miércoles, 22 de octubre de 2014

Algo para Santa. Capitulo 5


Jun había estado trabajando para Joong's en su nuevo cargo desde hacía una semana. Había dejado su trabajo en el Tango y estaba consiguiendo más horas de sueño de las que había tenido en meses. Encontró el trabajo que hacía por Hyun interesante y estimulante.

Hyun era un CEO ocupado y Jun encontró que hacía malabares entre sus citas de reuniones, ocasionales apariciones para actos de caridad y los normales negocios diarios en la oficina.

Le había tomado un par de días para darse cuenta de que Tawna se había centrado en lo que la mantuvo en el radar de Hyun, después de haber ido a menudo, de acuerdo con Hyun, con preguntas y problemas que Jun manejaba por su cuenta.


Dos veces, Hyun se mostró sorprendido por la facilidad con que Jun había asistido a asuntos que Jun consideraba básicos. Mientras que antes dos o tres personas se habían lanzado para ayudar con los deberes de Tawna, ahora, gracias a Jun, los otros eran libres para concentrarse en sus propios puestos de trabajo.

No era de extrañar que Hyun hubiera sufrido de migrañas.

Hyun tenía las cerraduras de las puertas de la oficina modificadas desde ese lunes por la mañana, pero las llaves perdidas se mantuvieron persistentes en la mente de Jun.

¿Por qué Tawna las tomaría?

Jun mantenía una estrecha vigilancia sobre Joon cuando estaban fuera de las oficinas y en la tienda. A veces los dos bajaban a la cafetería para almorzar juntos.

Joon lo disfrutaba charlando con Jun sobre esto o aquello. Un par de veces, Hyun se había unido a ellos. La mayoría del personal mostró aprecio por las capacidades de Jun y su buen carácter, porque se tomó el tiempo para aprender sus nombres y construir una buena relación con ellos, algo que su predecesora evidentemente, no se había molestado en hacerlo.

Era lunes y el viernes sería Navidad. Jun no tenía planes de este año ya que ahora estaba solo en el mundo; toda su familia se había ido. Pensó que se quedaría en casa, ordenar comida y ver el desfile como él y su madre solían hacer, tal vez pensar en ella y solo estar de perezoso.

Se las había arreglado para encontrar un refugio local de animales con los gatitos de la edad adecuada para adopción e hizo los arreglos para recoger el jueves uno para Joon. Ya había utilizado la tarjeta que Hyun le había dado para adquirir todas las cosas que necesitarían para cuidar de la nueva mascota, incluyendo alimentos y juguetes. Había hablado con el dueño del refugio y se había asegurado que el gatito estuviera listo, después de tener todas las vacunas necesarias. La señora le dijo que el gato era uno de los dos que salieron de una camada y ella estaba esperando que alguien se llevara el último antes de que se cumpliera el tiempo.

Jun tuvo que morderse la lengua para no decir que adoptaría el gatito restante. Tener una mascota nunca se le había ocurrido antes de hacer todos los arreglos para la de Joon.

No había pasado tanto tiempo a solas con Hyun como Jun había esperado, pero había habido largas miradas entre ellos ya que trabajaban juntos o se cruzaban uno a otro durante el día.

Jun adquirió más y más funciones. Hacía los arreglos con la tintorería para los trajes de Hyun y se hizo cargo de algunas de las tareas del hogar, como pedir comida para el ático, como cereales y refrigerios saludables para Joon.

—¿Estás ocupado? —Jun oyó la voz de Hyun y experimentó el escalofrío que por lo general le inducía.

Hyun había estado fuera de la oficina todo el día en reuniones con los responsables de las otras tiendas.

Jun había arreglado llevar refrescos a la sala de juntas a las cuatro y estaba cerca de eso ahora. Jun estaba sentado junto a él, después de haber terminado de trabajar en sus propios y muy importantes papeles.

Jun había instalado una pequeña mesa junto a la suya y Joon pasaba tiempo con él todos los días, trabajando junto a él en los papeles para papá.

—No en este instante. Tengo que bajar para mi turno. Joon, cariño, ve y colócate tu traje —dijo. Joon se levantó y corrió hacia Hyun para un rápido abrazo antes de entrar en el cuarto de baño contiguo a cambiarse. —Me estoy preparando para cerrar aquí e irnos. ¿Hay algo que necesites? —Jun bloqueó los cajones de la mesa y se levantó.

—¿Quieres decir, además de un tiempo a solas contigo? —Hyun sonrió con tristeza y se acercó más. ¡Oh, cuanto ansiaba Jun un beso de él... o varios.

—Si, además de eso. Tengo que programar algún tiempo para eso, ¿huh? —Jun dijo, sin burlarse realmente.

—Ahora ahí hay una idea —Hyun se acercó aún más y Jun pensó que iba a inclinarse para darle un beso.

Su corazón latía con fuerza. Entonces oyó a Joon saliendo del baño.

—Jun, estoy listo. Papá, ¿vas a besar a Jun de nuevo? —Joon miraba expectante.

—Pensé en eso chico, pero no hay tiempo en este momento —Hyun dijo, inclinándose para recoger a Joon de nuevo. —¿Cómo está mi duende favorito hoy?

—Estoy bien papá. Jun y yo tenemos que ir a hacer fotos ahora. Nos vemos después de mi turno —Joon y Hyun ambos se rieron de esas palabras viniendo de un niño de seis años de edad.

Hyun ajustó a Joon de nuevo y dijo en voz baja a Jun—Te veré después de tu último turno esta noche.

Jun se estremeció de nuevo, ante la promesa de esas palabras. Antes de que pudiera decir algo, el ascensor se abrió para revelar varios de los asociados de negocios de Hyun, que llegaban aquí para la reunión.

Santa tenía un poco más de chispa extra para la tarde. Las fotos serían probablemente las mejores del grupo sólo porque Santa estaba tan malditamente feliz y emocionado acerca de esa noche.


Continuara..............

1 comentario:

  1. Buen capitulo pero corto, me encanta esta pareja y mas con hijito incluido jeje, pobres no han tenido tiempo para ellos pero se ve que esa noche se van a desquitar, a mi también me preocupa lo de las llaves quien sabe que va intentar esa loca, esperare el próximo :-)

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