jueves, 23 de octubre de 2014

La evolución del amor. Capitulo 8



―Está bien ―dijo Jun, dejando una gran caja en el suelo―. Esta es la última.

―Maravilloso. ―Min se levantó del suelo en donde estaba clasificando los libros de varias cajas y beso la mejilla de Jun―. ¿Que hay en esa caja?

―Uh. Déjame ver. ―Jun frunció el ceño pensativo―. Oh, bien ya recuerdo. Sabanas y esas cosas.

―Excelente. ―Min jalo a Jun y acaricio la curva de su cuello con su nariz―. ¿Las llevamos arriba y nos tomamos un descanso?

―Mmmmm. ―Jun arqueo su cuello, prácticamente ronroneando―. Me gusta la manera como piensas.

Forzándose, con algo de dificultad a alejarse de Jun, Min tomo la caja que había estado cargando Jun y señalo hacia las escaleras. ― ¿Subimos?

―Oh, sí, vamos. ―Jun contesto con un vergonzosamente falso acento Británico. Empezó a subir las escaleras, dando un contoneo extra mientras caminaba.

Min lo siguió, su mirada pegada en ese dulce trasero. En la recamara, Min dejo la caja en el suelo y paso unos maravillosos momentos besando a Jun que estaba bastante receptivo. Para el momento que el beso término, Min estaba más duro que el suelo de pino bajo sus pies y sabía que Jun también lo estaba.

―Oye, ¿Minnie?

― ¿Si? ―Min le dio un codazo a Jun para que levantara los brazos y así él pudiera quitarle la camiseta.

Jun levanto los brazos. ―Esto es fantástico, ¿huh? Quiero decir, el tener tu propia casa.

―Ciertamente lo es. ―Min jalo el anillo en el pezón de Jun, sonriendo ante el lujurioso sonido que causo―. Estoy muy feliz de que encontraras este lugar.

Jun sonrió mientras desabotonaba la camisa de Min. ―Yo también.

Ellos habían empezado a hablar sobre mudarse juntos casi tan pronto como admitieron sus sentimientos frente al otro. Ambos sentían que estaba destinado a suceder, que lo que tenían era permanente. Poco después, Jun había encontrado la casa Victoriana en la calle Chestnut por accidente. El paseaba frente al lugar montado en su bicicleta justo cuando el propietario colocaba el anuncio de se vende en el jardín. Llevo a Min al día siguiente a verla. Después del improvisado recorrido que les dio el propietario, ellos estaban seguros de que sería su nueva casa. Ellos hicieron una oferta un par de días después, y ahora, tres semanas después del día en que Jun había visto por primera vez la casa, ellos se estaban mudando.

Tres meses después de su primer encuentro ellos se mudaban a una casa comprada por los dos. A los ojos de los extraños, Min sabía que podría verse que iban demasiado rápido, pero ellos no pensaban mucho en eso. Para ambos eso era lo correcto. Como Jun le había dicho a la madre de Min cuando ella expreso sus dudas, cuando es correcto es correcto.

―Oye. ―Jun le dio una dura palmada en el trasero a Min―. Estas en las nubes deja eso.

Min se rio. ―Lo siento. Solo estaba pensando en la casa. Como el comprar esta casa parece una metáfora de toda nuestra relación.

Jun le dio una seria mirada. ―Hay vas de nuevo. ¿A qué te refieres?

―Considera como llegamos hasta aquí, a hacer el amor en la recamara principal de nuestro nuevo hogar, por primera vez.―Min movió una mano entre sus cuerpos y comenzó a desabrochar los shorts de Jun―. Nosotros encontramos esta casa por accidente. Nos enamoramos de ella inmediatamente. Y lo hicimos oficial en tiempo record. ¿Te suena familiar? 

―Uh-huh ―Jun tomo aire. La mirada de Jun decía que lo que Min estaba haciendo con sus manos era más interesante que lo que decía―. ¿Pero Min?

―Si, ¿mi cielo?

― ¿Que infiernos hago para que dejes de hablar y me jodas?
Riéndose, Min levanto el mentón de Jun y lo beso.

―Consigue desnudarte y vamos a la cama.

―Joder, sí. ―Jun se quitó los tenis y bajo sus shorts, y se lanzó boca abajo sobre la cama― ¡Vamos, Minnie!

Min vio con una mezcla de lujuria y diversión como Jun desnudo gemía sobre el colchón como una estrella porno. El no tenia, Min pensó, un gramo de vergüenza o timidez. Eso se extendía a todos los aspectos de la personalidad de Jun. Esa era una de las cosas de las que se había enamorado Min.

― ¡Min, por favor! ―Jun rogó―. Te necesito, amor, apúrate.

Jun levanto las caderas de la cama, abriéndose, y eso fue todo lo que Min pudo tomar. Él se quitó su ropa y se arrodillo entre las piernas abiertas de Jun.

―Olvidamos poner las sabanas ―dijo Min, inclinándose y besando a Jun entre sus omoplatos.

―Demasiado tarde, ahora. ―Jun jadeo mientras Min deslizaba su ensalivado dedo en su interior―. Dios, si, más.

Min agrego un segundo dedo y comenzó a trabajar adentro y afuera. ―No tenemos lubricante.

―Si lo tenemos. Oh joder, haz eso de nuevo…

Min obedientemente movió sus dedos. ― ¿Donde?

―Justo ahí, eso es.

―No. ―Min se rio―. Donde está el lubricante.

―Oh. Um. En el cajón. ―Jun separo más sus muslos, su pecho se presionaba en el colchón―. Dios, por favor, no puedo esperar.

Min retiro sus dedos del relajado agujero y llego a la mesa de noche. Efectivamente, la botella de lubricante caliente favorito de Jun estaba en el cajón, el resto del cajón estaba vacío. Min sacudió la cabeza. ( Lubricante caliente: Es un tipo de lubricante el cual produce un efecto de calor al entrar en contacto con la piel. Tambien hay frio, pero yo digo que les chicos "MinJun" "HyunSaeng" "KyuKi" usan el claiente ¬u¬ jajaja xD) 

―Todas las demás cosas siguen en las cajas ―Min dijo mientras abría la botella y cubría su erección con el lubricante líquido―, sin embargo el lubricante ya está en su lugar. Asombroso.

―Prioridades, amor. ―Jun movió su trasero invitándolo―. Ahora, entra.

Min se rio fuerte con alegría mientras acomodaba la cabeza de su pene en la entrada de Jun y empujaba la punta al interior.

―Amo que me quieras con tanta urgencia.

Jun se movió y se empujó contra él, en respuesta. Min lentamente se deslizaba al interior, y ellos gemían con placer. Con eso, cambiaron al ancestral lenguaje del sexo en donde las palabras eran innecesarias. Su mutuo deseo era comunicado con gruñidos y gemidos, y fuertes jadeos, en piel deslizándose contra piel empapada por el sudor. La humedad de sus cuerpos causaba un indiscutible sonido cuando golpeaba junta, se movían duro y rápido, gritando su liberación. Los corazones latían al unísono mientras se acostaban en los brazos del otro compartiendo lánguidos besos.

Jun se acurruco a lado de Min, su cabeza usando de almohada el pecho de Min, un brazo alrededor de su parte media y la pierna sobre su muslo. ―Mmmm. Eso fue lindo.

―Lo fue―. Min beso la frente de Jun, trazando con su dedo una línea de la luz del sol en el hombro de Jun―. Bienvenido a casa, dulce corazón. Te amo bebé.

Los brazos de Jun apretaron la cintura de Min. ―También te amo. Y amo tener un hogar contigo.

Min se movió para encontrar los labios de Jun con los suyos. Cuando se apartaron, Jun se acomodó en el abrazo de Min con un suspiro de alegría. Se quedó dormido en un momento. Sobre el cuello de Min. Acostados sobre el desnudo colchón y sobre un charco de húmedo y pegajoso semen, su amante estaba dormido sobre su pecho y con la ropa de cama negligentemente en el suelo, Min pensó que nunca había sido más feliz en su vida.

Las sabanas podían esperar.


Continuara.......................

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