jueves, 30 de abril de 2015

El novio de reserva Capitulo Final !!



Con las palabras de Hyun en mente, Jun procedió a hacer lo que le sugirió: alcanzar la felicidad. Sea como sea, era una meta bastante elevada para un ordinario miércoles por la noche.

Por supuesto, la única manera de lograr realmente la dicha era tener a Min de regreso.

Con un nudo de nervios en el estómago, Jun se dirigió por la calle en su Harley. El nudo se volvió más apretado cuando dobló la esquina y vio el gran cartel rojo de Kyu's Classic Motors.

La sabiduría popular probablemente afirmaba que, como quiera que Min fue quien le había dejado, debería ser él quien buscara a Junprimero. Por otra parte, Hyun probablemente había pensado lo mismo acerca de Saeng. Y eso no le había hecho ningún bien a Hyun.


Entonces que se joda la sabiduría popular. Nada acerca de su relación con Min había sido convencional. ¿Por qué empezar ahora?

Jun retumbó por la entrada, aparcó la moto, y entró en la tenue luz del taller. A pesar de que la enorme puerta estaba abierta, el edificio estaba mal ventilado, el aire húmedo. Una canción de rock duro hacía eco en el espacio, pero no tan fuerte como para ser desagradable.

Cuando Jun vio a Min en cuclillas al lado de una decrépita motocicleta, inhalar y exhalar se volvió un poco trabajoso.

El sudor se aferraba al cuello de Min y salpicó su camiseta mientras agarraba con fuerza una llave, tratando de aflojar el tornillo de la rueda delantera. —Mierda —murmuró Jung Min.

El corazón de Jun se detuvo en su pecho, y se quedó inmóvil, convencido de que Min lo había visto llegar.

Claramente ajeno, Min dejó escapar otra sarta de maldiciones mientras apoyaba todo su peso hacia abajo en la llave. Dada la cantidad de óxido en la moto, el objetivo de Min parecía imposible.

Jun se detuvo a unos pocos metros de la motocicleta, esperando a que Jung Min detectara su presencia. Pero, con su mirada herméticamente fija, su rostro arrugado por la concentración, Min no se dio cuenta. En cambio, los bíceps de Min seguían abultándose mientras luchaba con el tornillo.
—Ella parece ser un poco caprichosa —dijo Jun.

La herramienta se deslizó de la mano de Min y aterrizó con un fuerte clang, deslizándose a través del concreto. Desde su posición en cuclillas, Jung Min encontró la mirada de Jun, sus ojos cautelosos mientras su mano descansaba en el tubo de escape de la motocicleta. Jun no podía decir si el hombre se alegraba de verlo, o estaba enojado por la interrupción, o simplemente molesto con la moto que no cooperaba.

—Sí —dijo Jung Min, su voz cuidadosa—. Ella está tratando de probar mi paciencia sin duda.

—Esa es una Honda CB350. —Jun sabía que sonaba tan nervioso como se sentía—. Una de las motos más vendidas en todo el mundo en su tiempo.

Min arqueó una ceja. —¿Te aprendiste de memoria toda la Viki de cada motocicleta por ahí?

Jun disfrutaba de las bromas un montón cuando eran hechas con una sonrisa. En este momento él estaría feliz si se aflojara la tensión alrededor de los ojos de Jung Min.

—No. Sólo pensé en comprarme una durante mi fase de investigación. —Haciendo una pausa, Jun decidió ir al grano—. Hablé con mi madre esta mañana.

Jung Min parpadeó. Luego recuperó la llave y comenzó con el neumático de nuevo.

Jun siguió adelante, con la esperanza de que la actitud de Min pudiera mejorar con el tiempo. —Le dije la verdad. Acerca de Hyun. Acerca de ti y de mí. Acerca de todo.

—Eso está muy bien.

No era del todo la reacción que Jun había estado esperado. Un poco más de entusiasmo habría sido preferible.

Min tomó la caja de herramientas que estaba justo a su izquierda, e intercambió una llave por otra. —Al menos ya no tienes que seguir fingiendo.

Jun se obligó a por lo menos parecer más relajado, apoyando una cadera contra la Harley y cruzando los brazos. —Por desgracia, tengo un nuevo problema.

—¿Oh?

Jung Min continuó luchando con el neumático delantero, y su renuencia a enfrentar la mirada de Jun de nuevo sólo hizo que la tensión empeorara. Mierda, el hombre no sabía cómo ceder ni un centímetro. Jun consideró irse. Estar aquí con su corazón en la mano era una tortura.

Pero la vida sin Min era peor.

—No puedo dormir —dijo Jun—. Mi apetito es inexistente. Y estoy dudando sobre cada decisión que he hecho en las últimas semanas. —Una amarga risa se le escapó—. En realidad, estoy dudando de casi todas las decisiones que he hecho desde que cumplí los dieciséis años y salí del armario.

Min levantó una ceja secamente. —Eso es un jodido montón de decisiones.

A pesar de la tensión, la esquina de los labios de Jun se elevó. —Si, lo es.

—Podría tomarte un tiempo trabajar a través de todas ellas.

—Lo sé, pero ninguna de ellas es tan importante como la que he hecho acerca de ti.

Después de dos latidos, Min apoyó el brazo en su muslo y al fin se encontró con la mirada de Jun como si dijera continúa. Y ese pequeño movimiento, le indicó que Min estaba dispuesto a escuchar, eso animó a Jun  a continuar.

Por primera vez desde que Jung Min había salido de la vida de Jun se permitió tener una esperanza.

—Sé que he estado colgando etiquetas. Pero, honestamente ya no me importa nada. Yo solo… —Jun empujó su cabello hacia atrás y tomó aire para fortalecerse—. Solo quiero regresar a como eran las cosas antes. Nosotros no necesitamos llamar a esto una relación. No necesito definirte como mi novio. O mi pareja. O mi compañero. O el que sea el nuevo término que se aplica a ese rol en estos días. Estoy cansado de colocarlas, excepto...

Desde su posición en cuclillas, Min lo miró. —¿Excepto?

—Excepto que quiero estar contigo. Así que me conformo con lo que estás dispuesto a dar.

Jung Min pareció dejar de respirar, y Jun pudo distinguir la batalla emocional que tenía lugar detrás de su atribulada verde mirada.

—Tú… —Con una mirada de frustración, Min frunció el ceño y volvió su atención a la motocicleta, mirando fijamente a la llanta—. No deberías tener que conformarte.

Las palabras sonaron como el beso de la muerte para su relación.

Oh, Dios. El corazón de Jun bombeaba duro, y luchó por mantener su expresión bajo control.

—Me preguntaste cómo me sentía acerca de Kyu—dijo Min—. Y seguía diciéndote que no estaba enamorado de él. Pero después de la ceremonia de premiación, he estado pensando mucho. —Hizo una pausa—. Y recordando.

Jun se olvidó de tomar una respiración. —¿Recordando qué?

Min frunció el ceño de nuevo, con los ojos en el perno atorado.

—Kyu y yo... Bueno, era algo más que una simple amistad —dijo Min—. Nunca tuve ningún hermano, pero estoy bastante seguro de que nosotros éramos más que eso. —Se encogió de hombros derrotado y tiró la llave dentro de la caja con un clink metálico. Cuando volvió a hablar, su voz sonó baja—. Joder, no lo sé.

Jun esperó a que continuara, y Min levantó la mirada hacia Jun.

—Pero en esas noches cuando me acurrucaba con Kyu para no congelarnos el culo, los sentimientos a veces eran todos mezclados. Creo que podría haber sentido... una urgencia. Ya sabes —una mirada avergonzada cruzó el rostro de Min, una expresión nueva para el hombre—, como un impulso sexual. Pero nunca estuve muy seguro de si era solo un sueño o era real. Era todo tan confuso. —Min suspiró y miró hacia otro lado, sonando agotado—. Aún estoy algo confundido.

Con cansancio se pasó una mano por la cara, dejando una pequeña mancha de grasa en la sien. La mancha lo dejó viéndose vulnerable, y el corazón de Jun dolía.

—Pero estaba aterrorizado de perder a Kyu como un amigo —dijo Min. Cuando continuó, su tono era desolado—. Y yo había estado tan asustado por mi experiencia con ese pendejo.

Jun nunca lo había visto tan derrotado y luchó contra la creciente oleada de ira, dolor y desesperación en nombre de Min. No sólo Jung Min había perdido pedazos de sí mismo en el camino, Jun sospechaba que también había enterrado algunas partes vitales.

¿Habría reprimido sus recuerdos de su atracción por Kyu?

¿Sus verdaderos sentimientos por el amigo que había perdido?

Y, Cristo, ¿algo de eso seguía importando?

Min soltó un bufido. —Por otra parte, estaba tan jodidamente preocupado por sobrevivir al día siguiente. Que casi no podía pensar en otra cosa. No habíamos estado en el apartamento mucho, antes de que Kyu conociera a Hongki. Y me sentí…

Min vaciló, su boca moviéndose, su expresión enfocada e intensa. Parecía estar luchando para articular algo. Algo que no tenía palabras para expresar. Y, por Dios, verle luchar con el proceso era doloroso.

Jun se acercó más. —Min, no tienes que hacer esto.

—Está bien. —Suspiró y rodó la cabeza, como para aliviar los músculos tensos—. Mierda. Solo hay una manera de describirlo. Estaba Kyu, y luego estaba el resto del mundo. Nadie más estuvo cerca.

Min finalmente se puso de pie, mirando a la Honda mientras pasaba el dedo a través de un desgarro en el asiento.

Con voz áspera, Min dijo: —Hasta que llegaste tú.

Jung Min miró a Jun. —Estar contigo era como estar con Kyu. —El espectro de una sonrisa venía y se iba de la cara del hombre—. Solo que también había grandioso sexo.

Las palabras se expandieron en el pecho de Jun, con el potencial de matarlo.

Min parpadeó. —Y yo...

Moría por escuchar lo que venía después, Jun no podía moverse.

—Yo quiero que vuelvas. —Min terminó.

El alivio golpeó, dejando las piernas de Jun torpes, pero de todos modos se las arregló para cerrar la brecha entre ellos. Se movió tan rápido que Min todavía estaba de frente a la Honda cuando Jun atrapó a Minpor un lado, pegándolo contra su pecho. Con un suspiro, Jun presionó su frente contra la sien de Min. Min cerró los ojos y tomó en un puño la parte delantera de la camisa de Jun.

—Lo que sea que tenga que hacer, hombre —dijo Min con brusquedad—. Lo que sea necesario.

Con un gran suspiro cósmico de alivio, Jun finalmente se relajó.
Su pulso fuera-de-control lentamente se calmó mientras inhalaba el aroma de jabón mezclado con cuero. Los minutos pasaban, pero aun así no se movían.

—No tienes que hacer nada —dijo Jun—. Simplemente, no me dejes de nuevo.

En respuesta, Min giró la cara y unió sus bocas, su labio inferior entre los labios de Jun. El toque no era más que un simple roce de piel contra piel, un compartido, húmedo aliento de exhalación.
Y exhalación.

Pero la situación no duró mucho. Necesitando más contacto, más de Min, Jun inclinó la cabeza del hombre, sus dientes, labios y lengua, dejaron un sendero húmedo a lo largo del cuello de Min.

Jung Min arqueó el cuello, animándolo. La barba era aspera, la piel suave. Jun llegó a la esquina de la boca de Min y mordió…

—Joder. Jun, espera.

Min giró su cuerpo hasta que estuvieron cara a cara y agarró las caderas de Jun, caminando con él hacia atrás hasta que sus hombros golpearon el marco de la puerta. Min enhebró los dedos por el cabello de Jun, manteniendo su cabeza inmóvil mientras el beso cambiaba. La intensidad llevó a Jun ridículamente cerca del borde.

Min presionó con firmeza, abriendo la boca de Jun más y luego tomándose su tiempo con cada rincón, como si estuviera muriéndose de hambre, pero no quisiera consumir a Jun demasiado rápido. Enérgico, pero sin prisas. Pronto la mandíbula de Jun dolió por el poder detrás de los besos, pero a él no le importaba. Desesperado era bueno. Hambriento era excelente.

Disfrutando el momento... incluso mejor

Mientras Jun luchaba por decidir entre una respiración necesaria para mantener la función cerebral y seguir besando a Min, Min tomó la decisión por él.

La boca de Min aterrizó en el pulso en el cuello de Jun, y con voz ronca le dijo: —Jesús, te he extrañado.

Jun sabía lo que quería decir, podía oír la verdad en su voz. Puede que aún no fuera capaz de decirlo —de hecho, las palabras podrían tardar un largo tiempo en llegar—, pero Jun sabía que Min lo amaba. La idea jodidamente asustaba al hombre, pero, en lo que se refería a Jun, Min sólo tendría que aprender a adaptarse. Jun le enseñaría cómo.

—Entonces demuéstramelo —dijo Jun.

Min metió las manos en los bolsillos traseros de Jun y lo jaló, sus pollas alineándose bajo la mezclilla. —Con mucho gusto.

Min arqueó sus caderas, y Jun gimió, Min tragó el sonido con su boca. El balanceo de sus caderas se aceleró, y lo que comenzó como erecciones parciales se volvieron furiosamente llenas.

La fricción envió chispas de placer por su columna, los empujes se hicieron más exigentes. Desesperado, Jun mordió el labio inferior de Min de nuevo.

Min siseó en señal de aprobación y alcanzó la parte delantera de los pantalones de Jun.

Una bocina sonó y un silbido rasgó en el aire, y los dedos de Min se quedaron congelados. Echó un vistazo a sus cuerpos fuertemente unidos, a su mano en la cremallera de Jun, y luego a la puerta a su derecha, a plena vista de cualquiera que pasara por ahí.

Min le disparó a Jun una mirada arrogante.

—Supongo que puedes apuntarme en el bando bisexual —dijo Min con un tono divertido—. O por lo menos en algún lugar de la escala de la bisexualidad, lo que sea que eso signifique. —Puntualizó la declaración con un duro beso y luego se apartó. Todo el humor se había ido, su expresión se volvió seria—. Y, uh, si quieres presentarme como tu novio, supongo que también estoy bien con eso.

—¿Estamos retirando la parte "de reserva"?

—Seguro como el infierno espero que si.

Jun le dio al momento la reflexión que la concesión de Min merecía. —En realidad, hay solo una cosa que necesito que te llames.

Min ladeó la cabeza con curiosidad. —¿Y cuál sería?

—Mío.

Una lenta sonrisa se formó en el rostro de Min. —Eso definitivamente lo puedo hacer.





..........................FIN.............................

3 comentarios:

  1. ahhhhhhhhhhhhh, voy a llorar... ¡el final! es y será siempre mi favorito, la adaptación que mas ame y amare... MIL GRACIAS POR ADAPTARLA. Moría por leer el final, aunque también daba tristeza y la da el que se acabe y no haya mas "el novio de reserva"... me encanto, finalmente ambos encontraron un punto medio entre su manera de pensar y ver las cosas y min parece haber comprendido que sentía por Kyu, aunque ese hombre sabe muy poco de si mismo, descubrirá muchos sentimientos con jun, jun pudo dejar ir a Hyun y la hace ro que el quería, no la madre... ¡en verdad me encanto y lo extrañare! fue una larga y hermosa historia, mil gracias por adaptarla MinJun....(ahora debo superarla y llenar con otras el vacío que dejara) es que de enserio la ame.

    ResponderBorrar
  2. Confieso que estaba empezando a frustrarme, mi bb iba conformarse afortunadamente Min pudo romper con viejos conflictos existenciales y aceptar lo que siente, y bueno no me queda más que agradecerte, y ahora que está completa no dudare en leerla nuevamente!!!!

    ResponderBorrar
  3. Confieso que estaba empezando a frustrarme, mi bb iba conformarse afortunadamente Min pudo romper con viejos conflictos existenciales y aceptar lo que siente, y bueno no me queda más que agradecerte, y ahora que está completa no dudare en leerla nuevamente!!!!

    ResponderBorrar