―No. Usualmente cuando estoy con un tipo que acabo de conocer, el solo me toma una vez. Contigo, estoy rogando para que no puedas irte nunca más.
Jung Min se quedó con la boca abierta, asombrado. Entonces el noto el brillo de broma en los ojos de Jun y soltó una carcajada. ― ¿Nadie te ha dicho que eres un bocón?
―Puedo hacer muchas cosas siendo un bocón ―Jun se giró dándole una lasciva mirada―. ¿Quieres que te lo muestre?
―Si, por supuesto ―Min pasó su mano por la cadera de Jun, curvo sus dedos en los firmes muslos―. Han pasado años desde que me sentí de esta manera.
― ¿Que manera? ―las mejillas de Jun se ruborizaron cuando la mano de Min se deslizó por su ya relajado agujero.
―Insaciable ―Jung Min murmuro, sus labios a un par de centímetros de los de Hyung Jun―. Como si nunca pudiera tener suficiente de ti.
―Oh ―Jun gimió mientras Min entraba―. Min…
Min pasó su lengua por el lleno labio de Jun. ― ¿Dijiste algo acerca de rogar por mí?
―Joder, si ―Jun gruño. Sus caderas estaban moviéndose, apenas un poco ahí pulsando, eso creaba una agradable fricción entre el medio duro pene de Jun y el flácido pene de Min―. Quiero que me jodas desde atrás esta vez.
La imagen mental renovó la erección de Min.
Jun lo noto he incremento el determinado movimiento de sus caderas.
Min veía fijamente la boca de Jun, pensando en lo que había dicho e imaginando las posibilidades en su mente.
― ¿Jun?
― ¿Hm?
― ¿Aun quieres mostrarme lo que ―Min se interrumpió y mordió el hombro de Jun―, puedes hacer con tu boca?
―Mm. Sí. ―Jun inclino la cabeza para que Min pudiera besar su cuello―. Quiero chupar tu pene.
― ¿Entonces lo que estás diciendo ―dijo Min, rosando con su labios el pulso en el cuello de Jun―, es que quieres llenar tu boca con mi pene?
Un temblor recorrió el cuerpo de Jun cuando Min agrego un tercer dedo a los dos que ya estaban en su culo y comenzó a bombear duro―. Oh. Joder, me estas volviendo loco.
―Esa es la idea. ―Min abrió sus dedos, y un agudo grito salió de la garganta de Jun, entonces abruptamente se salió. Se rodó de espaldas y abrió las piernas― Chúpame.
Jun lo miro con la vista desenfocada por unos segundos antes de acomodarse entre los muslos de Min y tragarlo completo.
―Oh Dios ―Min suspiro mientras la punta de su pene golpeaba la parte de atrás de la garganta de Jun―. Si, Jun, tan bueno…
Jun gemía y chupaba duro, una mano jugaba con las bolas de Min y la otra marcaba patrones en el interior de su muslo. Min enredo sus dedos en el cabello de Jun, dándole el ritmo a Jun. Su excitación esta vez se sentía lánguida, toda la urgencia se consumió en su primera unión. Sabía que él podía alargarlo un momento e intentaba precisamente hacer eso.
Min pronto descubrió que la energía de Jun se comparaba a la suya. Matt mantuvo un lento pero firme ritmo. Chupando y lamiendo la cabeza del pene de Min, lamiendo la ranura entonces tragándolo profundamente. Sus manos seguían ahí. Recorriendo el cuerpo de Min tanto como alcanzaba, acaricio sus muslos, pellizco los pezones, acaricio las bolas. Min estaba reducido a una bola de nervios, sosteniendo la cabeza de Jun y jodiendo su boca con un incrementado fervor. Jun lo tomo con aparente gusto. Sus gemidos
vibraban deliciosamente alrededor del pene de Min y subían a su columna.
Cuando él no podía tomar otro minuto sin correrse, Min alejo la cabeza de Jun―. Detente ―jadeo.
Jun parpadeo, su vista nublada. ― ¿Huh? ¿Que está mal?
Min sonrió. Las mejillas de Jun estaban ruborizadas, sus labios rojos e hinchados. ―Te ves increíblemente sexy ahora ―dijo Min, acariciando sus mejillas.
Jun le dio una confundida sonrisa. ―Entonces. ¿Porque me detienes? Estaba totalmente concentrado en
eso.
―Estoy cerca de correrme.
― ¿Y? Eso está bien para mí.
Min se enderezo y beso la punta de la nariz de Jun. ― ¿Lo tragas en tu primera cita?
Jun arqueo su ceja. ― ¿Quién dijo algo acerca de tragar?
―Ya veo. ―Min se rio.
Jun se sentó en sus talones, aun sonriendo. ―Entonces si no puedo chuparte secándote, ¿qué quieres hacer?
Min se inclinó y tomo la boca de Jun en un apasionado beso. ―Inclínate sobre mí, Junnie. Me gustaría mostrarte las cosas que un bocón puede hacer.
Los ojos de Jun se oscurecieron por la lujuria. Sin otra palabra, se puso de rodillas y se acomodó en la mitad de la cama.
Apoyo sus codos en el colchón y planto las rodillas separándolas.
Girando la cabeza le dio a Min una mirada de jodeme, sobre su hombro. La vista que presentaba, era deliciosa con el culo al aire y el pene entre sus piernas, hizo que Min gimiera de dolor.
Jung Min se acomodó atrás y subió ambas palmas por la parte de atrás de los muslos de Jun, a sus hinchadas nalgas y la graciosa y musculosa curva de su espalda. ―Tu cuerpo es tan hermoso, Jun.
Hyung Jun lamio sus labios. Parecía que iba a decir algo, entonces Min inserto dos dedos en él. Min vio el momento exacto en que Jun perdía el poder de hablar. Curvando sus dedos, Min encontró el dulce punto y presiono. Jun gimió, apoyando su plano pecho en el colchón mientras se abría más Min encontró la vista increíblemente excitante. El removió sus dedos y los reemplazo con su lengua.
Jun grito, agarrando las sabanas en su puño. ―Oh, oh ¡oh! Si, ¡joder!
Min expreso su acuerdo con un fuerte gemido y una profunda presión de su lengua. Matt sabía fuerte y rico, su sabor natural era aumentado por un toque de limpio sudor. Eso elevo la ya alta excitación de Min. Él amaba el pulsante calor alrededor de su lengua, el sólido peso del grueso pene de Jun en su mano. El aroma
de perfumado sexo en el aire. Él lo haría tanto como pudiera antes de que la necesidad de joderlo fuera tan apremiante para ignorarla.
Jun gimió en protesta cuando Min se detuvo. ―No, no ¡no te detengas! ―El giro su cuerpo y rodeo el de Min salvajemente, rogando por que continuara.
―Lo siento ―Min jadeo―, pero necesito joderte de nuevo.
Los ojos de Jun estaban nublados. ―Hazlo.
Buscando en el cajón, Min tomo otro condón, entonces perdió un par de frenéticos minutos buscando la botella del lubricante en el revoltijo de sabanas. Para cuando lo encontró, Jun tenía tres dedos enterrados en su propio culo.
―Apúrate ―Jun murmuro―. Te necesito.
―Dios, Jun…
Min se colocó el condón y lo lubrico, sin dejar de ver lo que Jun mostraba. Apartando la mano de Jun, el empujo su pene dentro del agujero abierto de Jun.
―Oh, oh Dios. ―Min se empujó hacia Jun sus caderas golpeando el culo de Jun y su peso sostenido en sus manos, beso el cuello de Jun, su lengua atrapo una gota de sudor―. Te sientes asombroso.
Jun levanto su mano y roso la mejilla de Min recorriendo su incipiente barba. ―Se siente bien, Min. Tan bien.
Min presiono un suave beso en la mejilla de Jun, entonces comenzó a moverse. Lenta y suavemente al principio, su ritmo comenzó a aumentar gradualmente, hasta que cada empujón dentro del cuerpo de Jun causaba que gritara. Min se empujaba de nuevo en Jun agarrándose de sus delgadas caderas y jodiéndolo con cortos y rápidos empujes hasta que la presión en su interior alcanzó un punto crítico y Min se corrió con un fuerte grito. Se sostuvo durante un minuto, llenando el cuerpo de Jun, dejando que las ondas de placer lo recorrieran. Solo cuando ellas comenzaron a retroceder, saco su flácido pene del culo de Jun y se quitó el
condón.
Jun se giró de espaldas, las piernas abiertas y su duro pene en su puño. Se lamio los labios. ―Min, por favor, estoy cerca…
Jung Min amaría mucho pasar horas con el pene de Jun en su boca, tomándolo lentamente, largamente hasta que se liberara estremeciéndose. Quizás después, pensó sonriendo. Claramente Jun no podía esperar mucho ahora. Min se inclinó y deslizo el pene de Jun entre sus labios, relajando su garganta tomándolo completo, dos dedos en su interior acariciando su glándula.
Eso no tomo mucho tiempo. Jun estaba completamente fuera de sí en ese momento, balbuceando incoherencias, su cuerpo en constante movimiento, Min sostenía su cadera para poder seguir chupándolo.
Después de unos minutos, Jun seguía jadeando y se corrió sollozando el nombre de Min. Min lo trago sin considerar si debería o no.
Dejando que el pene de Jun se deslizara fuera de su boca, Min apoyo la cabeza en el muslo de Jun. El mantuvo dos dedos en el interior del culo de Jun, renuente a perder la conexión. Pensó que nunca tendría suficiente de esa aterciopelada suavidad en su vida.
Ellos se quedaron acostados un momento en un silencio que no era del todo incómodo. Finalmente, Jun se movió, su muslo aún bajo la mejilla de Min. ―Vamos, levántate. Mi pierna está dormida.
Min feliz lo complació. Jun se giró de lado y ellos se acostaron pecho con pecho, brazos y piernas entrelazadas juntas, sonriendo uno con el otro. Chris se preguntaba si él se vería tan aturdido y saciado como se veía Jun.
―Lo tragaste. ―Jun dijo, con una chispa en sus ojos.
―Mm-hm.
―En la primera cita.
―Eso parece.
Jun se rio, jalo a Min más cerca y lo beso. ―Puta.
―Mira quién habla―.
―Sí ―Jun sonrió―. Creo que te gusto de putita.
―Quizás ―Min pasó su mano por la mejilla de Jun, el pulgar acaricio su hinchada boca―. Como quiera que quieras llamarlo, ciertamente me gusta lo desinhibido que eres.
La expresión de Jun se volvió seria. ―Usualmente no soy así. De cualquier forma, no tan pronto. Haces que sienta que puedo hacer lo que quiera, ¿sabes? Me gusta poder ser quien realmente soy en mi interior y sentirme seguro. ¿Eso tiene sentido?
―Perfecto sentido. ―Min presiono su frente contra la de Jun, sosteniéndolo con su brazo en el cuello de Jun―. Me alegra que te sientas de esa manera, porque yo me siento de la misma manera.
― ¿Si? Estupendo ―Jun vio a Min con una combinación de determinación y tímida sinceridad―. ¿Min? ¿Puedes quedarte?
Min sonrió. ―Me gustaría eso.
Ellos se besaron de nuevo, y esta vez, no se terminó por un largo, largo rato. Min sostenía a Jun cerca y se preguntó en qué exactamente se había metido.
Continuara...............
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