jueves, 28 de agosto de 2014

Un Hombre en el Zoo. Capitulo 16




No podía describir el alivio que sintió cuando Jun no corrió en dirección contraria tan pronto como le había hablado de hombres lobo y shifters. En su lugar había escuchado todo lo que había dicho haciendo unas cuantas preguntas, abrazando a su lobo.

Maldita sea, la vida era maravillosa.


Min había explicado su versión de los hechos a Hyun, como no se había vuelto lobo para pelear y había permitido que su hermano, que tenía un rango más alto en la manada como segundo rastreador, superado por su padre, manejara la situación.

Seguro, las palabras habían sido calentitas, pero nada justificaba el cambio delante de alguien que no sabía de su existencia, sin importar si era el compañero de alguien, información que no sabía Yunho de todos modos. Hyun había mandado a Yunho a su casa para castigarle, y ahora Min era libre para llevar a Jun a casa.

—Así que, ¿todo el mundo es un shifter?

Esbozó una sonrisa a su compañero y sacudió la cabeza.
—No. Saeng no es un shifter, aunque sí sabe de nosotros.

—¿Y Kyu? Sería un lobo enorme.
Min se echo a reír.

—Dios, ¿qué no daría yo por eso? No, es un shifter tigre.

—¿Un shifter tigre? ¿Cómo un enorme gato? Wow, eso sería digno de ver ¿Qué otros tipos de shifter hay?

—Los más comunes son lobos, zorros y leones. Otras razas de gatos también, como tigres y guepardos, pero son menos frecuentes. Incluso he visto una serpiente una vez. —Sonrió a Jun y levantó la frente—. Chico estaba tan contento que no fuera mi compañero. He oído de otros animales, como osos y águilas pero nunca he encontrado uno.

—Eso es increíble. —Murmuró pensando.

Durante un momento pensó que Min todavía tenía que compartir demasiada información.
—Todavía no me has explicado esto de ser tu compañero. —Señaló Jun, aliviando los temores de Min.

Amaba la curiosidad del hombre. Aparcó la camioneta y le hizo señas a Jun para que lo siguiera.

—Quiero abrazarte guapo. Vamos a meternos en la cama y te lo explico. —No había nada que quisiera más que envolver sus brazos alrededor de su compañero y asegurar que todavía estaba con él. Su compañero le siguió en silencio mientras le llevó atravesando el oscuro apartamento. La luz de la luna se veía a través de la ventana, bailando sobre su piel desnuda cuando se metieron en la cama.

Sintiendo el cuerpo desnudo de Jun contra el suyo Min no pudo evitar un gemido.

—Hablar por teléfono está bien, —murmuró— pero nada se compara con esto.

—¿Nada? —Murmuró Jun, frotando su erección contra la cadera de Min.
Jung Min gimió, sujetando los movimientos de Jun con una mano en la cadera.

—Deja de hacer eso, o nunca conseguiré contarte eso.

Asintió con la cabeza y fijó sus ojos casi plateados por la luz de la luna. La forma en que se miraban, casi sentía como si pudiera ver su futuro en los ojos de su compañero: calmado, sereno, feliz.

—El destino otorga a cada shifter una pareja. Los humanos lo llamáis compañero del alma. No los escogemos, nosotros los reconocemos por el olor.

—¿El olor? —Interrumpió Jun con duda.

—Por el olor, —dijo sonriendo—. La mayoría de los shifters tiene el sentido del olfato muy desarrollado debido a que compartimos nuestra alma con una contraparte animal. Te olí aquel día en el zoológico y sabía que tendría que volver para conocerte. Nos unimos de por vida, y encontrar a nuestros compañeros es el mayor regalo que el destino puede darnos.

—¿Cómo elige el destino a los compañeros adecuados?
Min se encogió de hombros.

—No tengo ni idea. Tal vez es tan simple como las feromonas, dos personas que encuentran a la otra sexualmente compatible. La mayoría de las veces, la pareja encuentra una gran felicidad estando junta, pero es solo como cuando en cualquier relación ambas partes deben trabajar duro. —Sonriendo trazó el exterior del lóbulo de la oreja de su compañero—. Por supuesto con un shifter, hay un beneficio adicional con nuestro anudamiento, por así decirlo, queremos complacer a nuestra pareja, mantenerlos seguros y bien provistos. Pero también tenemos un lado posesivo. —Agregó.

—¿Y es de por vida?

Min sonrió a Jun y pasó los dedos a través del pelo del hombre más pequeño.

—Por vida, hermoso. Si me dejas reclamarte, y admito que quiero hacerlo demasiado, no habría ninguno más para mí. Tú serías el único al que querría, en mi vida, en mi casa, y en mi cama. Seríamos compañeros.
—Min aguantó la respiración, temeroso porque lo que acababa de admitir pudiera asustar al hombre. Era mucho para un ser humano.

Jun frunció el ceño.

El corazón de Rainy dio un vuelco.

—¿Qué quieres decir reclamar?
Dejó escapar el aliento que tenía y le besó en la frente, su corazón latía a mil por hora cuando admitió.

—Una marca de reclamo. Te morderé aquí. —Trazó el tendón donde el cuello se unía con el hombro—. Mediante la mezcla de saliva en tu sistema y tu sangre en la mía, serviría para unirnos. Mi olor siempre estaría en ti y otros shifter lo olerían. Sabrían que estas reclamado. —Sus encías se estremecieron, sus caninos bajaron solo con pensarlo.

—Oh, eso no está tan mal. —Murmuró Jun. Sus ojos buscaron en la cara de Min—. ¿Hay algo más que debo saber?

—Hay alguna que otra cosa. Bueno un par de cosas, pero esta es la más grande. —Admitió Min. Por la mirada inquisitiva de Jun admitió—. Envejecerás lentamente.

—¿Qué?

—Los shifters envejecen más despacio que los seres humanos. Nuestra esperanza de vida es de más de doscientos años. Tu envejecimiento sería más lento para coincidir con el mío, y… —se detuvo sin saber cómo decirle lo siguiente a Jun—… si muero, tu querrás morir, y viceversa, nuestras vidas están vinculadas.

—Wow, —murmuró Jun—. Eso es grande.

—No tienes que decir nada ahora, hermoso. No hay prisa. Solo, piensa en ello, ¿de acuerdo?
Jun asintió con la cabeza, se acercó y lo besó en la mejilla.

—Lo haré. Tengo que admitir que es mucho para pensar, y quiero tiempo para reflexionar sobre ello, pero lo que te dije en casa de tu hermano es cierto. No voy a ir a ningún sitio.

—Gracias, Junnie. —El alivió se apoderó de su cuerpo, abrazándolo y atrapando al hombre más pequeño debajo de él. Min selló su boca sobre la de su amante y los separó. Jun los abrió ansiosamente, su lengua se deslizó para jugar y degustar. Jung Min frotó el eje rígido contra Jun y gimió al sentir la delicia de la dura polla de su amante presionando contra la suya.

Inclinándose para poder meter una mano entre ellos, agarró sus dos pollas y las acarició juntas.

—Oh, Dios Minnie, sí, justo así.

Las caderas de Jun se resistieron debajo de él. Usó el pre-semen de los dos para facilitar sus movimientos, comenzaron un ritmo rápido empujándose y retirándose uno del otro en el puño de Min. Rompiendo el beso Jun arqueó su espalda, mirando con extasiados ojos a Min con adoración y se corrió gritando el nombre de Jung Min con voz ronca en el silencio de la noche.
El calor y el olor del semen de Jun, la sensación de su cuerpo estremeciéndose bajo el suyo pusieron a Min al borde y aulló su propia liberación. Apoyó la frente contra el hombro de Jun cuando su cuerpo siguió temblando, respirando entrecortadamente. Sintió besos húmedos bajando por su cuello y se estremeció.

—Mmm, que bueno bebé. ¿Te estoy aplastando?

Sabía que tenía que moverse, aunque solo fuera por limpiarse. El semen seco en la piel era incómodo. Pero maldita fuera si no estaba bien enroscado alrededor de su pareja.

—Sí, pero no quiero que te muevas todavía. Me encanta que estés encima de mí, Minnie. —Murmuró Jun en su cuello continuando con sus besos—. Sabes tan bien. —De repente los besos se detuvieron y levantó la cabeza.

Min levantó la suya y vio una pregunta en los ojos de Jun.

—¿Qué? Me puedes preguntar cualquier cosa.

Jun asintió con la cabeza arrugando sus cejas.
—¿Es Bum el compañero de Kiseop?
Sus cejas se dispararon por la sorpresa. Eso había sido lo último que hubiera esperado que preguntara Jun.

—Sí. —Admitió—. ¿Por qué?
Se encogió de hombros.

—Estaba pensando en el día que ella nos vio y me acordé de las palabras de Kiseop. Ya sabes, que te preocupabas por mí lo mismo que él por Bum. Bueno me puse a pensar, —Jun sacudió la cabeza—. No creo que el se tome esto muy bien.

Subiendo los codos, fruncí el ceño.

—¿Qué quieres decir? El es tu hermano. Pensaba que el tendría la misma mente abierta que tú. —Para sorpresa de Min, Jun se rió con ganas, moviendo su pecho bajo él. Miró a su compañero sin comprender su risa—¿Así que crees que va a tener dificultades para aceptar el lobo de Kiseop? —Su corazón dolió de repente por su hermano. Kiseop había estado buscando tanto tiempo, y estaba tan emocionado por haber encontrado a Kbum. ¿Qué pasaba si lo rechazaba? No eso no sucedería—. ¿Qué podemos hacer para ayudar?

—Ah, esa es una de las cosas que amo de ti Min. Tu gran corazón.

Jung Min no podía hacer nada más que mirar aturdido en silencio cuando Jun se acercó y le tocó la mejilla.
¿Su compañero lo amaba? ¿Cómo ocurrió eso? Se conocían desde hacía solo un par de semanas, se obligó a escuchar cuando Jun siguió, pero Min volvería a visitar esos pensamientos más tarde.

—Solo podemos estar ahí para ellos cuando pasen por esa lucha. —Continuó Jun—. Donde yo siempre he estado interesado en la ciencia ficción y lo paranormal, Bum es mucho más escéptico. Su libro sería la historia del mundo, mientras que el mío sería un thriller paranormal. Siempre he creído en fantasmas, aprender que hay shifters no es un gran salto para mí.

—¿Cómo he sido tan afortunado? —Murmuró Min besando al hombre profundamente.
Jun se echó a reír contra su boca.

—No digas eso todavía. —Murmuró—. No has conocido a mis padres.


Continuara...........

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