domingo, 30 de agosto de 2015

La evolución del amor Capitulo 22


Realizó el camino al hospital en menos de diez minutos a pesar del agua nieve que cubría el camino.

Sus manos temblaban tan violentamente que le tomo tres intentos lograr quitarse el cinturón de seguridad. Se apresuró hacia la entrada del área de emergencias con las piernas aun sintiéndose como flojos fideos.

En el interior se abrió paso entre la gran cantidad de personas enfermas o heridas y llego al escritorio.

―Discúlpeme, ―dijo.


La mujer de aspecto desolado levanto la vista del escritorio y le dio una cansada sonrisa. ―Si, ¿puedo ayudarlo?

―Estoy buscando a Kim Hyung Jun. A él lo traen… ― Min se detuvo para luchar contras su temblorosa voz y mantenerla bajo control―. Ellos lo traen en…helicóptero. Desde Cataloochee.

La mujer 'Carol Goldsmith, RN ((registered nurse) enfermera titulada.), de acuerdo al nombre en su
etiqueta' tecleo en la computadora. ― ¿Eres pariente?

―No. No, yo…él es mi novio, vivimos juntos. No tiene familia, excepto un hermano que ahora esta del otro lado del mar. ―Apoyo su temblorosa mano en el escritorio para detenerse―. Por favor, ¿puedo verlo?

― ¿Su nombre, por favor?

―Park Jung Min.

Frunciendo los labios, Carol siguió tecleando. Min se mordió la lengua para evitar gritar.

―Está bien, señor Park ―ella dijo al fin―. Tu estas en su lista de contactos de emergencia. ―Después de un momento ella abrió el cajón del escritorio y saco una etiqueta blanca con la palabra ‘visitante’ escrita en grandes letras. Ella se la fijo en la camisa. ―Ve a través de aquellas puertas dobles ―ella indico―. La estación de enfermeras está a la derecha. Yo les avisare que te informen.
―Ella coloco su mano en su brazo―. ¿Hay alguien a quien pueda llamar por ti? ¿Algo que necesites?

El logro darle una débil sonrisa. ―No, gracias. ¿Puedo irme ahora?

―Sí. Espero que todo salga bien, señor Park. ―Ella presiono un botón y las puertas dobles se abrieron.

Caminando hacia las puertas sintió que entraba en una zona de guerra. El lugar hervía de frenética actividad. Una enfermera paso a lado de él corriendo, llevando una bolsa de sangre en cada una de sus manos enguantadas. Ella desapareció entre la multitud alrededor de una camilla. Min la siguió con la mirada. Atrapo el brillo de un pie descalzo con un tatuaje de un lagarto verde y purpura en el tobillo y el cuarto oscilo.

Jun.

Es el pie de Jun.

Ese era Jun acostado en la camilla.

El tiempo se detuvo, Min se quedó atrapado en un instante de brillante y cristalino horror. Eones pasaron y él seguía viendo la piel manchada de sangre que era todo lo que podía ver del hombre que amaba.

―Señor, ¿está usted bien?

Las palabras lo hicieron moverse de nuevo. El vio unos grandes y calmados ojos grises. Los ojos pertenecían a una pequeña y delgada mujer con cabello gris en una larga trenza cayendo en su espalda.

―Soy Park Jung Min. ―Min deseo que su voz no temblara tanto―. Estoy aquí para ver a Kim Hyung Jun. Él está ahí, creo que él está ahí. ―Señalo con su tembloroso dedo a la camilla rodeada de gente―. Por favor, tengo que verlo.

La cara de la mujer era seria. ―Señor Park, soy la doctora Norris. Lo estábamos esperando. La enfermera de vuelo dijo que Hyo le llamaría al amigo de Jun para que viniera.

―Así es. Ella, ella no pudo decirme que tan mal herido esta. Puede…puede usted… ―El no pudo continuar.

La doctora Norris lo tomo del brazo y lo guio hacia atrás de la estación de enfermeras a un pequeño cuarto para hablar con las familias, ella le ofreció una silla.

―Señor Park…

―Min.

―Min. Jun tuvo una muy mala caída mientras hacia snowboarding, su pierna izquierda tiene tres fracturas. Se quebró algunas costillas, que deberán sanar solas, y se perforo un pulmón. También tiene hemorragia interna. Estamos preparándolo para llevarlo a cirugía ahora, para detener el sangrado y estabilizar las fracturas de la pierna.

Min la veía fijamente sintiéndose frio y enfermo. ― ¿Cuándo puedo verlo?

―Después de la cirugía.

―Porque… ¿por qué no puedo verlo ahora? ¿Por favor? ―Lagrimas bajaban por las mejillas de Min. No podía levantar sus brazos para quitárselas.

La doctora Norris se sentó a su lado y tomo sus dos manos entre las suyas. ―Lo siento, Min. Pero él ni siquiera sabría que estas aquí. Él ya ha sido sedado y tiene un tubo respiratorio para sus pulmones.

Min tomo una temblorosa respiración. ―Alguien me informaría… ¿me informaran cuando el salga? ¿Salga de la cirugía?

―Claro. ―Ella sacó un pequeño localizador de su bolsillo, lo encendió y se lo dio―. Nosotros usamos esto para mantenernos en contacto con los familiares. Te van a avisar cuando Jun salga de la cirugía. Solo regresa aquí al escritorio y diles que te están localizando para hablar con los doctores y alguien te dirá dónde encontrarme.

Min sonrió a pesar de sus lágrimas. ―Gracias, doctora.¿Dónde debo de esperar?

―Puedes esperar aquí por ahora si gustas. Seguramente Jun va a pasar en quirófano algunas horas, así que puedes ir a comer algo. Las enfermeras te localizaran con el radio localizador así que no te preocupes por eso.

―Está bien.

Ella lo vio seriamente. ―Debes de llamar a alguien, Min. No debes de estar solo ahora.

El no contesto. Ella apretó su hombro y regreso a la agitada sala de emergencias Min la siguió, se dirigió hacia el lugar en donde había visto a Jun, una camilla estaba siendo empujada por al menos cinco enfermeras. Min logro ver la cara de Jun, una palidez de muerte, moretones y sangre seca, un tubo de plástico claro en su boca. Una enfermera apretaba rítmicamente una bolsa azul conectada al otro lado del tubo, causando que el pecho de Jun se elevara y se hundiera. Profundos moretones manchaban su piel en el área de sus costillas. Su pierna izquierda en un aparato de tracción con pesas.

En menos de un segundo la camilla se había ido hacia los quirófanos. Pero esa única imagen quemaba el cerebro de Min, por lo que pensó que nunca vería nada más de nuevo. Camino hacia el pequeño cuarto de emergencias se acurruco en una silla y lloro hasta que no le quedaron lágrimas.




Cuatro horas después, Min regresaba de la cafetería llevando una taza de café fuerte y amargo. Se apoyó en la ventana para ver caer la nieve cuando vio a Hyo entrar por las puertas de emergencia con Hyun. Los profundos ojos de Hyo estaban rojos e hinchados y su mano apretaba la de Hyun.

―Min. ―ella dijo entrando en sus brazos y abrazándolo fuerte―. Dios, Min, Lo siento mucho. Lo siento mucho.

―Me alegra ver a ambos. ―Min logro decir con una temblorosa sonrisa―. ¿Estás bien?

Ella se apartó, asintiendo. Hyun envolvió sus brazos alrededor de ella y ella se apoyó en él. ―Estoy bien. Pero Min, él, él estaba sangrando, el hueso estaba…fuera de su pierna y él se desmayó, no podía despertarlo. Estaba t-tan asustada de que fuera a m-morir.

Hyo se giró y sollozó en el pecho de Hyun. Min vio los oscuros ojos de Hyun. Estaban nublados por el miedo y la preocupación. ― ¿Cómo está? ―Hyun preguntó.

Min los guio a un grupo de sillas vacías que estaban en la esquina cerca de la ventana. ―Él está en cirugía ahora. Él tiene su pierna gravemente fracturada, y él tiene hemorragia interna. No hable mucho con la doctora antes de que ella llevara a Jun a cirugía, así que eso realmente es todo lo que se ahora.

Hyun tomo la mano de Min. Min se acercó y los tres seacurrucaron juntos a esperar.



Min estaba acostado estirado en una cama con una gran almohada, disfrutando el aire de la noche que acariciaba su piel. Vio alrededor y se dio cuenta que la cama estaba en una enorme y vacía playa. Se oía el ruido de las olas y vio la arena.

―Minnie.

Min levanto la vista. Jun estaba inclinado sobre él, desnudo, hermoso, su pálida piel resplandecía a la luz de la luna. Min lo alcanzo y ellos se besaron. Una débil vibración en su cadera hizo que un gemido saliera de la garganta de Min.

―Es mi nuevo juguete, ―Min murmuro.

―Creo que deberías de contestar.

¿Qué? Min pensó, pero las palabras no salían.

―Contesta, Min. Min. Min…

―¡Min!

Jung Min despertó sobresaltado. Hyun tenía una mano en su hombro. ― ¿Qué? ―Min murmuro.

―Tu localizador, debes de apagarlo, ―Hyun dijo.

Min puso su mano en el clip del localizador en la pretina desus jeans. Estaba en vibrador. Él lo apago.
―Jun debe de haber salido de cirugía. ―Se puso de pie para dirigirse al escritorio que parecía estar a miles de kilómetros de distancia. Parpadeando extendió la mano detrás de él, Hyun la tomo.

― ¿Puedes acompañarme? ―Min preguntó.

Hyun se puso de pie y jalo a Hyo con él. ―Seguro. Vamos. ―El coloco uno de sus brazos alrededor de Hyo y el otro alrededor de Min, y juntos se dirigieron a la estación de enfermeras de emergencias.

Solo cinco minutos después entraba la doctora Norris al cuarto de conferencias, pero Min lo sintió como cinco horas. Dejo de pasear cuando la puerta se abrió.

― ¿Cómo esta él? ―Min demando―. ¿Está todo bien?

La doctora Norris sonrió. ―La cirugía salió muy bien. Fuimos capaces de detener la hemorragia, extirpando el bazo y de alinear excelentemente las fracturas en sus huesos. Deben de sanar bastante bien. Perdió una buena cantidad de sangre pero no tanta como para asustarnos. Claro que siempre puede haber dificultades, pero creo que él estará bien. Es joven y sano, eso está a su favor. Min se dejó caer en la silla débil por el alivio. ―Gracias a Dios. ―Estrecho la mano de Hyo―. ¿Cuándo podemos verlo?

―Ahora él está en recuperación, Ellos lo transferirán a cuidados intensivos pronto. Podrás verlo unos minutos cuando este ahí. Te mostrare donde es.

― ¿Solo unos minutos? ―dijo Hyo.

La doctora Norris la vio. ―Su cuerpo necesita descansar, así que él estará con ventilador al menos otra noche. Esperamos poder quitarle la intubación dentro de uno o dos días y pasarlo a un cuarto regular. Pero el permanecerá sedado mientras él tenga el ventilador, así que él no sabrá que están ahí de todas formas.

Min asintió. ―Está bien. Gracias, doctora.

La doctora Norris sonrió. ―Vamos, te mostrare donde esta cuidados intensivos. La enfermera te llamara cuando ellos trasladen y acomoden a Jun.

Ellos apenas se habían sentado en el cuarto de espera cuando un jovencito en traje azul se dirigió hacia ellos.

― ¿Park Jung Min? ―el jovencito preguntó.

Min se puso de pie. ―Soy yo.

El hombre sonrió. ―Soy Heechul, el enfermero de Jun. Puedes pasar a verlo unos minutos ahora.

Min vio a Hyo y a Hyun. Hyo tenía una palidez de muerte y los ojos bien abiertos. ― ¿Pueden ellos venir también? Ellos son amigos cercanos de Jun.

Heechul negó con la cabeza. ―Lo siento, pero solo una persona esta vez. El podrá tener más visitas mañana, pero por ahora el necesita más que nada descansar.

Hyo iba a protestar. Hyun la detuvo con una mano en su brazo.

―Está bien. Nosotros iremos a verlo mañana. Min nos informara. ¿Verdad, Min?

El tono de Hyun era calmado pero la preocupación llenaba sus ojos.

―No te preocupes, Hyo―dijo Min―. Le diré a Jun que tú y Hyun también están aquí.

Hyo logro sonreír. ―Está bien.

Min asintió, se giró y cuadro los hombros. ―Bien, vamos.

Heechul le advirtió que la apariencia de Jun podría impactarlo.

Nada pudo realmente haberlo prepararlo sin embargo. La cara de Jun era blanca grisácea, raspada, hinchada y con moretones. El tubo en su boca ahora estaba conectado a una máquina 'el ventilador, Heechul lo llamo así' respiraba por él. Un enorme moretón negro y purpura cubría un costado de su desnudo pecho. El aparato de tracción ya no estaba. Min no levanto la sabana para ver su pierna fracturada.

Aunque lo peor era la total ausencia de la usual bulliciosa energía de Jun. Normalmente Jun estaba en casi constante movimiento, incluso cuando dormía, y ponía a Min nervioso verlo inmóvil y sin responder.

―Cinco minutos ―Heechul le dijo―. Siento que no pueda ser mas, puedes regresar dentro de cuatro horas.

―Gracias. ―Min se acercó a la cama y tomo la inmóvil mano de Jun. Apenas y noto que Heechul dejaba el cuarto.

―Hi, Jun―Min murmuro―. Sé que no puedes oírme ahora. Pero solo quiero decirte que…que te amo y no voy a dejarte.  Ellos solo me dejan visitarte unos minutos por ahora, pero estaré de regreso pronto de nuevo. Hyun y Hyo también están aquí, ellos van a venir a verte mañana.

Jun no se movió. Las maquinas seguían zumbando, Min se inclinó y beso la frente de Jun. La pálida piel se sentía fría cuando la toco. Min cerró los ojos luchando contra las lágrimas. Deseaba poder besar los labios de Jun y sentir que se movían contra los suyos.

―Te amo mucho, dulce corazón ―le dijo―. Por favor recupérate pronto. Por favor.

Se sentó ahí, apretando la mano de Jun hasta que Heechul vino a decirle que era tiempo de que saliera




Continuara.................

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