martes, 26 de agosto de 2014

Dulce Olvido Especial!




*Narra Hyun* 

*Flash back*

Cuatro días atrás

Saeng...-murmuré sensualmente colocando sus manos en cada lado de la mesada de mármol que estaba en el baño, entrelazando nuestros dedos mientras que me decidía por lamer desde su lóbulo hasta descender por una línea imaginaria a su cuello, notando los pequeños puntos todavía visibles de mis colmillos que anunciaban que sería mío hasta la eternidad. 

Solo mío y de nadie más.

-Aah!- gimió intensamente al sentir como mi parte baja golpeaba con brusquedad su entrada ya acostumbrada a mi anchura, aun en ropa interior habíamos decidido tomar un baño juntos como siempre lo hacíamos, pero primero teníamos una sesión de sexo por toda la mansión.-Hyun... Hyunnie... te deseo, Joder!-abrió su boca lamiendo su labio superior a sabiendas de que lo reflejaría el espejo que teníamos en frente sus ojos azules zafiro le quedaban perfectamente en su persona, no podía creer como había vivido miles de años sin probar de su néctar, de su cuerpo y de sus labios. Me excitaba de tan solo oler su piel, oscureciendo mis ojos a un negro intenso gruñí al percibir que esta vez lamía uno de sus colmillos incitándome a perder el poco auto control que poseía.



Dioses y Diosas!, como podría yo resistirme a tal tentación que su cuerpo me estimulaba.

Infiernos, solo podía correrme del hecho de que sus ojos se fijaran en mí.

Jadeando su nombre acaricie su pecho con ambas manos rozando sus pezones e imaginándome que ellos tuvieran unos piercing en cada uno, estirándolos con brusquedad, asemejándose a la realidad que vivía, pero sabía muy bien que él le temía a las agujas y que declinaría rotundamente si lo quería agujerear.

Centrándome en su aspecto de modelo porno moví mi pelvis queriendo enterrar mi adolorido pene en su culo como tantas veces ya lo había hecho. 

-Jódeme, Hyun- arqueó su espalda elevando su culo en alto, enloqueciéndome por completo. 

-Elska...-corrí a un lado la tela, sin quitársela, no tenía tiempo para esas pequeñeces cuando mi amado deseaba que estuviera dentro, lo haría.
Como su fuera un rayo, empuñe mi sexo con una de mis manos mientras que acomodaba mejor a mi amante, dirigiendo mi pene a su culo. 

-Espera... la ropa... inte...aaaah- gimió llenando todo el baño de sus jadeos y lujuria al tenerme moviendo dentro de él con un ritmo rápido y salvaje como a él tanto le gustaba.

-¿Más?...-pregunté y él asintió.-¿más?

-Siiiiiii- coloco una de sus manos en el espejo ya que con cada estocada podía golpear su cabeza contra el cristal-MÁS... HYUN!!!!!...aaaAAAH!- gemía mientras rozaba con su lengua los colmillos que le sobresalían, sintiendo aun más mis penetraciones. Una de mis manos libres quiso aumentar su placer, metiéndola en su bóxer y envolviendo su pene con mi palma, enterrándome más a fondo.

Sintiendo la gloría su semen en mi mano fue el punto exacto donde me precipité gimiendo entre gruñidos comencé a hablar en mi antigua lengua recitando un conjuro que no sabría si funcionaría, pero igual lo intentaría. No perdía nada a cambio. 

-Joder! Hyunnie... ¿Cuánto más vas a crecer?... aaah!- Enrojeció sus ojos liberando un gemido glorioso digno del Dios del sexo como yo creía que él lo era. 

Terminando mi conjuro, mordí mi labio haciéndolo sangrar para luego arrastrarla con mi lengua en la zona de reclamación de mi Hae y como acto final clavando mis colmillos sin dejar de ver los ojos del mismo color escarlata que poseía mi pez al terminar en su interior.

*Fin del Flash Back*

La transformación de Saeng había sido finalizada y ya no solo sus ojos habían cambiado sino también su rapidez al correr, todas sus habilidades en lucha incrementaron que hasta podía derrumbarnos a todos nosotros en menos de dos movimientos, Mi Sjol Kypher era perfecto, como siempre había dicho. 

Pero a pesar de muchos cambios en él, algo no cambiaba y ese era su testarudez.

-Saeng tienes que descansar- lo retuve entre mis brazos, rodeando todo su cuerpo para que no huyera. Estaba preocupado, desde hacia ya menos de una semana él sentía mareos y tenía muchos cambios de humor. Tenia algo en mente de que se trataría, si el conjuro había funcionado pero si aunque sea lo mencionaba a Saeng podría ser tratado como demente. “Y si, no quería darme malas esperanzas”. 

-no, Hyun Joong. Estoy aburrido de quedarme encerrado aquí en nuestro cuarto, déjame salir aunque sea a dar un paseo.- me miró seriamente, mordiéndose el labio para no gritar como sabía que lo haría. 

-pero...
« Por favor ». Me habló con nuestro enlace, girándose entre mis brazos y empujándome hacia la cama mientras me besaba mi pecho desnudo-por favor- nos desplomamos en la cama, y Saeng sobre mi regazo a horcajadas de mi piernas- por favor- acunó con sus manos mi mentón y se aproximo a besarlos, pero algo lo detuvo y termino saliendo corriendo hacia el baño. 

Por sus arcadas y ruidos se había descompuesto de nuevo. Suspirando mire mi entrepierna notando mi pene endurecido, pero aun estaba más preocupado por mi elska que de cómo estaba mi estado.

-Saeng...- caminé revolviéndome el cabello, entrando al baño y viéndolo acuclillado en el suelo con su rostro metido en el inodoro- ¿estas bien?- recogí su cabello con mis manos mientras palmeaba su espalda. 

-esto es parte...- levantó la vista y me miró enojado- es parte del reclamo...-no pudo continuar y volvió a vomitar. 

-Saeng...- active el grifo abriendo el agua fría y llene un vaso con agua para él- toma...- se lo alcancé y me miró esperando a que le respondiera- 

no creo que sea... eso. 

-entonces, explícate- miré a un lado- Hyun...- se irguió y tambaleo aforrándose de mis músculos.

-Saeng...

Alguien en la puerta de nuestro cuarto llamo así que me apresuré a salir del baño a pesar de que escuchaba los gritos de Saeng desesperarse. 

-Min...-dije con cara de esperanza al verlo parado, en frente a nuestra habitación. Había halado con él ayer en la noche cuando Saeng dormía, tenía que decirle a alguien y había un posibilidad para que Saeng.... 

-Hyun...-murmuró viéndome con ojos aguados- creo que...- escuchó otro grito en el pasillo y se adentro a la habitación, cerrando con seguro la puerta. 

-Park...Jung Min.- me cubrió con la palma mi boca y me silencio mientras que los gritos de Jun se alejaban histéricos. No sabía que pasaba pero la palidez del rostro de Min con cada grito de Jun helaba mi sangre.

-Shhh...

-Jung Min....-me liberó y camino hacia mi cama, sentándose en ella, tomando su cabeza mientras que murmuraba algo que no entendí- Hyunnie...- minimizo mi nombre mirándome fijamente- Jun...- se incorporó y caminó a la ventana de puertas corredizas, colocando su frente en el vidrio- Junnie...-suspiró y yo me acerque a él y le golpee el hombro con mi palma suavemente- él... creo que esta...embarazado como Saeng. 

-¡¿Qué?!- dije tanto yo como Saeng, saliendo del baño- ¿Embarazado?- volvimos a coincidir con la pregunta.

Min asintió cerrando los ojos sin voltearse. Mi Hermano sabía la duda que yo tenía respecto a mi pareja y era sido a él a quien fui primero a consultar todo eso de las posibilidades de dejar embarazado a Saeng.

-no puede ser- murmuró Saeng viéndonos dubitativo. Comprendiendo el porque de como se sentía. 

-elska...- caminé hacia él pero me detuvo con un dedo apuntándome.

-¿entre ustedes?... ¿pueden dejar embarazados a sus parejas?- Min se estremeció y los puñales fueron directo a mí- Hyun Joong. 

-eh!....ah...pueeeeeeede- estiré lo más que pude la respuesta- se puede cuando estas enlazado y haces un...conjuro- me estremecí al igual que Min al ver como los ojos de Saeng se volvían rojos- Saeng...

-No!... ni te atrevas a dar un paso- leyó mis pensamientos- no te me acerques hasta que sepa de que está hablando. Min- grito lo ultimo. 

-Cu...cua...cuando un Drakon crea un enlace con su pareja al tener relaciones sexuales hay posibilidades de que pueda quedar embarazado por el cambio que existe en su ADN y cuerpo, también conjurando. Pero ninguno de nosotros había tenido pareja así que creíamos que eran simples falacias creadas por nuestros ancestros.-Min se giro totalmente empalidecido al murmurar esas palabras que tanto miedo le daba ahora. 

- Hyung...

-Entonces yo... también...- mi nutria llevo sus manos a su bajo vientre, dirigiendo sus dedos temblorosos a la zona- yo...- jadeo un tanto mareado.

Inmediatamente al verlo en su estado corrí a su destino, rogando de que no se molestara tanto ya que podría dañar a mi futuro bebe si estaba embarazado- Saengie...- luche contra sus manos que golpeaban mi pecho para que me alejara, haciendo caso omiso al quererme alejado- No Saengie... tienes que tranquilizarte... 

-ya déjame, que solo me ocultas cosas...-lleno sus ojos de lágrimas aferrándose a mi cintura- ¿Qué más me tengo que enterar?... ¿Qué más me ocultas?...- sollozo oprimiéndose más contra mi pecho- tengo miedo... 

-no Elska, no temas... estoy aquí- bese su coronilla y él repentinamente me sonrió, “¿serían los cambios de humor un síntoma de embarazo?”- iremos a ver a alguien que nos ayude- dije separándolo un poco para lamer sus lágrimas- estoy a tu lado mi Sjol Kypher.

-Min...-dijo Saeng rompiendo el silencio que se había generado, volviendo la atención al caballo que no hacía mas que estirarse los cabellos un tanto desesperado-Jun... él. 

-Si... está embarazado de mí... no puede estar pasándome esto. Él es mi hermano- se lamento dirigiéndose a la puerta para abrirla. 

-Eres responsable, hazte cargo idiota- otra cambio de humor de Saeng me sorprendió cuando le grito antes de que desapareciera- no lo dejes solo...él te necesita- se abrazo a mi- Hyunnie... 

-Dile al resto de los chicos que nos iremos a ver al viejo Yun Ki. Y convence a Jjun, también vendrá- con un asentimiento dejo la habitación.

-¿Quién es Yun Ki? 

-Solo uno de los Drakon más viejos y sabios de nuestra raza.- cogí la mano de mi amado y tire de ella hasta sentarlo en el borde de la cama, bordeando su brazo, él apoyo su cabeza en mi hombro aceptando las caricias que le brindaba. 

-Pensé que eran los únicos que quedaban.

-Supuestamente lo somos, en esta región... él vive a las afueras de aquí en una cabaña, es un viejo testarudo que no permite que le ayuden a pesar de que no esta apto para defenderse de los Vadoks, se negó miles de veces a que lo trajéramos a vivir aquí. Aunque dudo que no siga experimentando con sus guardianes. 

-Hyun ¿en verdad estoy embarazado?... 

-si mi amor, es lo más probable.

-tengo miedo.

-no lo tengas, estoy aquí.

-¿quieres tenerlo?

-si, claro que si.

-¿aunque sea raro que un hombre quede embarazado?

-si

- ¿aunque me vuelva un gordo?- reí ante su pregunta y recibí un gruñido de su parte.

-Saengie... te amo- murmuré depositando un beso en su mejilla.

-También te amo, aunque me sigas ocultando cosas, te amo igual.

De camino a la cabaña del anciano la mayoría de mis compañeros iban hablando y riendo de la posibilidad de tener a dos niños pequeños jugando en casa. No sería fácil, pero mis hermanos no descansarían hasta lograr su objetivo, proteger a nuestros embarazados.

Al descender tome de la mano a Saeng, ayudándolo a bajar, apoderándome de su cadera. Varios meses habían pasado y era la primera vez que mi pez salía desde que lo reclame. 

-habías dicho que era un cabaña- sonrió asombrado de lo inmensa que era la “cabaña” que no medía mas del doble que nuestra mansión. Al viejo le encantaban la extravagancia y una de ella era sus dos amores que descansaban en la entrada, para cualquier humano esas criaturas serian bestias enormes asemejadas a los licántropos en las historias de fantasía, pero para nosotros eran unos esmilodontes, guardianes de los más antiguos Drakon con extrañas habilidades de conjuro al igual que el dueño.

-¿Qué se les ofrece?- dijo una de las criaturas, girando su enorme cabeza hacía delante, fijando sus ojos en Saeng y el restante tan solo abriendo su mandíbula mostrando sus afilados colmillos que salían de su boca, permaneciendo ciego. 

-hemos venido a por el viejo- Kyu se dirigió, dando un paso, pero fue detenido por el brazo de Hongki que lo tomo al escuchar gruñir al esmilodonte ciego. 

-respuesta incorrecta.

-ten cuidado, no recuerdas la vez anterior- vociferó lanzándolo unos cuantos pasos hacia detrás, alejándolo de la bestia. 

-lo... siento- dijo al que lo regaño.

-¿Qué se les ofrece?- volvieron a decir las bestias incorporándose ya listos para atacar. 

-hemos venido a ver a Lee Yun Ki- hable, hincándome como reverencia rogando que mis hermanos y Saeng hicieran lo mismo que yo. 

-respuesta correcta.

Las puertas se abrieron y una espesa niebla salió del interior ahogando a Saeng que no estaba acostumbrado, cubriéndolo con mi propio pecho impedí que la niebla que se esparcía llegara a mi elska. 

Desde las sombras del interior de la cabaña la figura de la persona que estábamos esperando se dibujo, caminando a paso lento hacia nosotros. 

-Cuanto tiempo sin verlos niños- comenzó a reír y mucho de nosotros nos estremecimos de solo recordar la anterior vez que había estado allí.

-Amo, ¿los dejamos pasar?- hablo por primera vez el siego, inclinando su cabeza al igual que su compañero. 

-si, son unos invitados, hazlos pasar- se giro sin siquiera mostrar su cara.

-Elska, hagas lo que hagas nunca lo mires a los ojos o te hechizara- le dije en nuestro enlace personal y él asintió, abrazando mi brazo mientras que ingresábamos a la mansión, pasando por entre las bestias.

Caminamos por un pasillo hasta una gran sala donde nos detuvimos en la puerta de esta a esperar sus instrucciones, cualquier cosa que hiciéramos en contra de sus decisiones o sin su permiso, afirmaba el simple hecho de tener a dos inmensos esmilodontes corriendo detrás de ti, en busca de tu carne. 

Mi amante comenzó a temblar al ver en mi cabeza las imágenes que mi mente recordaba.

«Tranquilo, Elska. No permitiré que ni siquiera alcancen a tocarte».

« ¿En serio? ».

«Así es mi amor».

-pasen- nos dio el permiso, apareciendo el anciano sentado en un sillón solitario, encendiendo la luz con solo frotar sus dedos, extendido su sonrisa- veo que hay una cara nueva, acércate querido- llamo la atención a mi Sjol Kypher moviendo su esquelética mano. Saeng tembló ante mi agarre mirándome por el rabillo para ver si era buena idea hacer lo que el anciano decía.

« Ve Saeng, él es a quien hemos venido a ver, solo recuerda lo que te he dicho». 

Le cedí la mano, observando como mi amada nutria se alejaba de mí, extrañando su calor corporal. Saeng camino un poco titubeante hacía el viejo, deteniéndose a unos cinco pasos que directamente fue borrado por otro chasqueo de los dedos de Yun Ki, acortando la distancia en un abrir y cerrar de ojos. 

-perfecto-acaricio el vientre de mi elska sonriendo ampliamente-aquí habitan dos criaturas- dijo en un susurro con la antigua lengua, sorprendiéndonos a todos ya que Saeng inquirió en la misma lengua. 

-estoy embarazado, ¿serán dos?- balbuceó llenando sus ojos de lágrimas contagiándome a mí que observaba desde lo lejos a mi pareja, viéndolo sonreír y repasar la zona que nuestros hijos estaban. 

-así es querido, serán dos- llevo sus manos a ambas mejillas acunándolas mientras se erguía y miraba directamente en los azules ojos de Saeng.

El anciano enrojeció sus brillantes ojos azules sin quitarle la mirada a mi nutria, sabía que no lo lastimaría, pero tenía un mal presentimiento de que Saeng no resistiría a su intensa mirada ya que ninguno de nosotros lo podía ver a los ojos sin antes desmayarte tres veces como poco.- mírame...- murmuró el viejo Yun Ki elevando su voz hasta convertirla en un grito.

-Saeng...- grite cuando el anciano cayó de rodillas al suelo agitado y mi amante permanecía estático- ¿estas bien?-pregunte acercándome a mi nutria. Preocupado.

-si...- se sonrojo. 

-amor...- susurre terminando mi frase en nuestro enlace mental 

« ¿Desde cuando sabes hablar en la antigua lengua? ». 

« ¿eh? ¿de que hablas?». 

« No, nada». 

-fantástico, esto es fantástico- carcajeó el anciano en el suelo riendo con muchas ganas al ver nuestras caras de asombro- es fantástico tu elska, has seleccionado al mejor de las parejas enlazadas que he visto en mis 100.018 años de vida.- se atraganto con su propia saliva, deteniéndose para tomar aire, mientras que volvía a reír- esta bien, él es poderoso me ha rechazado a mí un honorable Drakon- se aclaró la garganta nuevamente serio desviando su mirada a Jun que se escondía detrás de Min a pesar de que estaba enojado con él por una supuesta pelea al enterarse que también podría estar embarazado.

-Junnie- lo llamo moviendo su dedo índice hacia delante y detrás- se perfectamente que no han venido solo para saber si él estaba embarazado, en tu corazón hay una gran duda, puedo verlo en la mirada que tratas de esconder detrás del hombre que cree que eres de su propiedad.

Mi hermano Min interpuso su mano impidiendo que Jun lo mirara y el anciano negó con la cabeza- no hace falta que se acerque tu pareja- los ojos de mi hermano se abrieron y Jun tembló al ser descubierto- ustedes a pesar de que son hermanos se enlazaron, puedo sentir en cada uno que tiene una persona especial, pero dentro de ustedes su esencia se ha mezclado de la misma forma que Hyun y su pareja, Saeng.

Los mecionados nos estremecimos al mismo tiempo, este viejo nunca había demostrado cual era su verdadero poder. Él lo manejaba todo, o todo se hacia como él lo predecía. 

-vamos, no nieguen el hecho de que lo has reclamado- se incorporó del suelo y en un segundo apareció a su lado, posando la mano en el vientre de Jun y cerrando los ojos mientras sonreía aclarando la duda- un bello bebé- les susurró y todos mis hermanos gritaron atónitos de la verdad descubierta- y joven Junnie..- le murmuró una ultima frase en su oído haciéndolo sonrojar mucho más de lo que estaba.

«Él puede ser testarudo y cerrado para algunas cosas pero realmente te ama y está feliz de que seas la persona que le dé un hijo, te ama joven Jun ». 

Luego del viaje a la mansión del viejo Yun Ki regresamos a la mansión a festejar la nueva noticia brindando con una copas de champagne y luego de regreso a nuestros cuartos dejando la reconciliación del amado MinJun para ellos mismos ya que tendían mucho que platicar del anuncio de los nuevos bebés que estaban en camino.

Mi conjuro había surgido efecto correctamente, pero « ¿Min había citado el mismo conjuro? o ¿como había sido posible que Jun estuviera embarazado? ». 

Eso nunca lo sabría hasta no hablar con él.

-Hyun.... dos... dos...DOS joder seré una de esas pelotas de playas- Me mordió con sus colmillos, desgarrándome la piel. Sus fuerzas incrementaban cada vez que se excitaba y esta era una de ella. Él me lanzo a nuestra cama quedando sobre mí mientras que una de sus manos me rodeo el cuello mientras probaba mi sangre y la restante bajaba a mi endurecido pene.

-no lo serás mi amor, solo tenidas un vientre donde acojas a mis hijos.-jadee lo ultimo- Saengie te aseguro que seguirás siendo el gran Dios del sexo...- oscurecí mis ojos azules a un negro intenso- quiero hacerte mío- rugí al sentir como sus colmillos dejaban mi piel y la zona era lamida por sus cálida lengua.

Con un movimiento rodé por la cama dejándolo debajo de mí y así desnudar la poca prenda que le cubría, era muy bueno que él se haya acostumbrado a esas ropas holgadas, serían más fáciles de sacar- Saeng...- bese sus labios enredando nuestras lenguas en una lucha por poder, por sentir mas placer.

Separé sus piernas y me acomodé en su sitio, quitándome el bóxer que apresaba a mi falo, deseos por jugar en su interior.

¡Dioses y diosas, mi Sjol Kypher era caliente! Amaba cada parte de él, todo su ser, era fascinante escuchar como me rogaba porque lo jodiera, salvaje, duro como siempre lo hacia. 

Pero ahora mi plan era otro, tenía que cuidarlo más de lo que ya hacia, ahora él tenía a mis bebés en su vientre, algo nuestro, dos pequeños seres que serían el fruto de nosotros dos.

Sonriendo bobamente baje por su cuello, besando cada parte de su piel, lamiendo su clavícula al paso de que me acercaba más a sus pezones que ya estaban endurecidos de tanto placer.

-Hyunnie... déjate de juegos y jódeme.- gimió.

Sus manos se aferraron a mis cabellos tirando de él mientras por mi parte descendía a su ombligo, penetrando con mi lengua aquella cavidad que me tentaba mucho.

Deposite un beso en su vientre y él enrojeció de sobremanera, pero sabía que le gustaba porque sus ojos no abandonaron el color negro.

« Los amo a los tres». Dije concentrándome en hacerle el amor a mi lindo Sjol Kypher.

Tres años después

-HwaYoung, HyunAe, niñas vengan- dijimos al unísono con Saeng llamando a nuestras preciosas gemelas que corrían de la mano, dejando atrás a su primito que lloraba al sentirse solo.

-Hijo- grito Jun a su bebé. 

-MinJung- lo nombraron nuestras princesas apartándose para colocar al medio de ellas a MinJung, sonriendo con sus risas burbujeantes.

-Omma-gritaron los tres aventándose directamente en los brazos de Jun y Saeng.

-Vamos entremos que la sena esta lista- apareció Min besando la mejilla de su amante y también la pequeña frente de su hijo mientras ingresaban a la mansión. 

Los ataques de los Vadoks habían dejado de existir al exterminarlos por completos, sabíamos que alguno quedaría escondido, pero estábamos preparados porque cada uno de nosotros había conseguido a su pareja enlazada convirtiéndonos en una gran familia. 

-te amo- susurre en el oído a mi elska mientras cogía una de mis preciosas nenas- los amo- tomé su cadera entrando, viendo a mis hermanos y sonreír calidamente. 

Pero mi vista se centró en una sola pareja que me miraba con lágrimas en los ojos, lágrimas de felicidad, hablando los dos en coro mientras que anunciaban el nuevo embarazo de Hongki.

Si!, nuestra familia había aumentado y eso me hacía feliz...



....................Fin...........................

1 comentario: