echó un vistazo a Kiseop.
—Yunho quiere matarte. —Se apoderó del hombro de Jun—. Esta es nuestra manera, Jun. Protegemos lo nuestro. Yunho te atacó y eso significa que Min luchara con Yunho. —Kiseop se volvió y le miró a los ojos—. Confía en mi hermano. No fallará.

Un gritó sonó fuerte sobre el claro.

Jun se dio la vuelta y se quedó mirando.

Min estaba gruñendo sobre el cuerpo sangrando de Yunho. El lobo marrón rodó sobre su espalda presentando su sumisión y reconociendo su derrota el lobo negro dejó escapar un gruñido antes de echar la cabeza hacia atrás y gritar su victoria. Volviendo lentamente hasta el borde del claro, comenzó a cambiar. Segundos más tarde, un desnudo Min se paró cerca de la superficie. La sangre brotaba de varios cortes y heridas, pero eso no detuvo a Jun de lanzarse a los brazos de Min.

El alivio lo inundó cuando sintió los fuertes brazos de Min alrededor de él.

—No vuelvas a hacerme esto otra vez. —Le susurró a Min en el cuello. Sentía el pecho desnudo de Jung Min un estruendo por una sonrisa.

—¿Preocupado por mí, bebé?

—Infiernos, sí. —Gritó Jun.

Un gruñido detrás de ellos les hizo a ambos girarse. Min empujó a Jun fuera del camino justo cuando vio un enorme lobo color chocolate lanzarse. Segundos más tarde un lobo al que no reconocía tenía sus mandíbulas alrededor del cuello de Yunho. Un fuerte chasquido resonó por todo el claro y el más pequeño lobo marrón quedó inmóvil.

Cuando el lobo marrón le miró, Jun anduvo hacia atrás como un cangrejo hasta que la espalda golpeó en la mesa. Min apareció junto a él, sosteniéndolo cerca.
—Relájate Junnie. Ya ha terminado.

Temblaba en los brazos de Min cuando el lobo se acercó hacia ellos. Cuando el animal se detuvo a tres metros de distancia, Jun se dio cuenta de los ojos del animal al mirarle.

—Hyun.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del lobo y ni un segundo más tarde, un gran, y desnudo Alfa estaba agachado delante de ellos.

A pesar de que su mandíbula estaba apretada con ira, Jun vio la tristeza en los ojos del gran hombre.

Después de una breve inclinación de cabeza Hyun miró hacia el borde de la mesa.
—Kyu. —Dijo.

Kyu Jong asintió.
—Sí, Alfa.

El lobo se dirigió hacia el cuerpo quebrado de Yunho, lanzando un par de pantalones para cada uno de los hombres que estaban desnudos, ya que sus ropas viejas no eran más que dispersos trozos de tela en el suelo.

Después de ponerse los pantalones, Hyun se arrodilló frente a Min.

—Vamos a limpiarte, ¿sí?

—Estoy bien Alfa. Solo tengo unos pocos rasguños. —Min sonrió, poniéndose los pantalones—. Me gustaría mejor disfrutar de uno de esos filetes a la parrilla.

Hyun sonrió.

—Lo tienes.

Jun ayudó a Min a ponerse de pie y el trío se acercó a la mesa.
El Alfa asintió a Kiseop con la cabeza antes de pasar a Bunm, que había escondido el labio con los dientes en un valiente esfuerzo para detener las lágrimas que caían de sus ojos.

—Siento que esto haya sucedido en nuestro primer encuentro. Espero que este altercado nocturno, no haya manchado tu opinión de nosotros.

Kibum sacudió la cabeza. 

—No. Solo lamento que haya tenido que matar a uno de los suyos. Nunca debe ser fácil.

Hyun levantó las cejas cuando la esquina de sus labios se levantó.

—Comamos. Los filetes se están enfriando.



.......................................FIN........................................

No hay comentarios.:

Publicar un comentario