Saengie no se dio cuenta de que el acuerdo de Hyun tomaría más de tres horas para cumplirse. Escapar del laboratorio sin ser visto, llegar a casa de forma segura, e instalar a Min y a Hongki tomó más tiempo del que Saengie pensaba que tomaría.
Aunque el propio laboratorio estaba vacío excepto por el laboratorio oculto, las calles circundantes al lugar no lo estaban. Escabullirse del edificio, llevando a Min y a Hongki y sin que nadie los viera hizo su escape sólo un poco más largo. Lograr llegar a la casa de Hyun sin ser vistos fue prácticamente un milagro.
Saengie soltó un gran suspiro de alivio cuando la puerta del dormitorio, finalmente se cerró detrás de él y de Hyun. Saengie caminó hacia la cama y cayó sobre ella, de bruces. Gimió, la cama era tan suave y cómoda. No quería moverse durante los próximos cien años.
—¿Está mi Saengie cansado?
Saengie gruñó.
—¿Demasiado cansado?
La cabeza de Saengie se levantó de golpe. —¿Demasiado cansado para qué? —Se dio la vuelta para encontrar que Hyun le observaba atentamente. Por primera vez desde que había conocido al hombre hacia cinco años, Hyun tenía el destello de un depredador en sus ojos—. Oh maldición.
Saengie observó con anticipación hambrienta como Hyun comenzaba a desabrochar sus pantalones. El musculoso pecho de Hyun ya tenía a Saengie babeando. No podía esperar a ver el resto del hombre impresionante, sobre todo ahora que esta vez su mirada hambrienta era bienvenida.
La polla de Saengie se puso tan dura que pensó que podría rasgar sus pantalones. Sin apartar los ojos de la fiesta visual ante él, saltó fuera de la cama y se desabrochó la camisa, dejándola caer de sus hombros casi al mismo tiempo que la camisa de Hyun caía al suelo.
—Eres un científico sexy, Kim Hyun Joong. —Saengie rió deliciosamente mientras se quitaba los zapatos y se contoneaba para sacarse los pantalones.
La ceja de color marrón oscuro de Hyun se arqueó y una sonrisa lenta y sensual levantó las comisuras de sus labios. —No estás tan mal, Kim Young Saeng.
—¿Kim Young Saeng?
—Debes tener un nombre, —respondió Hyun—. Estoy pensando que Kim Young Saeng suena jodidamente bien.
—Me gusta más Saengie.
Hyun sonrió. —Siempre serás Saengie para mí.
Funcionaba para él.
Finalmente, los dos estaban desnudos. Saengie hizo señas con la mano. Hyun tropezó, sus manos aterrizando en los hombros de Saengie. Había una sensación de hormigueo en la boca del estómago de Saengie. Él deslizó sus brazos alrededor de la cintura de Hyun, acercándolo más. Podía sentir la erección del científico presionando en la propia. La fricción era enloquecedora. Saengie nunca tendría suficiente de sentir la polla dura de Hyun contra su cuerpo.
—Te deseo, —Saengie susurró contra los deliciosos labios hinchados por los besos.
—Veo que mi Saengie está hambriento. —El tono de Hyun era tan malditamente profundo y seductor que Saengie gimió con caliente y dolorosa necesidad.
—No tienes ni idea. —La piel de Saengie palpitaba de deseo, su cuerpo se retorcía contra el hombre grande. Se echó hacia atrás para ver las mejillas encendidas de Hyun, el deseo se comía su iris. La pasión excitada de Hyun estaba haciendo a Saengie fortalecerse.
Hyun hizo un sonido gutural mientras recogía a Saengie por las nalgas y lo ponía sobre la cama, arrastrándose sobre Saengie, sus labios dejando un rastro abrasador de besos y lamidas a lo largo de la piel de Saengie.
Las piernas de Saengie empezaron a temblar a medida que Hyun se movía más y más abajo. Se sacudió, su aliento salía entrecortado, su pene duro y erecto. Hyun lamió alrededor de su ombligo, la lengua sensual bailando a lo largo de los finos vellos que corrían desde su abdomen hasta su área de la ingle afeitada. Se iba a salir de su mente, y Hyun no lo probaba.
El hombre solo le estaba tomando el pelo.
Un grito salió de sus labios cuando Hyun puso sus manos en la parte posterior de los muslos de Saengie y levantó su trasero, lamiendo a lo largo de la parte inferior de su saco. Sus manos apretaron las sábanas, con la cabeza colgando a un lado. Saengie podía sentirse temblando, y era sólo el comienzo de las cosas.
Dejó que Hyun lo maniobrara, lo dejó extender sus mejillas, lo dejó saborearlo en la zona más íntima de su cuerpo. Saengie sólo... lo dejó.
El hombre tomó completa ventaja del cuerpo de Saengie, y Saengie aprendió cuán sensual amante podría ser el científico.
Hyun pasó por encima de Saengie corrientes calientes, calentándolo hasta el punto que pensó que iba a derretirse. Hyun tomó la erección de Saengie en su boca, lo saboreó, lo probó, y llevó a Saengie hasta el borde.
Saengie inhaló profundamente, sus dedos clavándose en Hyun cuando la necesidad de venirse lo arañó.
Saengie cerró los ojos, apretando su mejilla contra el colchón mientras los dedos de Hyun se deslizaban por el pliegue en su culo, se deslizaron sobre su agujero dolorido. La idea lo excitaba y lo aterrorizaba. El hombre era mucho más alto, mucho más fuerte, sin embargo, había una dulzura en su mirada que dejaba a Saengie sin palabras.
Dedos firmes se deslizaron por el interior del muslo de Saengie mientras la otra mano se movía para extender las mejillas de Saengie una vez más. Esta vez los dedos de Hyun estaban mojados cuando rodearon entrada íntima de Saengie. Un dedo solitario se deslizó dentro del cuerpo de Saengie, y pensó que iba a perder la cabeza.
—¡Hyunnie!
Hyun se levantó, trepando sobre la espalda de Saengie, su polla presionando entre las nalgas de Saengie. La cabeza de Saengie cayó cuando los dedos lubricados de Hyun le penetraron. Dobló las piernas, separándolas más ampliamente cuando el hombre extendió su cuerpo. Saengie no se preocupaba por mantener el ritmo del hombre esta vez. No le importaba si Hyun era más de lo que podía manejar.
Todo lo que sabía era que no quería que el hombre se detuviera.
Cuando los dedos de Hyun se deslizaron de su cuerpo, Saengie casi gimió en protesta hasta que sintió la cabeza roma de la polla de Hyun pulsando en su culo. Esperaba que Hyun entrara lentamente, como siempre había hecho en el pasado. En cambio, Hyun empujó hasta el fondo con un solo empuje.
—¡Hyun! —Gritó Saengie cuando el hombre se lanzó hacia delante, envolviendo sus piernas alrededor de la cintura gruesa de Hyun. Tener al hombre dentro de él era como un beso carnal. Estaban unidos a un nivel más íntimo.
La dicha era tan grande, que nunca soñó pedir a Hyun ir más lento. En todo caso, Saengie le insistió dejando escapar un aullido de placer cuando la polla de Hyun rozó su punto dulce.
—Amo escuchar mi nombre en tus labios. —Hyun mordió el hombro de Saengie, su lengua haciendo estragos en las terminaciones nerviosas de Saengie. Su enorme mano presionaba la espalda de Saengie, la otra se curvaba alrededor de la cadera de Saengie.
Hyun giraba sus caderas, empujando y tirando, disparando a Saengie cerca del borde, y luego trayéndolo de regreso. Casi había clavado a Saengie en la cama, encerrándolo en puro músculo mientras Hyun le hacía lenta y dulcemente el amor.
Saengie se lanzó hacia delante, encontrándose con los empujes de Hyun, sus dedos agarrando los hombros del hombre y sosteniéndose. Hyun salió casi todo el camino y luego entró profundamente. Las piernas de Saengie subieron más y más alto hasta la espalda de Hyun. Gimió cuando Hyun agarró sus tobillos, empujando sus piernas junto a su cabeza.
La cabeza de Saengie cayó hacia atrás, con los ojos en blanco. Las sensaciones fueron arañando su camino a través de todo su cuerpo y atrapándolo en un abrazo sensual cuando su cuerpo se dividió en mil pedazos de placer.
Hyun gruñó, empujando tan duro que Saengie ya no pudo mantener el ritmo. Estaba perdido en su clímax, aferrándose a Hyun con el último vestigio de conciencia. Los movimientos de Hyun eran profundos, rápidos, y tenían a Saengie arqueando su espalda mientras Hyun se venía, sus músculos sacudiéndose bajo las manos de Saengie antes que el hombre soltara un grito áspero.
—Te amo, te amo, te amo, —Saengie susurró una y otra vez mientras besaba los ojos de Hyun, su nariz, su barbilla y sus labios, perdiéndose en los sentimientos de deseo, mientras tomaban su placer en el cuerpo del otro.
Una sonrisa tiró de un lado de la boca de Saengie cuando Hyun se acurrucó contra él, roncando ligeramente en cuestión de minutos. Esto era mucho mejor que la hierba gatera.
—También te amo
Continuara..................
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