viernes, 6 de febrero de 2015

La evolución del amor Capitulo 15



Grados de pecado

Cuando Jung Min llego a casa el sábado en la tarde después de un viaje de último minuto a la tienda de comestibles, la casa estaba temblando. Se reía mientras apoyaba las bolsas llenas de verduras frescas en sus caderas.

Jun tenía el volumen al máximo. Una onda de sonido lo golpeo cuando abrió la puerta del frente. Placebo, una de las bandas favoritas de Jun. Sacudió la cabeza.


― ¡Jun! ―grito―. ¿Puedes venir a ayudarme con las bolsas?

― Entro en la soleada cocina y dejo las bolsas en el mostrador.

Jun bailaba mientras salía. ―Seguro, bebé. ―Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Miny giraba con la música de “Spite and Malice”.

Min se reía. ―Jun, realmente no quiero distraerme ahora. ―rodeo el cuello de Jun con sus brazos.

― ¿Por qué no? ―Jun presiono un suave beso en los labios de Min―. Tenemos mucho tiempo. Nadie llegara hasta las cinco.

Tomo el trasero de Min con ambas manos y apretó―. Vamos, tengamos un rapidín. Puedes doblarme sobre el mostrador.

El pensamiento hizo que el pene de Min se moviera. El vio el reloj y gruño. ―Junnie, ya son las cuatro. Y aún no he preparado los vegetales para asarlos ni los champiñones entre otras cosas.

― ¿Por qué no haces cosas en mi culo en su lugar?

― ¡Jun!

―Bien. ―Jun dejo ir un exagerado suspiro―. Eso es lo que me gano por enamorarme de un chef. Ni siquiera puede tener una comida al aire libre para festejar el día del trabajo con unos cuantos amigos sin hacer algo elegante.

―Difícilmente elegante. ―Min se salió del agarre de Jun y se dirigieron a la puerta del frente de la mano. Jun apago el reproductor de CD de camino.

―Min―Jun dijo mientras ellos bajaban los escalones―, dejaste los filetes marinando en el refrigerador, pasaste la mañana haciendo fresas con chocolate y un pastel de queso. Ya compraste cinco diferentes tipos de vino, por el amor de Dios. ―El abrió la puerta trasera del BMW azul oscuro de Min y saco dos bolsas con alimentos. Miro en el interior de una y se rio―. Y al parecer estas a
punto de hacer esa cosa con pan y tomates. ¿No es eso elegante?

―Se llama brocheta. ―Min saco las dos últimas bolsas del carro y cerró la puerta con la cadera―. Y no, eso no es elegante. Es muy simple. Todo lo que cocine hoy es simple, realmente.

―Entonces ¿que hay de malo con hamburguesas y ensalada de papa? Eso es lo que la mayoría de la gente hace el día del trabajo.

―La mayoría de la gente no cocina como yo.

Jun se rió. ―Muy mal que no seas inseguro.

―La falsa modestia no tiene sentido y es hipócrita. ―Min balanceó una bolsa sobre una de las rodillas para poder abrir la puerta del frente―. Sé que soy un excelente cocinero, ¿Por qué debería de pretender no serlo?

Jun le dio una sonrisa. ―No deberías de pretender. Eso fue lo que hizo que me enamorara de ti.

―Oh, ya veo ―Dijo Min mientras llevaba las compras a la cocina―. Solo me amas porque soy un fabuloso cocinero.

―Sí. Aliméntame y soy feliz siendo tu puta.

―Ah.

Jun se rio y dejo las bolsas para darle un largo y profundo beso a Min. ―Sabes malditamente bien que no quise decir eso  ―murmuro mientras ellos se alejaban. Paso sus dedos por la mejilla de Min hacia su mandíbula―. Amo que nunca pretendas nada,  eres la única persona que conozco que puede ser jodidamente, brutalmente honesto sin enojar a todo el mundo.

―Eso es porque yo sé cuándo hablar y cuando mantener mi boca cerrada. A diferencia de alguna gente. ―Tomo las manos de Jun y le beso las palmas antes de regresar con las bolsas de los alimentos.

― ¿Que se supone que quieres decir?

―Nada. ―Min sonrió ante la escéptica expresión de Jun―. ¿Puedes cortarme algo de albahaca? ¿Para la brocheta?

Jun saco las tijeras del cajón. Arqueando una ceja hacia Min, abrió la tela mosquitera que daba a la terraza del jardín. Min vio a Jun de cuclillas detrás de la planta de albahaca y sonrió al ver la desnuda piel color crema que mostraba entre la camiseta y los holgados shorts. Jun se giró y lo atrapo viéndolo.

― ¡Oye! ―le grito a través de la puerta mosquitera―. Solo querías que lo hiciera para ver mi piel, pervertido.

―Muy seguro que no lo hice por eso. ―Min sonrió cuando Jun regreso y dejo la albahaca fresca en el mostrador―. Nunca he tenido que recurrir a métodos tan burdos contigo. Estarías desnudo todo el tiempo si pudieras.

Jun se encogió de hombros, dejo las tijeras en la mesa y envolvió en sus brazos a Min por detrás. ―Si, bueno, cuando tienes razón, tienes razón. ―Beso el cuello de Min―. Tú amas eso.

Min se apoyó contra él. ―Si lo hago. ―Giro la cabeza y le dio un rápido beso―. Mi cielo, no cambiaría una sola cosa de ti. Adoro tus tendencias nudistas.

―Lo sé. ―Jun mordió la oreja de Min, entonces se apartó y apoyo los codos en el mostrador―. Ahora dime que necesitas que haga.




Continuara...............

1 comentario:

  1. Que suerte tiene Min con baby travieso y exhibicionista, ah me gustó pero fue corto el cap:-(

    ResponderBorrar