domingo, 15 de febrero de 2015

Para tener un humano. Capitulo Final!!!



Las calles de la ciudad brillaban por la reciente lluvia mientras se dirigían al parque, mirando a un resplandor cegador cuando los coches se aproximaron.

Mirando en el estacionamiento, Saeng vio que el resto del equipo ya había llegado.

-¿Estás listo, Saeng? -preguntó Kyu. El águila tenía el pelo recogido y cubierto con un gorro negro, y los cuatro tenían chalecos antibalas y suficientes armas para iniciar una revolución. Saeng había vaciado la habitación de armas de la cabaña.


-Tan listo como que lo voy a conseguir -respondió Saeng. Tenía una Glock en la funda debajo del brazo, una Sig escondida en la parte trasera en la cintura y una 0,385 enclavada en la funda del tobillo, además de que todos los bolsillos que tenía estaban llenos de munición. Si todo esto fallaba, tenía el cuchillo que su padre le dio en su décimo cumpleaños, porque en concordancia con su padre, “si alguien saca un cuchillo ante ti, haz que el tuyo sea más grande”

La mente de Saeng no tenía dudas de que los lobos no tenían ninguna intención de dejar a nadie más con vida a parte de Saeng y sólo porque lo necesitaban. Para ellos, una menor competencia era mejor para ellos a largo plazo.

-Vamos a buscar a tu gato -dijo Jun. Su sonrisa de anticipación habría sido escalofriante como si a Saeng no le hubiera engendrado el más duro de los ganados.

-Parece que a los lobos se les tiene que enseñar buenos modales -dijo Hongki de manera tranquila.

Incluso entrando en un posible tiroteo, Hongki nunca perdía su tranquilidad. Saeng había visto al cambia-formas golpearse con la cabeza de un rinoceronte y luego, con calma, terminar su sándwich.

En perfecta sintonía, los cuatro amigos salieron de la camioneta y se dirigieron hacia el grupo de Min. Los ojos del beta se agrandaron cuando vio su equipo.

-Supongo que no es tu primera vez en este rodeo -comentó Min.

-Nos gusta -respondió Kyu.

Min examinó su equipo. -Grado militar. ¿Cómo conseguisteis poner las manos en ese material?

-Es de mala educación preguntar de dónde vienen tus regalos cuando los encuentras envueltos bajo el árbol -dijo Jun piadosamente. Saeng suprimió la risa porque su padre le había regalado a Jun un particular rifle de francotirador completo con un gran lazo rojo dos Navidades atrás.

-Tienes habilidades ocultas, compañero del alfa. Creo que vas a encajar bien. -Los ojos de Min brillaban con aprobación mientras que Saeng se preguntaba si eso era una cosa buena o no.

-¿Has visto a los lobos? -preguntó Saeng.

Min señaló con la cabeza a un campo fuera de la zona de aparcamiento. -Por ahí.

Saeng asintió y se dirigió a esa dirección, sus amigos lo flanqueaban por ambos lados, Hongki, a su derecha, Kyu y Jun a su izquierda. Vagamente oyó maldecir y una estampida de pies tras ellos. Saeng mantuvo su foco en el hombre de pie en el centro del campo con una docena de cambia-formas lobos, sosteniendo un arma apuntando a otro hombre que yacía en el suelo.

Saeng había luchado consigo mismo sobre si podía comprometerse con Hyun o no, pero al ver a su fuerte y vibrante amante derrumbado en el suelo, sentenció su respuesta. Amaba a Hyun. Totalmente, incluso su obstinación y si John Greben le tocaba un pelo de su cabeza, Saeng iba a matarlo.

-Te tomó bastante tiempo -se burló John. Era una versión más guapa de su hermano, pero sus ojos tenían una porción más mala. Saeng sabía qué tipo de hombre era, que por cualquier razón golpeaba la mierda de alguien, y luego echaba la culpa a la víctima. Un matón. Saeng sabía exactamente cómo
hacer frente a los matones.

-¿Tu hermano no te dijo que estábamos en camino? -Saeng le dio a Frank una mirada evaluadora. El lobo le devolvió la mirada. John se rió, un sonido frío que sostenía todo el calor del viento invernal.

-Me dijo que le disparaste.

-Sí, lo hice. Lo habría matado si hubiera sabido que tenías a Hyun- dijo Saeng.

John sonrió, sus ojos oscuros iluminados con una media alegría. -Me gustas. Eres casi tan cruel como yo. Tu gran inconveniente es que tienes seres queridos. Si tienes gente que te quiere, siempre vas a ser débil.

-Extraño, siempre he pensado que eso es lo que me hace fuerte -Saeng miró a John como si esperara escuchar lo que iba a decir, pero en realidad estaba evaluando la situación.

-Me gusta tu casa -dijo John. -Ya que estamos aquí, he decidido a hacerla mi nueva base. Mis hombres están allí ahora.

Saeng rió. -De alguna manera lo dudo.

Una mirada de confusión se mostró en el rostro de John. -No te entiendo, no estás preocupado por venir aquí y por estar rodeado de lobos. A pesar de tu seguridad, sin embargo, son superados en número y no hueles ni un poco a miedo, y tampoco tus amigos. Todos los gatos apestan a ello -dijo
con sorna.

-¿Podemos seguir con esto? -preguntó Saeng con voz aburrida. - Devuélveme a mi pareja y no voy a matarte.

John echó atrás la cabeza y rió. -¿Él es tu pareja? Esto se pone cada vez mejor. Lamentablemente, no significa que no pueda matarlo si quiero tus servicios. Te diré una cosa, voy a hacer un trato. Voy a dejar libre a Hyun Joong y vienes a trabajar para mí.

-Tengo una contra-oferta. Dejas libre a Hyun y yo no te mato -dijo Saeng.

-¿Esa es tu contra-oferta? ¿Qué tal si mato a uno de tus bonitos amigos? -John movió el arma de Hyun hacia Kyu.

-Yo no haría eso -dijo Saeng.

-¿Por qué no?

-Porque mi francotirador utiliza el gatillo cuando mis amigos están en peligro -dijo Saeng.

-¡Francotirador! ¡Ja! No eres un francotirador. ¿Quién te crees que eres? -John se burló.

-Lance, dispara al águila -John ordenó. El lobo de la derecha de John sacó su pistola y apuntó hacia Kyu. Un fuerte crujido llenó el aire. Una herida de bala roja apareció en el centro de la frente de Lance. Cayó al suelo. Antes de que lo llegara a golpear, Saeng sabía que estaba muerto. -¿Quieres intentarlo de nuevo? -preguntó Saeng.

John miró a su miembro de la manada muerto. -Puedo disparar a Hyun antes de que me dispares.

-Puedes intentarlo -estuvo de acuerdo Saeng. Se cruzó de brazos ante su pecho mientras esperaba la respuesta de John. -Podemos hacer todo el tiroteo en el Corral si lo deseas, pero ese francotirador me enseñó todo lo que sé. Vamos a ganar, e incluso si no lo hacemos, vamos a matar a la mayor
parte de tu manada. Es posible que desees pensar en eso.

El teléfono de John sonó. Sin apartar los ojos de Saeng, respondió. - ¿Qué quiere decir que no puedes apropiarte de la casa?

El gran cuerpo de Hongki se sacudió de risa junto a Saeng. -Calla, que va a sentirse mal -le regañó Saeng. Hyun todavía no se había movido. Saeng se preguntó si habían drogado a Hyun o si el moretón en su frente había causado la pérdida de conocimiento.

-Que todo el mundo se quede lo más lejos posible. Voy a hablar con el dueño. -John colgó el teléfono a la persona del otro lado que seguía chillando en el receptor.

-¿Problemas? -Saeng preguntó inocentemente.

-Tu casa parece haberse comido a diez de mis lobos. -John palideció.
Kyu no trató de ocultar su diversión, echó hacia atrás la cabeza y rió.

-Una casa que se come a los lobos -Kyu se rió.

-¡Basta! -Saeng regañó a sus amigos. Las trampas que habían puesto para los lobos, los capturaban en jaulas bajo el suelo. Hacía falta un código de acceso especial para liberarlos. Su padre las había puesto hacía años, cuando había estado preocupado por si algunos de sus enemigos pudieran tener un posible interés en capturar o matar a su hijo.

-Estoy dispuesto a cambiar a tu gato por mis lobos. ¿Tenemos un trato? -la expresión de John mostraba lo que pensaba de tener que hacer un trato.

-Trato. Me llevo a Hyun ahora y envío a tus lobos a casa.

John frunció el ceño. -¿Cómo sé que mantendrás tu parte del trato?

-¿Qué voy a hacer con un grupo de lobos? -preguntó Saeng.

-Buen punto. Si no los veo en dos horas, entonces, voy a buscarlos yo mismo.

-Tienes que venir a por ellos -estuvo de acuerdo Saeng. -De lo contrario, no van a tener forma de volver a casa.

-Voy a enviar los coches -dijo John con amargura.

-¿Qué le hiciste a Hyun? -Saeng se había contenido de preguntar porque pensó que John no respondería sólo para fastidiarlo.

John sacó un frasco de su bolsillo. -Le drogaron. Si le das esto, contrarrestará la los efectos de la droga y se despertará con sólo un dolor de cabeza . Aquí, cógelo.

Saeng fácilmente cogió el vial. -Sabes, para ser un humano, tienes muy buenos reflejos -comentó John.

-Gracias. Hongki, coge a Hyun. -ordenó Saeng. Hongki puso la correa de su fusil en el pecho, luego se acercó y cogió a Hyun. El cambia-formas oso volteó fácilmente al inconsciente gato sobre su hombro. Un destello llamó la atención de Saeng.

Min se encogió de hombros. -¿Qué, pensabas que no tendría una foto de eso? Es material para un chantaje perfecto.

-Deseo recibir una copia -dijo Saeng. Con un guiño a John y un saludo a los compañeros del gatito, Saeng llevó a su grupo a la furgoneta.

-Eso ha sido un derramamiento de sangre decepcionante -dijo Jun con un puchero.

-Uno de ellos murió -señaló Hongki.

-Sí, pero todo estaba ordenado y limpio -protestó Jun.

Saeng se echó a reír. -Lo siento, la próxima vez voy a solicitar más salpicaduras de sangre. Sacudiendo la cabeza, se metió en el coche y se dirigió a su casa.




Hyun despertó con un dolor de cabeza cegador en la cama más cómoda que jamás había estado. Como durmiendo en una nube, el colchón amortiguaba su cuerpo y lo cubría como en un acogedor nido. Él fácilmente podría quedarse allí para siempre.

-Buenos días, gato perezoso. -La voz favorita en el mundo de Hyun, aumentaba su placer y comenzó a ronronear.

-Buenos días, pareja. -respondió. Su voz sonaba oxidada a sus oídos y tenía la garganta seca.

-Aquí tienes un poco de agua -Saeng pasó un brazo detrás de él y puso el vaso en sus labios. Hyun, feliz, bebió el frío líquido mientras se inundaba del olor de su pareja. Toda la cama olía a él, infiernos, todo el cuarto lo hacía.

-Estoy en tu casa -dijo Hyun, asombrado.

-¿Qué es lo último que recuerdas? -preguntó Saeng.

-Alguien clavó algo en mi cuello -respondió Hyun.

-John Greben te había drogado y secuestrado con el fin de llegar hasta mí -le informó Saeng.

Hyun parpadeó hacia su compañero. -Pero tú estás aquí y yo también estoy aquí. ¿Qué ha pasado?

-Digamos que las cosas para él, no funcionaron de la forma que pensó.

Mirando alrededor de la habitación, Hyun se empapó en la arquitectura. A diferencia de su moderno y frío apartamento, la habitación de Saeng tenía molduras interesantes y paredes de color amarillo pálido con vibrantes obras de arte. Los muebles tenían la sensación de ser de madera sólida y la luz de la ventana se mezclaba con los colores de la habitación. En general, rezumaba hogar por todas partes.

-No me extraña que no te guste mi casa -reflexionó Hyun.

Saeng se echó a reír. -Has dormido durante unos días, ¿quieres tomar una ducha y comer algo?

-Me parece bien -coincidió Hyun. En realidad no quería levantarse, nunca había estado tan a gusto en su vida, pero él tenía que ir al baño y podía conseguir también una ducha mientras él estaba allí.

-Vamos. -Saeng le tendió la mano para ayudarle a levantarse. Hyun casi tiró a Saeng en la cama antes de que envolviese un brazo alrededor de su compañero y lo arrastrara hacia la puerta.

-Creo que sería una mejor idea si nos duchamos juntos. Conversar sobre todo en el agua. -declaró Hyun.

-Hmm, muy buena idea -coincidió Saeng. -Sigue adelante y usa el baño. Vendré al empezar la ducha.

Hyun hizo sus cosas, se cepilló los dientes con un cepillo nuevo de dientes que encontró en el lavabo y empezó abrir el agua. Con un poco de comida y otro período de sesiones en la divina cama, estaría como nuevo.

Saeng apareció en el momento justo.

-Entra y te lavo la espalda -Saeng indicó a Hyun el interior.

-Esa es probablemente la mejor oferta que he tenido -acordó Hyun entrando en la bañera. Era una de esas bañeras antiguas con patas increíblemente altas. Una cortina corría a su alrededor, pero cuando Saeng movió la cortina de la ventana, ante él apareció un jardín privado de rosas.

-Mi abuela plantó este jardín en homenaje a mi madre. Murió antes de poder conocerla bien, pero al parecer amaba las rosas -dijo Saeng.

-¿Tú abuela todavía está por aquí?

Saeng negó con la cabeza. -No, la perdimos hace unos años. Me dejó esta casa.

-Por lo que he visto de ella, es hermosa -dijo Hyun.

-Te amo, te amo -dijo Saeng, mientras se enjabonaba las manos.

Hyun sonrió. -¿Significa esto que vamos a estar de acuerdo en que seas mi compañero oficialmente?

-Algún día. No hay ninguna prisa, ¿verdad? -preguntó Saeng.

Hyun suspiró mientras las manos de su compañero corrían por sucuerpo, acariciando y calmándolo con cada pasada. -No hay prisa, siempre y cuando todo el mundo sepa que te tengo.

-He pensado en añadir otro tatuaje -dijo Saeng cuando envolvió su mano alrededor de la erección de Hyun.

-Lo que quieras -coincidió Hyun. -Siempre y cuando me mantengas contigo.

-¿Quieres vivir conmigo? -preguntó Saeng. -Mis amigos no se van.

-No les pediría eso. -Hyun lo tranquilizó.

-Bueno, entonces vamos a empezar las negociaciones.

Sin previo aviso, Saeng se puso de rodillas y Hyun se dio cuenta de que su amante no tenía ninguna intención de jugar limpio, un hecho que cada vez era menos importante frente a la habilidad talentosa de la boca de Saeng.

En poco tiempo su orgasmo se precipitó atravesándole sólo para ser ávidamente absorbido por su amante. Sus rodillas temblaban y estuvo más que un poco aliviado cuando Carey se puso de pie para ayudarle a apoyarse.

-Venga, hombre-gato. Volvamos a la cama y te contaré un cuento sobre el niño que creció en esta casa -le convenció Saeng.

Ansioso por volver a la cama, Hyun dejó que Saeng le llevara de vuelta a la otra habitación sólo para detenerse ante la vista de un par de ametralladoras totalmente automáticas con lazos blancos a su alrededor. Se veían como el tipo de lazos que se ponían en un regalo de bodas.

-Aww, a papá le debes gustar -dijo Saeng. -Deja sólo armas para la gente que le gusta.

-Um, ¿eso es dulce?

-Bienvenido a la familia, Hyun. -dijo Saeng con una sonrisa.

El agotamiento estaba llevando a Hyun al límite. -Vamos a quitar las armas de la cama y tomar una siesta. Después exploraremos todas las cosas que dos hombres adultos pueden hacer en una cama grande y cómoda.

-Es una cita -estuvo de acuerdo Saeng.

Hyun se metió en la cama y se acurrucó en su compañero. Hoy sólo quería quedarse allí y estar con Saeng. Mañana ya se preocuparía por los detalles para organizar su vida juntos.


..........................................FIN............................................

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