viernes, 17 de octubre de 2014

Un hombre lobo en el Zoo. Epilogo




Dos semanas más tarde…

Jun miró a su alrededor a toda la gente que llenaba el claro. No podía creer que todas esas personas fueran shifters, pero Min le había dicho que la mayoría de ellos eran parte de la manada 501, encabezada por Hyun. Jun encontró sorprendente que criaturas únicas estuvieran ocultas tan a la vista. 

Sintió la presencia de Min antes de su llegada, un interesante efecto secundario de estar acoplado. Jun sabía cuando su compañero estaba cerca, como un sexto sentido que se desarrolló para reemplazar a su falta de olfato. Jun sonrió hacia el hombre.

—Esta es una impresionante fiesta. —Dijo tomando la cerveza que Min le ofrecía.

—No todos los días un lobo encuentra a su compañero y esto anuncia la celebración del hallazgo de dos de ellos. El destino ha bendecido a nuestra manada. —Le dijo Min sonriendo como un tonto.

—Y felicidades de nuevo para ti y tu hermano Min. —Dijo Hyun dando un paso hacia ellos—. Su acoplamientos han traído una gran cantidad de alegría a la manada, y es esperanzador. —Un brillo divertido iluminó los ojos del hombre

—Hey chico. —Saludó Saeng llegando hasta el grupo.

—Hey Saengie. ¿Dónde has estado escondido? No te he visto desde hace tres horas. —Jun abrazó al hombre más pequeño. Durante un segundo pensó haber oído un gruñido pero luego Hyun tosió y se aclaró la garganta, y Jun se olvidó.

—He estado con los cachorros. Estábamos jugando cerca de las mesas de picnic, y un par de jóvenes me estaban explicando el cambio. Es muy divertido. He venido por comida para todos. —Volvió a sonreír, su entusiasmo le ilumino los ojos y su hermoso rostro masculino—. Bueno felicidades otra vez. Los veré más tarde.

Jun lo miró rebotando lejos y se rió.

—Wow, nunca le he visto así.

—Sí, déjale alrededor de los niños y él solo burbujea. Es algo más, ¿verdad? —Comentó Min.

—No es de la manada. ¿Quién es? —Preguntó Hyun.

—Lo siento Alfa. Debí haberos presentado. Ese es nuestro amigo, Young Saeng. Sabe de los shifters ya que en la fiesta del Cuatro de Julio hace unos meses nuestro padre y Kyu le explicaron.

Jun miró los ojos de Min abrirse.

—Oh, Dios mío. Por favor, dime que ellos te informaron.
Hyun vio como Saeng sonreía a Kyu, quien manejaba la parrilla y sus ojos se entrecerraron. 

—Sí. Young Saeng. Sí, recuerdo vagamente el nombre. —Miró y sonrió a Min—. Siento si te he alarmado. Es la primera vez que le veo.

Min asintió con la cabeza, una mirada de alivio se fijó en su rostro.
—Alfa, excuse la interrupción.

Jun recordó vagamente dar las gracias al orador, pero no pudo recordar su nombre.
Min sonrió y le susurró.

—Kyuhyun. Su nombre es Cho Kyuhyun.

Deslizando una mano dentro de los rizos oscuros de su compañero, Jun se puso de puntillas y le besó en los labios. Las palabras cazadores furtivos les llamó la atención y ambos se volvieron a escuchar. 

—Sí, he dicho que hemos localizado el almacén. Hemos dejado un mensaje para el detective y estamos esperando que nos devuelva la llamada.

Jun miró a Hyun poner su atención donde Saeng llenaba varios platos de comida. Echando un vistazo a Min, levantó una ceja preguntando.

Min se encogió de hombros, tratando de ocultar una sonrisa.
—Bueno, ¿quién sabe? —Le susurró a Jun en el oído.

Antes de que pudiera participar con los planes para asaltar el almacén, Teline los puso lejos. Se reunieron con Bum y Kiseop para tomar fotos. Varios minutos después, Bum dejó escapar un grito. Jun siguió su línea de visión y sonrió.

—Bueno que me aspen. El tenía razón.

Kibum fue corriendo a través del claro y envolvió a su madre en un abrazo de oso.
Un poco nervioso cuando se acercaba a su madre que hablaba con un animado Bummie, Jun sintió a Min tomar su mano y apretarla. Sonrió a su compañero, respiró hondo y dijo—: Hola mamá. Estoy muy contento que hayas podido venir.

Su madre se volvió y sonrió.
Cuando ella se acercó y le dio un abrazo sintió una oleada de alivio inundarlo. 

—Hijo. —Murmuró, tomando sus mejillas con ambas manos haciendo bocina—. Tienes buen aspecto.

Jun le devolvió la sonrisa.
—Estoy bien mamá, pero te he echado de menos.

—Y yo siento eso. No creo que tu padre acepte jamás tu elección, siempre pensó que Bum estaba enfermo o que era solo un capricho de niños, siempre espero que tu lo hicieras cambiar de opinión, pero ciertamente yo puedo ver el atractivo. —Miró a Min y sonrió. Se inclinó hacia Jun y susurró en voz alta—. Es un joven muy apuesto, ¿verdad?

Riendo Jun asintió con la cabeza.
—Creo que sí.

Su madre sonrió y le dio un beso en la mejilla.
—Estoy orgullosa de ti, por ir detrás de lo que quieres Jun. Siempre he estado orgullosa de ti. de los dos.
Sus palabras causaron que una tensión que no sabía que tenía se fuera de su pecho. Nunca se lo había oído decir antes.

—Gracias, mamá. —Le susurró con la garganta estrecha de repente.
Después de acariciar la mejilla ella se volvió hacia Min.

—Y tú joven. Sigue haciendo a mi hijo tan feliz como lo es ahora y no tendremos ningún problema. —Dijo ella con fiereza.

Kibum soltó una risita.
—Le dijo lo mismo a Kiseop. —Le reveló.

Min se echó a reír, volviendo su atención a su madre.
—Por mi honor, haré todo lo que esté en mi poder para mantener a tu hijo sonriendo.

—Bueno. —Dijo, antes de pasar a Bum

Jun miró a su madre y su hermano cruzando el claro. Se estremeció sintiéndose mal por Kiseop. Una mano en el brazo le llamó la atención. Una joven mujer miraba a Jun, sonriéndole tímidamente.

—Entonces, ¿crees que encontraré a mi compañero en un zoológico?

Jun se echó a reír acercando a Min.

—Quizá. Después de todo encontré a mi hombre lobo en el zoo. 

—Sí, eso hiciste. —Susurró Min antes de capturar sus labios en un beso que le derritió los huesos.

..........................................Fin...........................................

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