sábado, 11 de octubre de 2014
La evolucion del amor. Capitulo 7
Jun se recargo en su silla y palmeo su estómago. ―Dios, Estoy lleno. Eso estuvo asombroso, Minnie.
―Gracias, muchas gracias ―Min sonrió mientras se ponía de pie para limpiar la mesa―. Pensé que podrías disfrutarlo. El pescado blackened me pareció tu estilo.
―Hombre inteligente.
―Lo intento.
Jun tomo a Min por la cintura de sus pantalones mientras pasaba. ―Beseme, Chef Park.
Riéndose, Min se inclinó y le dio un rápido beso en la esquina de la boca a Jun. ― ¿Te gustaría el postre?
―Infiernos, sí, me gustaría. Pero no de comida. ―Jun esperanzado se puso de pie y siguió a Min al interior de la pequeña cocina―. ¿Y qué jodido tipo de beso era ese?
―Del tipo de cuando mis manos están llenas de platos sucios.
Min dejo los platos en el fregadero, girándose y poniendo sus brazos alrededor de la cintura de Jun―. ¿Ahora qué decías acerca del postre? hice mousse de chocolate.
Jun se rio, presionando su cuerpo contra el de Min. ―No un simple y tradicional pudin para ti.
―No, Claro que no.
― ¿Puedo pintar con los dedos con eso?
―Solo si hablas del tipo de pintura de dedos que creo.
―Lo sabes. ―La cara de Jun se quebró en una enorme y completamente diabólica sonrisa―. Amaría algo de chocolate en tu pene.
Min se rio. ―Tú ―le dijo besando la mejilla derecha de Jun―. Tienes una mente sucia.
―Te gusta eso. ―Jun se inclinó y lamio detrás de la oreja de Min, lamiendo el punto que siempre hacia que Min se estremeciera con placer―. Apuesto a que la razón para seguir viéndome es el sexo sucio.
La boca de Min se secó. Su corazón repentinamente se aceleró, cuando recordó la promesa que se había hecho ese día. Es tiempo, pensó, con algo parecido al pánico.
Min se limpió la garganta. ―Jun
Él no logro ir más allá de eso. Jun se apartó y envolvió sus brazos alrededor de sí mismo. ―No lo digas.
Min lo vio fijamente. Esos hermosos ojos brillaban con lágrimas. ―Junnie ¿que está mal?
Por un minuto, Jun siguió de pie en silencio, viendo el suelo.
Cuando el levanto la mirada se encontró con la de Min, Min pensó que el miedo y dolor que vio ahí quebraría su corazón.
―Mira, Min, sé que nosotros jodemos mucho, verdad, y es bueno. Realmente jodidamente asombroso, realmente. Pero yo…― Jun mordió su tembloroso labio y alejo la mirada―. No quiero ser solo eso. Si el sexo es realmente la única razón para que me quieras, entonces yo no…no quiero eso.
La esperanza floreció en el pecho de Min. Se acercó y paso su mano por la mejilla de Jun. ―Esa no es la única razón por la que te quiero, Bebé.
Jun lo vio con su penetrante mirada. ― ¿Qué quieres decir?
―Sí ―Min tomo la mano de Jun entrelazando sus dedos juntos―. ¿Aun quieres saber la verdadera razón por la que no quise ir a casa de mis padres esta noche?
Jun asintió.
Min tomo una profunda respiración. ―Es porque no quería dar ese pasó hasta saber si te sentías o no de la misma manera que yo me siento contigo.
El entendimiento se formó en la mirada de Jun. ― ¿Tú me amas?
―Si, lo hago. Y lo he hecho desde hace un tiempo.
Jun lanzo sus brazos alrededor del cuello de Min. ―Joder, estaba tan asustado.
Min lo sostuvo fuerte su mejilla presionando su cabello. ―Entonces, ¿puedo asumir que mis sentimientos son correspondidos?
―Si eso significa que yo te amo. Entonces sí. ―Jun se apartó lo suficiente para ver a Min a los ojos. La brillante sonrisa de Jun hizo que Min se quedara sin aliento―. Entonces ahora puedo conocer a tus padres, ¿verdad?
Min se rio. ―Definitivamente. Les llamare mañana y hare una nueva cita para cenar.
―Estupendo. ―Jun se acurruco de nuevo en los brazos de Min, su cabeza bajo su mentón. ―Le llamare a Bum mañana en la noche, voy a decirle, ¿está bien?
―Claro. Espero que pueda conocerlo pronto.
―Lo harás. El vienen a visitarme en un par de semanas, ¿no te lo había dicho?
―Debes de haberlo olvidado.
―Quizás, temía lo mismo que tú.
―Probablemente, diría. La mente subconsciente puede tener un poderoso efecto en las elecciones que hacemos.
Jun levanto la cabeza y le dio una provocadora sonrisa a Min. ― ¿Incluso te preocupa que suenes como un diccionario parlante?
―Nunca. ―Min beso la punta de la nariz de Jun―. Vamos a la cama ahora.
―Pero no estoy cansado. ―Jun parpadeo inocentemente.
―Lo vas a estar cuando terminemos con esto. ―Min palmeo el trasero de Jun y le dio un ligero empujón en dirección a la recamara ―. Vamos desnúdate. Te alcanzaré en un momento.
― ¿Con la mousse de chocolate?
―Oh sí.
―Fantástico. ―Jun empezó a caminar para alejarse, entonces se detuvo y se giró hacia Min. Sus ojos brillaban con alegría―. Soy tan feliz, Minnie.
Min hablo con esfuerzo a causa del nudo en su garganta. ―Yo también, amor.
Jun le sonrió, se giró y se dirigió a la recamara, quitándose la ropa. Min iba detrás de él con el fetiche del postre y un bote de crema que tomo del refrigerador.
Pasaron meses antes de que Min dejara de tener una erección cada vez que hacia un mousse de chocolate.
Continuara...................
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