domingo, 20 de septiembre de 2015

El placer de Saeng Capitulo 1


Hyun Joong se rio entre dientes. Su cabello rubio arenoso, ahora largo, rozaba sus mejillas mientras movía la cabeza negando. Se apoyó contra la pared tras él, y vio cómo su amigo Min discutía con Jun, su pareja.

Hyung Jun también era el rey de los gatos o alguna mierda así. Hyun todavía estaba tratando de entender todo eso.

Lo que sabía, a pesar del hecho de que Jung Min había pasado de ser un hombre un par de centímetros más bajo que Hyun, a ser uno unos cuantos más alto que él, y al menos unos diez kilos más que su pequeña pareja, de metro sesenta, y que gobernaba su vida. Jun tenía hacía con Min lo que quería.


Aparentemente, el aumento de tamaño era un efecto secundario del apareamiento con el rey gato. El muy humano cuerpo de su amigo creció hasta alcanzar el tamaño que necesitaba para convertirse en el protector de su pareja.

El hecho de que Jun pudiera cambiar a un gato doméstico era solamente un extra añadido a la loca situación.

Hyun aún estaba conmocionado por el conocimiento de que existían cambiaformas fuera de las películas de Hollywood. Y ahora, no solo era amigo del rey de los gatos, sino que vivía en la maldita casa de la manada. «Tengo que haberme caído de cabeza cuando era un bebé». Esa era la única manera de explicarlo.

—Min. —Hyun levantó la mano para detener la discusión de la pareja. Su cabeza estaba empezando a dolerle de verlos ir y venir. Su amigo quería ir con él para traer a Kyu. Min quería que se quedara en casa—. Soy perfectamente capaz de ir a esa reunión por mi cuenta. Soy un gran chico, te lo juro. He
cuidado de mí mismo por mucho tiempo. Incluso puedo ir al baño por mí mismo y todo.

Min gruñó.

Hyun sonrió divertido. La cosa del gruñido no era necesariamente nueva. Min siempre gruñía. Ahora solamente lo hacía con más estilo. —Amigo, en serio, envaina las garras. Únicamente voy a recoger a Kyu en la ciudad, y traerlo de vuelta aquí. No es que esto sea una misión ni nada de eso. Si me daño mi dedo del pie, te prometo que te llamaré de inmediato — dijo con un toque de acritud en su voz.

Se sentía un poco irritado al ver que Min, parecía tener tan poca fe en él. Había estado en la agencia por casi tanto tiempo como su amigo. Había salido en misiones durante años. No era estúpido. Sabía como ser cauteloso.

Apretó los puños, ocultándolos bajo sus brazos cruzados sobre su pecho, y se apartó de la pared. —Estoy empezando a pensar que no confías en mí, Min.

—Por supuesto que confío en ti, Hyun. —Min pasó una mano con frustración por su corto cabello—. Solo qu… —Hizo una mueca—. No me gusta el cariz que está tomando esto. Todavía no hemos oído hablar de Steele ni de Trent, no responden a ninguna de nuestras llamadas. Esto me huele a trampa.

Hyun arqueó una ceja. —¿Crees que Kyu nos está tendiendo una trampa?

—No, creo que está siendo utilizado como cebo para tendernos una.

Hyun no podía argumentar contra esa teoría. Salvo por una única llamada de teléfono dos semanas atrás para acordar una hora y un sitio donde recogerlo, no habían tenido noticias de Kyu en absoluto. Y Min tenía razón. Todavía no sabían dónde estaba Steele. Sencillamente había desaparecido. Casi todas las misiones que les habían asignado a Min, Hyun, Kyu, y Steele, en los últimos meses, de alguna manera habían salido mal. O bien no era el objetivo, o estaban en el lugar equivocado. Las localizaciones eran cuestionables y no había absolutamente ningún plan B. No era posible de ninguna puta forma que inteligencia la jodiera tanto y tantas veces. Todo comenzaba a indicar, que alguien en la agencia les estaba tendiendo trampas.

Apostaría su dinero contra Trent, su jefe. Era el hombre que distribuía las misiones y les daba la información, incluso la que conseguía en otra parte. Era el que decidía si la información era buena o no, y únicamente entonces se las pasaba a ellos.

También era el que comenzó a actuar de manera extraña casi al mismo tiempo que las misiones empezaron a ir mal.

Hyun, no era de ninguna manera un genio, pero hasta él podía sumar uno y uno, y llegar a una buena teoría. Durante los últimos meses, Trent se había vuelto raro. Siempre contestaba las llamadas que recibía en privado, tenía reuniones con personas a puerta cerrada, y se alejó varios días seguidos. Nunca había actuado así en el pasado.

—¿Estarías más contento si me llevo a Kyuhyun o a Changmin conmigo? —En las semanas desde que conoció a los dos leones, había llegado a respetarlos tanto como lo hacía con Min, y eso decía mucho.
Min, Kyu, y Steele eran prácticamente las únicas personas en las que Hyun confiaba para proteger sus
espaldas. Solía confiar mucho en Trent, pero eso comenzó a desvanecerse cuando éste empezó a guardar secretos, y a actuar tan misteriosamente.

Las cejas de Min se alzaron. —¿Harías eso?

—Sí, claro. —Hyun se encogió de hombros—. No estaría de más que vieran cómo actúa un profesional.

Min se rio y asintió mientras pasaba un brazo alrededor de su compañero mucho más pequeño, y lo pegó a su costado. — Te lo agradecería, Hyun. Hasta que tengamos la oportunidad de hablar con Kyu, y saber dónde está Steele, eres el único de la agencia en quien confío. Me sentiría mucho mejor si tienes algún respaldo.

Hyun puso los ojos en blanco. No era una misión, sino una sencilla recuperación, juego de niños a su parecer, pero no se sentía capaz de discutirlo hasta el agotamiento con su amigo. El hombre podía ser igual de terco, si no más, que Hyun.

—Dalo por hecho. —Se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta cuando la voz vacilante de Jun se lo impidió. Se detuvo y miró por encima del hombro.

—Ten cuidado, ¿de acuerdo? —Le pidió.

Él sonrió y guiñó un ojo al hombre más pequeño, ganando un leve gruñido de Min. Dios, era demasiado fácil fastidiar a estos dos. —Claro que sí, gatito.

Los ojos de Jun se estrecharon.

Salió rápidamente de la habitación antes de que el pequeño hombre pudiera sacar sus garras. A decir verdad, le daba más miedo Jun que Min. Era letal cuando cambiaba, aunque lo hiciera a un gato común. Podía convertirse en una pequeña y feroz bola de pelo.

Hyun había padecido la ira de Jun anteriormente. No tenía ninguna intención de pasar por eso de nuevo. Le gustaban sus pelotas justo donde estaban, muchas gracias, y preferiblemente sin arañazos de gato en ellas.

Comenzó a silbar mientras caminaba por el largo pasillo en busca de Changmin o Kyuhyun, cualquiera de los dos. Podría también haber incluido a Siwon o Heechul en las opciones, pero ambos estaban fuera en una misión para Jun. No regresarían hasta dentro de unos días.

—Hey —Hyun llamó a un sirviente mientras comenzó a caminar hacia a él—, ¿has visto a Kyuhyun o Changmin?

—Creo que están en la sala de mañana, señor.

—Bien, sala de mañana. —Hyun se rascó la cabeza mientras observaba al sirviente caminar por el pasillo. ¿Qué coño era una sala de mañana? ¿Una habitación que solo se utiliza por la mañana? Infiernos, la mansión en la que actualmente vivía era tan grande, que podría haber sido cualquier habitación por lo que a él se refería.

Estaba acostumbrado a alquilar apartamentos tipo estudio, y habitaciones de motel. No a tener su propia suite completa, con servicio de doncella y mayordomo. El maldito lugar incluso tenía servicio de habitaciones. Era como vivir en uno de esos hoteles de lujo en Park Avenue. Y, como él había sido uno de los que trajo al verdadero rey de sangre a casa, a la gente de la manada nada les parecía suficiente para él.

Era extraño.

—Estoy buscando a Kyuhyun o Changmin—le dijo a otra persona que con la que se cruzó.

—Están en la sala de mañana, señor.

—Bien, la sala de mañana. —Hyun resopló—. Y ¿dónde está la sala de mañana?

La pequeña mujer de pelo oscuro sonrió y señaló. —Solo tiene que ir por el pasillo. Es la segunda sala a su derecha con puertas dobles y grandes.

Hyun entendió las indicaciones. —Gracias. —Asintió cortésmente a la mujer, y se dirigió hacia las puertas que le había descrito. Llamó una vez y empujó para abrirlas.

Una sonrisa maliciosa vino a sus labios cuando vio a Kyuhyun saltar lejos de Changmin como si hubiera recibido un disparo. El león podría haber sido capaz de mostrar una mirada inocente en su cara, si no hubiera enrojecido. Por supuesto, los pantalones desabrochados también eran una clara prueba.

—Y todo este tiempo pensando que vosotros dos erais primos. No sabía que quería decir primos lejanos. —Los ojos de Hyun bajaron a la apertura de los pantalones de Changmin.

El rostro del hombre se sonrojó aún más, y rápidamente se dio la vuelta. Hyun podía decir que estaba yendo a tientas con sus pantalones.

—Fui adoptado —dijo Kyuhyun desde el sofá.

—Muuuy bien.

Changmin se levantó de un salto y se colocó entre los dos. — ¿Hay algo que quieras, Hyun, o entraste aquí a molestarnos?

—Bueno, aunque lo de molestaros suena muy, muy bien, en realidad sí necesito algo. —Levantó rápidamente la mano antes que ninguno de los dos pudiera decir nada—. Y no, antes que preguntéis, no necesito una mamada pero aprecio la oferta. Esto se trata de negocios.

Changmin se giró, farfullando. La cara de Kyuhyun se ensombreció. Hyun estaba incluso bastante seguro de haber visto un poco de colmillo. Sabía que probablemente debería detenerse mientras tenía la ventaja, pero los dos cambiaformas eran demasiado fáciles. Y era demasiado divertido. Eran jóvenes todavía, pero ya aprenderían.

—Sé que soy irresistible, pero realmente necesitamos centrarnos en los negocios. Una vez que volvamos, si realmente no pueden mantener sus manos quietas, supongo que podría permitir que me la chupen. —Hyun sonrió mientras veía a los dos hombres mirarlo con las bocas abiertas, atónitos—. Ahora, ¿quién quiere ir a una misión de recuperación conmigo?

Changmin parpadeó. Kyuhyun puso los ojos en blanco. Hyun consideraba que, de los dos cambiaformas, era más parecido a Kyuhyun. Le parecía casi todo ridículo. —En serio, amigos. Min quiere que uno de vosotros vaya conmigo y tome mi mano. ¿Quién va a ser?

—¿Qué clase de misión de recuperación? —preguntó Changmin, la ira en sus ojos cedió para ser reemplazada por la expectante curiosidad de alguien que hacía su mismo trabajo.

—Nada serio —dijo Hyun —. ¿Te acuerdas de nuestro compañero, con el que hablamos hace unas dos semanas?

Ambos, asintieron.

—Bueno, lo organizó para que lo recogiésemos en un lugar no revelado en un tiempo específico. Y ahora es el momento de ir a buscarlo. Min está preocupado de que pudiera ser una trampa dado que no sabemos nada de nuestro otro compañero, Steele. Quiere que lleve respaldo.

—¿Así que te sugirió a uno de nosotros? —preguntó Kyuhyun.

—No, yo lo hice.

—Oh. —Kyuhyun miró al otro. Algo parecía pasar entre los dos hombres que le hizo pensar si eran algo más que primos lejanos. Antes de que pudiera cuestionarlo, Changmin lo miró.

—Yo iré. Es necesario que Kyuhyun se quede aquí para proteger al rey. Incluso con su compañero a su lado, debe tener a uno de sus guardias con él.

—Me parece bien.

Hyun sabía que no todo el mundo estaba feliz con que Jun sustituyera en el trono a su tío. Aunque casi todo el mundo pareció verle como una especie de milagro, porque era el último del linaje real, todavía había quienes gruñían tras las puertas cerradas. Mientras más hombres lo protegieran, más seguro estaría.

—Min y Jun están en su estudio.

Kyuhyun asintió, lanzó una rara mirada a Changmin, que Hyun no pudo descifrar, y ni siquiera quería intentarlo, y luego salió rápidamente de la habitación. Hyun lo vio marcharse, y luego se volvió hacia Changmin. El hombre no solo podía ser más parecido a Hyun que su “primo”, sino que eso también significaba que tenía la misma mentalidad que él, de ir a por ello. Eso era exactamente lo que necesitaban en caso de que Min estuviera realmente en lo cierto, y esto fuera una trampa.

—¿Estás listo? —Le preguntó a Changmin mientras éste simplemente siguió mirándolo fijamente.

—¿Vas a decirle algo a alguien sobre lo que acabas de ver aquí?

Hyun levantó las manos con inocencia. —Hey, no he visto nada.

—Bien.

—Pero si tengo que- Changmin gruñó.

Hyun se echó a reír y se dirigió hacia la puerta. —Vamos, tío. No vi una mierda y aunque lo hubiera hecho, no es asunto mío. Hacer lo que vosotros queráis, y os de la gana, con quién os parezca.

—No quiero que nada de esto salga y haga daño a Kyuhyun—murmuró Changmin—. Si algo de esto se vuelve contra él…

Hyun se detuvo y se dio la vuelta antes de llegar a la puerta. —Amigo, lo entiendo. La clave es silencio.

Changmin miró a Hyun por un momento y luego asintió.

Él puso los ojos en blanco, se dio la vuelta, y luego se dirigió a la salida. En el momento en que subió a su camioneta y encendió el motor, estaba sonriendo de nuevo. No solía llorar sobre la leche derramada, sobre todo porque él no era un gato.

Hyun esperó a que Changmin subiera, y luego se puso en marcha y salió hacia la carretera principal. —Hey, déjame hacerte una pregunta. ¿Alguna vez te molestas cuando escuchas “No llores sobre la leche derramada”, siendo gato y todo eso?

—No.

—¿En serio? Porque yo pensaba-

—Bueno, no lo hago.

Hyun sonrió. —Espinosa mierda, ¿no?

Su diversión cayó en picado cuando Changmin flexionó su mano, y luego movió sus garras, raspando ligeramente los asientos de cuero negro de la camioneta de Hyun. Entrecerró los ojos al hombre. Quería a su camioneta.

—Deja un solo rasguño en mi bebé, y yo tendré tus garras, gatito.

—¿Estamos de acuerdo?

—¿Sobre qué? —Hyun frunció el ceño—. Ya estuve de acuerdo en no decirle a nadie que estás follándote a tu primo. ¿Qué más quieres de mí?

—Ya basta con la mierda de gatito —gruñó Changmin—. No soy un gatito.

Hyun puso los ojos en blanco. —Tío, acéptalo ya. Eres un cambiaformas gato. Llamo gatito a todos las cambiaformas gato. Si Jun se acostumbra a ello, también puedes hacerlo tú. — Hyun casi se salió de la carretera cuando miró a Changmin solo para encontrarlo con su polla en la mano.

—¿Acaso esto es un puto gatito para ti?

—Uh... —Hyun pasó su lengua por los labios, preguntándose cuándo la conversación había desbarrado tanto. ¿Cuándo había perdido la ventaja?—. No. Eso me parece una muy buena polla de veinte centímetros. —Bueno, lo era.

—Veintiuno, pero ¿por qué discutir por nimiedades?— Changmin dijo mientras se la metía de nuevo en los pantalones.

Hyun tragó saliva. Había pasado mucho tiempo desde que vio una polla tan buena como la que Changmin poseía, más de lo que realmente quería pensar. Ser un agente secreto de una organización gubernamental, no dejaba mucho espacio para relaciones. Y había pasado mucho tiempo para él.

—Está bien, no me referiré a ti como gatito nunca más.

—Gracias —respondió Changmin.

—De nada. —Hyun sonrió con picardía—. Bola de pelo.

—Juro por Dios, Hyun—gruñó Changmin—, que uno de estos días...

—Sí, sí, lo sé. Jun ya me lo ha dicho. Vas a arrancar mis cascabeles con tus garras y dármelos a comer.

Changmin se rio entre dientes, y Hyun supo por el sonido que el hombre se había sorprendido por su respuesta. —Sí, algo así.

—Bueno, tendrás que ponerte en cola. —Hyun soltó una risita—. Y es una cola larga.

—Y yo que pensaba que por todas partes, todo el mundo iba cayendo enamorado del infame Hyun.

«Cabrón».

Hyun notó que se estaban acercando a su destino y se volvió para mirar a Changmin. —Te he visto blandir una espada, pero ¿qué tal con un arma?

—Prefiero los combates a corta distancia.

—¿No lo hacemos todos? —Se echó a reír—. Pero me temo que no será una opción si realmente alguien nos está tendiendo una trampa. Es posible que tengamos que pelear mientras huimos.

Changmin respiró profundamente y luego exhaló lentamente.

—Bueno, no soy un experto tirador ni mucho menos, pero puedo dar en el blanco.

—¿Prefiere pistola o escopeta?

—Ambos.

Las cejas de Hyun se alzaron. —¿En serio?

Changmin se encogió de hombros. —Bueno, bueno, en ese caso, ¿ves esa caja verde detrás de tu asiento? Levanta la tapa. Hay unos cuantos diferentes juguetes en ella. Pilla lo que necesites. Hyun siguió conduciendo mientras Changmin se volvió en su asiento y levantaba la tapa de la caja en el asiento trasero.

Sonrió cuando un silbido llenó la cabina.

—¿Estamos planeando conquistar el mundo?

—Lo he considerado, pero me parece un montón de trabajo, y dudo que me dejaran pelear más, si lo tuviera que gobernar. Ser un asesino me parece mucho más fácil. Puedo tener todos los geniales juguetes que quiera, y un estupendo cheque después de cada trabajo.

Changmin murmuró para sí un instante, y luego se echó hacia atrás en su asiento, metiendo dos pistolas en la cintura de sus pantalones vaqueros.

Hyun frunció el ceño ante el gesto. —Hay una funda de armas extra en la parte inferior de la caja. Úsala en lugar de meterte las malditas dentro del pantalón. No quiero que te dispares esa hermosa polla tuya.

Changmin resopló, pero hizo lo que Hyun le sugirió. Una vez que estaba armado, se recostó en su asiento y empezó a cargar municiones de una caja. —¿Puedo hacerte una pregunta, Hyun?

—Por supuesto.

—¿Por qué eres un asesino?

Como si no le hubieran hecho esa pregunta cien veces. — Debido a que hay algunas personas que simplemente no deben reproducirse.

—¿Eh?

—Hay mucha gente mala en el mundo, Changmin. Es mi trabajo asegurar que no den lugar a ninguna otra peor.

—Pero, ¿quién decide quién es lo suficientemente malo para eliminarlo y quién no? —La frente de Changmin se arrugó. Parecía confundido—. ¿Cómo puede alguien que tenga tanto poder seguir siendo una buena persona?

Hyun se encogió de hombros. —He estado preguntándome lo mismo desde hace unos meses.

—¿Has encontrado una respuesta?

—No estoy seguro de que haya una, Changmin. —Hyun aparcó su camioneta en un pequeño callejón, y apagó el motor antes de volverse a mirarlo—. Tengo que creer que estoy luchando por el bien común, o ¿qué razón habría para levantarme de la cama por la mañana si no?

—Dibujos animados.

La mandíbula de Hyun cayó. —¿Dibujos animados?

—Sí.

Parpadeó. —Está bien, dibujos animados.

Changmin se encogió de hombros. —A mí me parece una buena razón.

—Así que, básicamente, renunciamos a tomar el mundo porque es demasiado trabajo, pero aún nos levantamos de la cama porque podemos ver dibujos animados.

Changmin sonrió. —Sí.

—Tal vez debería comprar un televisor. —Hyun soltó un bufido—. Al parecer me estoy perdiendo mucho.




Continuara...........

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