jueves, 4 de septiembre de 2014

Barcos en la noche. Capitulo 3




—Cuéntame más sobre ti —dijo Hyun mientras desanudaba su corbata, dándole la espalda hacia Saeng.

—¿Siempre tienes conversación con tus aventuras de una noche? —se rio Saeng.

Hyun se volvió hacia él y lo miró, uniéndose a la risa. —Ok, normalmente mi aventura de una noche trataría al menos de seguir la conversación, pero ya veo que ese no va a ser el caso contigo.

—Me gustaría pensar que soy diferente de tus usuales calienta camas —dijo Saeng, medio en broma.

—Lo eres, Saeng. Lo eres —dijo Hyun, viéndose sorprendido por decirlo. Caminó hacia Saeng y gentilmente acarició su mejilla.

Saeng aspiró rápidamente con el toque de Hyun. Parte de él preocupado porque no saldría de esta noche ileso. Esa parte de él le decía que corriera. Pero otra parte, la parte dominante que se inclinaba a la caricia de Hyun, le decía que se quedara.

—Te ves preocupado —Hyun trazó el surco que se formaba entre los ojos de Saeng.

—¿No lo estarías si fueras yo? —rio Saeng a medias.

—Yo debería probablemente preocuparme, también —dijo Hyun suavemente. Luego sacudió su cabeza como para aclarar pensamientos no queridos—. Tú deberías estar preocupado. Podrías no poder caminar apropiadamente mañana —susurró.

Saeng miró hacia la entrepierna de Hyun y vio que su polla ya estaba medio dura. Alcanzándolo, arrastró un único dedo por la rígida longitud, causando que Hyun jadeara en voz alta. Lentamente, Saeng abrió la cremallera de los pantalones de Hyun y palmeó la cabeza de su polla, frotándola firmemente.

—¡Maldición, Saeng! —Hyun agarró la muñeca de Saeng—. Me pones caliente como a un adolecente. Así que deja de tocarme y quítate tu ropa—. Hyun tomó los labios de Saeng en un beso áspero que los dejó a ambos sin aliento.

—Tus deseos son órdenes, señor Kim. —Saeng sonrió y se quitó sus ropas. Olfateando su camisa, dijo: —demonios, no me di cuenta de que olía. ¿Te importa si tomo una ducha rápida?

—No me importa si hueles mal. No que huelas mal, por supuesto. —Hyun cruzó la distancia entre ellos y abrazó a Saeng, su frente en la espalda de Saeng, acariciando la nuca del hombre más pequeño.

—Pero si lo hago. —Liberándose del abrazo de Hyun, Saeng caminó hacia el baño.

—Apúrate —dijo Hyun casi lastimeramente.

Saeng miró a Hyun sobre su hombro. —Lo haré. Tú necesitas el tiempo para… enfriarte. —Guiñó maliciosamente y cerró la puerta detrás de él. Puso el seguro por si acaso.
Cuando Saeng salió del baño, fue recibido por la vista de Hyun tumbado en la cama, dormido. Caminó tan silenciosamente como pudo para echar un vistazo más de cerca. Sin duda era una extraña vista ver al famoso Kim Hyun Joong dormido. Se veía vulnerable y más joven.

Saeng apostó que una foto de Hyun ahora le valdría al menos un par de miles de dólares de ciertos tabloides. Pero no tomó una foto; en lugar de eso se tendió cerca de Hyun y contó las muchas pecas en el pecho del hombre.

—Está bien, ahora oficialmente me estas asustando —murmuró Hyun sin abrir sus ojos.

—Tienes una hermosa nariz. —Saeng trazó el rasgo con su dedo largamente.

Hyun abrió sus ojos y volteó su cabeza para mirarlo. —Perdón, usualmente no me quedo dormido… No importa, fue un largo día. 

—Es verdad, no deberías quedarte dormido con extraños. Pude haber tomado fotos para ir con una historia para los periodicuchos —lo reprendió Saeng.

—Pero no lo hiciste y no lo harás.

—No confíes en las personas tan fácilmente, Hyun. Ellos tienden a defraudarte… —dijo Saeng amargamente.

Hyun arqueó una ceja. —Te ves como si conocieras ese hecho bien… para alguien tan joven.

—No soy tan joven.

Hyun abrió su boca como si fuera a responder, luego pareció cambiar de idea. Su mirada fue a la abertura en la gruesa bata de hotel que usaba Saeng. —No confío en las personas tan fácilmente. Pero parece que tú estás rompiendo todas mis reglas.

—Oh, como ¿no dormir con el servicio? —Saeng sonrió y subió a horcajadas en las caderas de Hyun.

Hyun rió. —Te mueves rápido.

Saeng se encogió de hombros. —Tengo que trabajar a las diez de la mañana.

—Aaah. Un práctico hombre trabajador. Eso me gusta —sonrió Hyun.

—Hora de callarte, Hyun.

Saeng procedió a mostrarle por qué. Usando tan solo la bata con nada debajo, Saeng se movió para atrás y para delante de la polla endurecida de Hyun. Hyun se había quitado su camisa y su chaqueta, pero sus pantalones aún estaban puestos, abierta la cremallera. Saeng se inclinó sobre él y tentó los labios de Hyun con su lengua, separándolos para acariciar la lengua de Hyun con toques gentiles. Lentamente, Saeng lamió su camino por el cuerpo de Hyun, prestando especial atención en sus pezones, acariciando cada protuberancia rosa oscuro hasta que se endurecieron. Hyun gruñó, agarrando puñados de las sabanas de la cama. Cuando Saeng se acercaba a su polla, se detenía y chupaba en un área cerca al hueso de la cadera de Hyun, causando que el hombre se sacudiera ligeramente fuera de la cama.

—Saeng. Demonios —gruñó Hyun.

La única respuesta de Saeng fue bajarle la ropa interior a Hyun, gentilmente sacando su polla y frotarla hacia arriba y abajo. Inclinándose más, Saeng lamió una línea lentamente a lo largo de la polla de Hyun desde la base hacia arriba, lamiendo la cabeza como si fuera su paleta favorita en el mundo.

Hyun agarró los hombros de Saeng, inmovilizándolo. —Quiero estar dentro de ti cuando me venga.

Saeng sonrió. —Lo estarás. Sólo déjame hacer esto.

Y se tragó la polla de Hyun en una respiración, causando que el hombre siseara. —¡Joder! Tu boca… Oh, Dios… —gimió Hyun incoherentemente mientras Saeng engullía su polla en calor húmedo—. Me voy a venir, Saeng… quítate. Maldición.

Saeng veía con pesar la polla de Hyun y lamió la cabeza una vez más antes de montarse a horcajadas de nuevo en las caderas de Hyun. 
Hyun rápidamente se estiró por un condón de la mesa al lado de la cama, rasgando la envoltura con sus dientes, gimiendo mientras lo colocaba tan rápido como podía en su endurecida polla, la cual ya estaba goteando con liquido pre seminal. Saeng se desplazó y colocó la polla de Hyun en la entrada de su agujero.

—¡Espera! Lubricante. Maldición, está en mi bolsa.

—Está bien, Hyun. Estoy bien. —Saeng mantuvo el agarre de la polla de Hyun, posicionándola antes de lentamente empujarse a sí mismo sobre ella.

—Maldición. Estás mojado. Joder. Tan apretado. —Hyun cerró sus ojos mientras su polla era lentamente tragada por el apretado calor de Saeng. Abriendo sus ojos momentos después recobró algo de control, miró a Saeng con una pregunta en su cara.

—El baño tenía al-algo de… loción para manos —dijo Saeng entre quejidos mientras continuaba moviéndose arriba y abajo por la polla de Hyun.

Mientras el apretado y mojado el calor de Saeng lo envolvía, Hyun empujó sus caderas hacia arriba, colocándose completamente dentro de Saeng. Saeng gimió de nuevo mientras la polla de Hyun golpeaba su próstata.
Arqueando su cuello, Saeng acarició su propia polla mientras continuaba montando la polla de Hyun.

—Joder, eres caliente, Saeng—jadeó Hyun. Desató el nudo de la bata de Saeng, tocando su estómago ligeramente antes de alejar la mano de Saeng. Acarició la húmeda polla de Saeng, frotándola para adelante y para atrás en la abertura—. Vente para mí, Saeng—. Colocó un dedo, manchado con líquido pre seminal, en el agujero de Saeng, circulando la entrada.

—¡Joder, Hyun! —gritó Saeng mientras colapsaba, chorros gruesos de blanco semen brotando sobre sus estómagos y pechos.

Mientras Saeng tenía su orgasmo alrededor de la polla de Hyun, Hyun dejó salir un gruñido. Saeng sintió la carga de la caliente semilla de Hyun derramarse dentro de él. Cuando Hyun estaba agotado, su suavizada polla se deslizó fuera de Saeng , y Hyun ató el condón antes de dejarlo caer al suelo. Ambos exhaustos, se acostaron con sus brazos rodeándose uno al otro, sosteniéndose cerca. Después de un rato, la respiración de Hyun se niveló y Saeng supo que se había quedado dormido.

Sintiendo la pegajosidad entre ellos volverse escamosa, Saeng de repente se sintió barato. Nunca quiso ser la aventura de una noche de nadie. Pero miraba lo que acababa de pasar. Hyun sólo masculló suavemente en protesta mientras Saeng alejaba sus brazos y se alejaba de la cama.

—Adiós, Hyun—susurró Saeng mientras rápidamente se vestía y miraba a Hyun una vez más, queriendo memorizar sus rasgos.



Tres Años Después

Mientras Saeng examinaba a la multitud de gente alrededor de él, podía imaginarse como podía haberse sentido Hyun el día en que ellos se conocieron. A pesar de no querer estar aquí, Saeng estaba obligado a hacer una aparición con el resto de la banda.

Su manager había insistido en eso. Así que se había presentado, pero eso no significaba que iba a jugar al lindo. Del otro lado del salón, su manager, Cher, le dio una mirada sucia mientras hablaba con algunos importantes nombres en la industria de la música.

Saeng solamente se encogió de hombros y murmuro: —lame botas.

Alguien rio al lado de él, una risa profunda que envió estremecimientos por toda su espina. —Siempre parecemos encontrarnos en esta clase de situaciones.

Con su boca ligeramente abierta, Saeng se giró lentamente mientras reconocía la familiar voz.

—Hola, Saeng.


Continuara.............

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